"*Nadie Te Querrá" (De niña a mujer)

Capitulo II

Carmen Julia: Ella es mi abuela, la que me acogió bajo su protección, fue quien me enseñó las cosas que hoy sé, y también fue ella quien se bendo los ojos para no enfrentar la realidad que estaba sucediendo bajo el techo de su hogar.

A pesar que mi abuela me dió un poco de amor fraternal, se le olvidaron sus primeras funciones, que era velar mi integridad, solo se metió en la cabeza que lo único que necesitaba era ropa de marca y ser complacida en todo lo que se me antojara, pero mi realidad era otra, yo lo único que quería de ella, era su tiempo, comprensión y protección, pero solo obtuve golpes y quehaceres excesivos para mí corta edad, aunque sabía muy bien que debía colaborar con los quehaceres de la casa, mi abuela abusaba de ello.

Cada vez que ella regresaba del trabajo pasaba su dedo por todas las superficies del lugar donde vivíamos, y si había polvo, me golpeaba con un cable, luego de eso, mi abuela revisaba mis libretas de estudios, y si había un tema sin colorear, una tarea sin resolver o una hoja medio arrugada me golpeaba horrible, luego subía a mi habitación, todo tenía que estar impecable y perfecto, pero cuando veía las manchas en las sábanas de nuestro "Gran Secreto Familiar" se enfurecía, y me decía tantas cosas a mi corta edad, que me hacían sentir horriblemente mal, y luego de eso me ordenaba a ir a lavarlas.. (les cuento un poco de mi rutina para ese entonces. Me paraba a las 5am, comía, me duchaba, arreglaba mi cama, me iba al Cole, regresaba a la 1, empezaba a comer, limpiar, ordenar, pasaba lo que tenía que pasar, quedaba adolorida, como podía me ponía de pie, hacia mi tarea, y en eso se iba todo mi día, raras veces me daba chance de arreglar mi habitación, sigamos).

En muchas oportunidades intenté quitarme la vida, ya no podía más con tantos sufrimientos, pero, siempre llegaba mi abuela para impedir que pasará algo más allá, que una simple  intoxicación.