Driven to this point by a chain of events

67 11 3
                                    

4 cosas que notó de los demás

4 cosas que ignoró de si misma

-----------------------------

(Llevado a este punto por una serie de eventos)

De la misma manera en que a un enfermo se le vuelve a dar gradualmente comida común luego de meses de comer papilla insípida de hospital, Boscha notó pequeños cambios inmiscuyéndose en su vida, uno a la vez.

Ella nunca había sido de esas que creen en el 'destino', o en profecías. El hilo rojo del destino era para ella otro cuento de hadas, de esos que cuando era más joven su niñera le contaba todas las noches al arroparla en la cama. Recientemente, sin embargo, empezó a notar ciertos patrones que le hicieron cuestionar un poco eso.

Un día oyó estallar un griterío en los pasillos, durante un receso. Una inesperada ola de irritación la inundó, y se volteó a echarles unas miradas bien feas a quienes hayan sido, técnica que solía funcionar bastante bien cuando los más jóvenes se ponían revoltosos.

Para su -no- sorpresa, eran la humana y sus amigos. Porque por supuesto que eran ellos. La mayoría de los alborotos últimamente eran obra casi exclusiva del humano y del enano, pero la princesita Blight no se quedaba muy atrás.

En ese momento se voltearon a mirar al otro lado del pasillo, y sonriendo empezaron a hacer gestos a alguien para que se acerque. Algunos segundos después, la casi-bruja llegó junto a ellos con el mismo empalagoso gesto de alegría en el rostro.

¿De qué estaban tan felices? La semana de exámenes no estaba ni cerca de terminar, tampoco había oído que la humana haya ido en otra de sus riesgosas aventuras. Al principio Boscha pensó que simplemente se estaban ensalzando por algo en específico, pero ese algo nunca surgió. Solo parloteaban de nimiedades sin sentido, contándose cómo había sido su día, y demás cosas inútiles.

¿Alguna vez sus amigos hacían lo mismo al verla? ¿Sin una razón de fondo para hacerlo? Nunca le prestó mucha atención a eso, ni recordaba haberlo hecho alguna vez. Boscha no podía empatizar con lo que fuera que hiciera que ellos se pusieran alegres sólo de verse. A lo mejor alguna vez si lo entendió, pero eso habría sido hace mucho tiempo, y vagos recuerdos intentaban hacerse lugar en su mente, muy difusos para evocar algo en ella.

Debe ser lindo, pensó Boscha por un fugaz momento, tener algo en tu vida que te mejora el día simplemente por existir, por estar allí. Alguien. Sin trampas, sin condiciones.

Los gritos de la campana la sacaron de sus reflexiones, y sacudió la cabeza como intentando sacarse esos pensamientos extraños antes de ir a su siguiente clase.

-

Algunas semanas después la mitad de Hexside seguía andando de puntillas mientras que la otra estaba disfrutando la aparente tranquilidad. Algunos realmente le habían tomado el gusto a la nueva sensación de soltura, y se habían tomado ciertas libertades que antes hubieran sido graves ofensas. Boscha estaba pagando las consecuencias de haber ablandado la mano.

"Qué hiciste... ¿qué?"

"Le pregunté a Willow si quería venir a jugar un amistoso entre nosotras. Es una locura lo buena que es con las plantas, y pensé que nos podía ser de ayuda para entrenar para el próximo partido contra St. Epiderm. Oí que su nuevo capitán usa mucha más magia de plantas que-" La bardo, como es típico de ellos, ya tenía tejida una excusa admirablemente buena para salirse con las suyas después de ese atrevimiento.

Boscha no lo podía creer. "¡Eso no-!"

Se agarró el puente de la nariz e inhaló profundo, haciendo un esfuerzo para mantener la calma. Lo peor de todo es que era un argumento sólido. No quería saber si era el cansancio de tener que pelear cada día para poder llegar a la noche, o si solo era que Skara era así de buena, pero optó por tomarlo.

Satellite (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora