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Maratón (2/8)
  

– ¿Y cómo te fue en el parque con Taehyung?– Preguntó Namjoon mientras se quitaba su corbata.– ¿Por qué vienes con esa carita rojiza bebé?– Le hablo dulcemente al ver a su Omega con el rostro sonrojado.– ¿Te sientes mal?– Ya con su corbata fuera de su cuello senacerco a su omega y le dio un pulcro beso en los labios.

N-no.– Jin correspondió a su beso y lo abrazo.– Solo que vi a una persona que... realmente no veía desde hace años.

– ¿Umm? Me podrías contar?- Lo tomo por su cintura y caminaron hacia la cocina.

– Sientate alfa, hice un riquisimo Kimchi, en un momento te cuento.– le ordenó Jin a su alfa. – Hice también agua de piña, que te encanta.

El moreno le sonrió de una forma demasiado
linda.– Siempre eres muy lindo conmigo amor, te debo demasiadas mi vida.

Jin río bajo y siguió con lo suyo.
Ya cuando el alfa comía, Jin se sento al
otro extremo de la mesa, Namjoon estaba
concentrado en su comida, pero Jin sorbio un poco su garganta.

– ¿Te pasa algo cariño?

– Solo quería comentarte... tal vez te incomode, pero.– Tocó con nerviosismo la marca de unión entre su hombro y cuello.

– Cuentame amor, sabes que yo te entendere en todo.– Tocó la mano de su omega dandole un poco de paz mediante su lazo.

– Es qué, este día sabes que he dejado a TaeSeok en el parque... y, bueno, la persona que estaba junto con Tae era nada más ni menos que JungKook.– Sus mejillas se enrojecieron, el alfa dejo de comer y miro a su omega.– Sí, Jonnie, es el alfa con quien te peleaste en la secundaría, pero... no pude evitar abrazarlo y... sabes que era mi mejor amigo.

NamJoon asintió.– No te preocupes amor, eso paso hace mucho tiempo, no tienes por que dar explicación.– Le sonrió.– ¿Y le contaste sobre mi?

– ¡Claro!– Contestó rapidamente.– Eso se los digo a todos, estoy muy orgulloso de mi marca, mi omega y yo te amamos Jonnie.

El alfa se levanto de su silla y se aproximo al omega para darle unos tersos besos en su cuello.– Hay que divertirnos un momento.

   

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Hoseok conducia por la lluvia, que estaba fuerte, era peligrosa la situación, pero realmente tenía que ir por su hijo. No es que no confiara en Taehyung, claro que no,  sabía que él alfa era bastante responsable y que en hueco corazón existia mucho amor para su cachorro.

Ya cuando estuvo cerca de unos edificios donde estaba el departamento de Taehyung, se estacionó en unos aparcados. La lluvia era tan intensa, que dudo en bajarse del auto y exponerse a ella, no solo eso, le daba un poco de miedo los relampagos.

Cuando por fin apago el carro, se bajo de este no antes tomando las llaves. Cerro la puerta por detras de él y se dirigió a las escaleras. No iba a subir por el elevador, no era recomendable menos cuando había lluvias tan intensas como las que se vivia ahora en Seúl, su capital.

Camino rapidamente hasta llegar al piso cinco. Su respiración se volvio porfunda gracias a correr por las escaleras. Eran apenas las 11:00pm, cuando llego hacia el piso de su alfa, su casa anteriormente.

Se aproximó al apartamento 1315 y toco repetidas veces. No abrio nadie, hasta que escucho unos pequeños gruiñidos y respiraciones agitadas desde las escaleras. Y ahí lo vio a él, empapado, con TaeSeok en sus brazos, quien tenía todo su cuerpecito tapado con una pequeña cobija, la que al parecer el alfa había comprado en la trayectoria.

El olor a pino menta era más intenso de lo normal, él cual se debía al reciente sudor. El alfa se acercó a él, mirandolo de pies a cabeza.

– Estas empapado, Taehyung.– pronunció Hoseok, mientras se aproximaba al alfa preocupado, quien pego un estornudo pequeño.

– Tenia que cuidar a mi cachorro, Hoseok.–  pronunció Taehyung, lo que hizo que el Omega sintiese un gran confor en su pecho. Su marca empezo a sentir tranquilidad y su estomago a reproducir mariposas.

– Gracias Taehyung.– sonrío un poco y le ayudo a sostener a su hijo.– Te ayudare con TaeSeok, tu abre la puerta.– cargo al niño y el moreno saco las llaves de su bolsillo.

Hoseok miro con más detenimiento el cuerpo de su alfa. Se quedo embobado al ver cabellos en su frente, el sudor y, la lengua traviesa de su alfa sobre su propio labio, dandole una imagen demasiado sexy.

El pelirrojo estaba tan absorto mirando al Alfa que no se dio cuenta de que ya estaba abierta la puerta, no hasta que Taehyung toco su hombro.

– Pasa Hobi.

El omega paso y sintió una oleada de olor
a pino y menta. Su lobo brinco por un momento felizmente, despues de mucho tiempo se encontraba de nuevo en casa.

– Solo le cambiare de ropa a TaeSeok y me ire...– Taehyung asintió un poco triste y se fue hacia la cocina para preparar té.

Mientras tanto Hoseok se dirigio al que era cuarto de su hijo y busco en el closet algun cambio de ropa cómodo. Cuando lo encontro, sin despertar a su bebé, lo cambió, dejándolo recostado en su camita.

Salio un momento, iba dirigirse a su armario
(el de su cuarto) pero paro en seco al escuchar el sorbido de Taehyung y algunos que otros estornudos fuertes.

– Diablos.– Sorbió su nariz de nuevo.

El omega se preocupó mucho y se dirigo hacia su alfa.

– ¿Alfa Te encuentras bien?– Se puso en el marco de la cocina.

– Si Hoseokie.– Estornudo.

– No es verdad, ven aqui.– Ambos quedaron estáticos por un momento pero Taehyung no renego y se acerco hasta quedar frente a
su omega. Ya cuando estuvieron juntos, a
centímetros, Taehyung  sintio la tibia mano de Hoseok en su mejilla.

– Estas resfriado.– pronunció Hoseok, y Taehyung  vio la bonita sonrisa del
omega, tan hermosa y angelical como siempre.

¿En que mundo habia estado todo este tiempo?

– Me quedare aqui, alfa, ven.– Antes de
tomarle de la mano apago la tetera y los dos se dirigieron al cuarto que compartian antes.– Te cuidare, no me iré.

Hoseok entro al baño y puso agua tibia en la tina. Espero cinco minutos en una incomodidad extrema con su alfa enfermo. Sintió mucha preocupación, era su institinto. Aunque un omega no pudiera cuidar a un alfa de golpes, podría cuidarlo de enfermedades y  otras cosas.

– Quitate la ropa.– Hoseok ordeno y Taehyung asintió. Quito su camisa primero para después desabrochar su pantalón, pero antes de hacerlo sintió la mano de su omega sobre su brazo, deteniendolo.

– ¡N-no fre-frente a m-mi!

– No hay nada que no hayas visto, mi vida.– pronunció Taehyung,  guiñándole el ojo pícaramente.










             
(N. J. A.)

𝑫𝑰𝑽𝑶𝑹𝑪𝑰𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora