El hombre caimán cap 1

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Si, mi amigo. Esta historia empezó aquí mismo. Y el que es hoy el hombre caimán se sentaba allí, dónde está usted ahora dispuesto a tomarse un vaso de ron, un queso y, por último, su plato de arroz con coco.

Miraba siempre asia la orilla opuesta del río y cuando adivinaba la presencia de alguien al otro lado, apuraba su arroz y desaparecía en el agua

¿Que por qué hacía todo esto?

No sé desespere, amigo, termine de tomarse su ron y escuché, que este cuento apenas lo empiezo.

Es una historia de amor, como todas, con la diferencia que el hombre salió mejor librado que cualquiera, a pesar de la todas las adversidades.

Así que si va a pedir otro trago, agalo de una vez, que yo aquí empezó mi relato y no paro hasta el final.

Un hombre, alegre y despreocupado, viajaba continúamente de pinillos a mangangue vendiendo toda suerte de alimentos y frutas hermosas.

A grandes voces y en medio del jugueteo entre el y las gente de por aquí, el hombre divertia a todos con sus historias absurdas de como adquiria los productos, hasta el punto de convencer a los compradores de que lo que llevaban eran objetos maravillosos.

Cuentos 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora