6. Ojos brillantes

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El aroma amargo de la angustia de George inundó rápidamente la habitación. El cachorro en la cuna junto a la cama empezó a llorar apenas el estrés del omega alcanzó sus sentidos.

"¡No, no!" Exclamó George débilmente, presionando los ojos y tratando de levantarse, sin encontrar las fuerzas en su cuerpo drenado, pero sin intención de no defenderse. Su destino era el recién nacido. "¡Aléjate de mí!"

El aterrado omega sintió su corazón hundirse al oír a la persona a su lado moverse. George no supo hacia qué dirección, pero los llantos de su cachorro le llenaron de aún más estrés. Y su estrés causó al cachorro llorar más.

El extraño a su lado definitivamente era un alfa. George pudo detectar la esencia extranjera agitarse junto a ellos.

El alfa intentaba decirle algo, pero el omega estaba demasiado preocupado tratando de defenderse y mostrarse amenazante como para oírle. Cuando una mano se posó sobre el brazo de George en las sábanas, el omega siseó alto y gruñó hacia la silueta borrosa.

"¡No me toques!"

Al fondo pasos apurados corrieron por el pasillo y de pronto la puerta se abrió de golpe. Tras un segundo de silencio la voz de Philza se unió a la escena.

"¡Techno!"

"Papá, yo no-"

"Por favor sal del cuarto."

"Yo-"

"Por favor, Techno. Fuera."

El alfa obedeció al tono firme, saliendo de la habitación sin decir una palabra más. Los pasos en la puerta avanzaron hasta la cama, sin sentarse en ella y sin tocar al omega que jadeaba agitado bajo las sábanas.

"Hey, soy yo, Philza, ¿recuerdas?" Exclamó en voz baja. "Ese era mi hijo mayor. Su nombre es Technoblade. Él tampoco va a hacerles daño-"

"Mi cachorro." Demandó George, tratando de tirar las sábanas a un lado y sentarse en el colchón. "Dame a mi cachorro."

Philza no necesitó oírlo dos veces, rodeando la cama y tomando al alterado recién nacido, poniéndole en brazos del mareado omega. George le presionó contra su pecho, acallándole con voz temblorosa.

"... Perdón por preguntar, pero creo que aún no sé tu nombre."

"George." Respondió planamente el castaño, cerrando los ojos y arrullando a su pequeño.

"Es un placer, George. Lamento lo de antes."

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Después de que Philza le llevara el almuerzo (probablemente, George ya había perdido la noción del tiempo, con las cortinas cerradas), el omega se pasó casi toda la tarde recostado en la cama, todavía sintiéndose sacudido por la escena previa y lentamente volviendo a recuperar sus fuerzas. George no sabía qué tan cierto había sido eso de "hemorragia leve". Se sentía aún más débil que la primera vez que despertó.

Philza le ayudó a ocuparse de cambiar al cachorro, brindándole pañales de tela y agua tibia para darle su primer baño. El pequeño macho no pareció disfrutarlo demasiado. Una vez estuvo limpio y seco y de nuevo comiendo en brazos de su madre, George volvió su atención a la situación actual. Aún eran prófugos habitando en la casa de un desconocido y su familia. Aún podían hallarles, Philza podría decidir echarles si se enteraba de lo que les había hecho huir de su hogar. Esperaba que no lo hiciera. Empezando porque George no pensaba contarle su historia.

Por un instante, el omega analizó lo realmente extraño de la situación, y cómo se vería desde la perspectiva del hombre rubio. Una pareja con un cachorro joven y uno recién nacido metidos en unos agujeros en el suelo, y un alfa apaleado más allá de la caída, obviamente.

En el bosque - DreamNotFound OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora