La historia nos cuenta de la vida que lleva Lucy Dragneel una famosa y hermosa violinista, la cual es juzgada por su marido Natsu Dragneel al creer que ella solo esta con el por su dinero.
Lucy intentara ser la luz que ayude a Natsu a ver la verdad...
Mi cuerpo tiembla, miro a aquellos hombres que empiezan a pegarme. Mis lagrimas empiezan a salir pero un fuerte dolor en mi pierna ase que un grito inunde el lugar.
Hombre 1: creo que hacerle una herida en la pierna ara que no escape.
Lucy: que es lo que quieren!!!!
Hombre 2: nada en especial, nos ordenaron acabar contigo.
Lucy: yo puedo darles dinero... ¿Quién les pidió esto?¿Cuanto ofreció?
Hombre 1: en verdad quieres saberlo.
Lucy: si
Hombre 1: Fue nada mas y nada menos que tu querido esposo Natsu Dragneel.
Sentí como mi cuerpo empezó a temblar, no quería seguir escuchando y mis lagrimas caían.
Lucy: NO!!!! eso no puede ser posible...el...el
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Hombre 2: pues aunque no lo creas el fue quien nos dio ordenes, además quería recibir el divorcio lo mas rápido posible... Eres demasiado bonita para no darte cuenta ...
Siento como mi mundo se desmorona sobre mi, aquellos hombres empezaron a golpearme. No se cuanto tiempo llevo aquí pero, quiero que esto acabe lo mas rápido posible... Mi estomago duele, y un sentimiento me llena, debo proteger esa parte de mi cuerpo. Aquellos hombres se burlaban, Natsu... Por que, que fue lo que hice mal, Por un carajo mi error fue amar, intentar dar cariño, salvarte la vida... dejar mis sueños para cumplir los tuyos...
Vi como los hombres se subían a una camioneta dejándome hay, con dificultad pude zafarme pero esto me costo que mis muñecas se lastimaran. Tome una navaja que se encontraba tirada y corrí asta que mis pies dolían, si no estoy mal es la una de la mañana. Por fin llegue a la casa, entre sigilosamente pero escucho como papá estaba peleando nuevamente con Natsu.
Natsu: te e dicho padre, llevamos mas de dos semanas buscándola y nada, ella se debe haber ido para llamar la atención.
Lissana: es verdad padre..
Igneel: Tu cállate, en primer lugar tu no deberías de meterte en conversaciones familiares.. Eres una mosca en todo esto.
Zeref: en verdad no entiendes Natsu, Lucy esta desaparecida algo malo le paso..
Natsu: lo que a ella le pase no es de mi importancia...
Esas palabras hicieron que mis dudas se contestaran, abrí rápidamente la puerta y todos me vieron, Lissana rápidamente se puso pálida.
Lucy: el divorcio!!! lo firmare rápido.
Igneel: Hija...(Lleve la navaja a mi garganta y mire a Natsu)
Lucy: quiero el divorcio ahora mismo!!!...
Natsu: Lucy, estas bien...(el se quería acercar )
Lucy: NO!!!! no estoy bien, desde que me case contigo mi vida a sido un maldito infierno!!!!. Sufrí abusos, insultos y lo que mas me duele es que tu jamás sentiste nada por mi... Intente darte amor, pero lo que recibía a cambio eran solo golpes, quiero el divorcio para librarte de esta farsa como tu la llamas.
Zeref: QUE TU HACIAS QUE!!!!
Igneel: O mi dios, Hija por favor... suelta esa navaja, ten por seguro que Natsu firmara el divorcio..
Lucy: Perdón, padre pero no lo haré. Y para barias el fue quien mando a que me secuestraran, me golpearan..
Natsu: Eh!? yo no hice tal cosa..
Lucy: no te creo, tu a mi me odias que mas podría esperar de ti... hazme un favor y firma el divorcio..
El saco el documento, pero antes de firmarlo me miro... Sus ojos estaban llenos de tristeza y confusión, por un momento me perdí en sus ojos pero me mantuve fuerte y el al ver mi expresión firmo el papel. Yo rápidamente tome el bolígrafo firmando sin dudar.
Lucy: Espero sean felices, y Natsu... Gracias por arruinar mi vida..
La navaja empezó a dibujar un hilo rojo en mi garganta pero a mis espaldas se escucha la puerta abrirse.
Loke: LUCY!!! Por favor baja eso, princesa...
Virgo: Princesa, no lo haga Acuario estará triste si lo hace.
Llegaron al hospital, Loke no soltó la mano de Lucy en ningún momento pero el empezó a llorar cuando el pequeño cuerpo desapareció por la gran puerta. Los minutos se hacían eterno y Loke solo llevaba su vista a su traje el cual estaba cubierto de sangre.
