《•DETRÁS DE LAS MÁSCARAS•》/FNAF AU/{▪Temporada I▪}

CAPÍTULO XXXIX

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"El Inicio Del Fin, Parte 3"

—¿Cansado para un último juego Cawthon?.

Scott se alertó de inmediato, se lavento corriendo de la silla casi tropezandose en el intento. Al llegar trato de abrir la puerta pero está estaba totalmente bloqueada, ya desesperado empezó al tocar la puerta con la esperanza de que alguno de los conserjes ya hubiera llegado al edificio.

—Lo humanos son tan ruidosos aveces.

Se quejó la voz mounstrosa he inhumana, al mismo tiempo que una rafaga de viento cruzaba la oficina llevandose papeles y moviendo cosas. Scott retrocedió y se pegó contra la puerta sintiendose acorralado, sudaba frio y su respiración era irregular.

Solo una vez le había pasado lo mismo en su adolescencia, tuvo suerte de que su abuelo estuviera ahí para sarvarlo.

Pero ahora estaba solo ...

Solo con un demonio ...

—¡¿Que es lo que quieres?!—grito con su voz quebrandose del miedo, sus ojos viajaban por toda la habitación en busca de la criatura sobrenatural sin ningún exito.

Para ese momento el viento seguía soplando como un huracan dentro de la pequeña oficina, haciendo que papeles, objetos he incluso una silla giraran en un tornado al rededor de Scott.

Esa misma voz empezó al reír de manera que se le puso la piel de gallina al peli-negro.

—Nada en especial pequeño humano, aunque tu me interesas mucho.

—¿Q-que quieres decir con eso?—Scott se encogió tragando grueso, no le gustaba esa respuesta.

—Puedo ver que tienes ciertos dones que te hacen estar muy en contacto con los del otro mundo.

La ráfaga de viento aumento, haciendo ya casi imposible al asiático mantener el equilibrio. Posteriormente cayó al suelo de rodillas ahora en medio de la habitación.

Él caos se seguía ocurriendo a su alrededor, en un intento ya desesperado busco en su bolsillo algo que nunca le podría falta.

Era un pequeño rosario muy antigua de madera, este había sido un regalo de su abuelo y había sido bendecido por el pastor de su Iglesia local (donde antes solía vivir).

—¡Oh no Humano!.

La voz de ese ser infernal sonó molesta, en un descuido Scott sintió el collar ser arrancado de sus manos.

—¡NO!—grito horrorizado y en un tono de súplica, a este punto estaba llorando y tenía muchos sentimientos a la vez.

Él asiatico presencio con sus propios ojos como el rosario fue quemado ante sus narices, hasta quedar en cenizas que se fueron con el infernal viento. Scott golpeo el suelo con furia haciendo sangrar sin querer sus nudillos.

Si Guerra era lo que quería esta cosa, Guerra iba a tener.

Scott no caería sin luchar.

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—¿Alguna señal de él?.

—Nada aún—respondió Jeremy colgando el teléfono luego de ser mandado por séptima vez al buzón de mensajes de su jefe—¿Crees que se encuentre bién?.

Henry bajo los hombro en respuesta, ese día Johs y Jeremy llevaban la pizzería lo mejor que podían. Él peli-negro se hallaba por alguna parte haciendo solo dios sabe que cosa, los fantasmas adolescentes se hallaban en el escenario y ocasionalmente alguno se acercaba para preguntar sobre el paradero del Cawthon.