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12. (Historia) Mal día de Mirabel Parte 2

-¡Camilo! ¿Se puede saber que te pasas?-gruñó Mirabel.- ¡Ni siquiera hemos desayunado! Y lo único que quiero es peinarme...

-¡Chicos! ¡Qué casualidad!- gritó alegre Bruno.- ¡Mirabel, mi sobrina favorita!- dijo abrazándola.- ¡Y mi sobrino de ruana, Camilo!- chocaron los puños.-¿Qué hacen aquí chicos?

-Bueno, Camilo me aplastó con un jaguar, malogró mi cabello...

-...le cayó masa de arepas, y debemos arreglarlo antes del desfile de las velas.- continuó Camilo.- ¡Hasta tu cabello se ve mejor, tío Bruno!

-Ah, muchas gracias, las ratas siempre me decían eso.-dijo con una sonrisa.- Puedo ayudarlos. En mi habitación hay un shampoo que puede arreglarlo. Los acompañaría pero estoy muy ocupado, lo siento chicos.-señaló a una persona.- ¡Oye tú, te dije que no cultivaras tu café ahí, se va a llenar de plagas en 5 meses!

Bruno se alejó, dejando a a Mirabel y Camilo solos en la plaza. Estaban seguros que nadie iba a ayudarlos porque estaban ocupados en los preparativos, además, a nadie le interesaría arreglar ese problema.

-Bueno, ¿Ahora qué? ¿A la habitación de Bruno?-opinó Mirabel, su primo asintió.

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-Me retracto de todo lo que dije sobre el tío Bruno.-admitió Camilo.- Su habitación es mejor que la mía.

-Nunca me dejas entrar a tu cuarto.- recordó Mirabel.

-Meh, si viste el centro de basura del pueblo, no te pierdes de mucho. 

-Pero... AHHHHH-gritó Mirabel mientras caía en un agujero que estaba entre toda la arena.

-MIRABEL!!!!!

Mirabel se estrelló contra un suelo de madera. Fue un duro golpe, y cuando se incorporó para pararse, sintió que su tobillo le costaba moverse.

-¿ESTÁS BIEN?

-Si, pero... Ay...-susurró.- Creo que me rompí algo...

-Tú no te preocupes, Mira.-aseguró Camilo.- Iré a ayudarte. 

Su primo saltó sin pensarlo en el hoyo mientras se convertía en un señor panzón, lo que amortiguó su choque en la caída. 

-¿En serio?

-¿Qué? ¡Es efectivo!- dijo Camilo en ya su estado normal.- Y creó que no estás bien, déjame ayudarte.-Le inspeccionó su tobillo, lo que le dolió a Mirabel y su primo se disculpó.-Tú tienes un par de trozos de arepas de mi tía Julietta.  ¿Dónde están?

-No las traje...-dijo Mirabel con tono pesimista.

-...¿Se las llevaron las ratas, verdad?

-Sí. ¿Cómo sigue mi cabello?

-Lo siento, solo puedo mirarte a los lentes.- sonrió Camilo.

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-Como la tierra en la lluvia.-seguía cantando Camilo.-Como el mar espera al río.

-Camilo, ¡Es como la quinta vez que cantas esa canción!

-Nah, estoy calculando cuánto tiempo llevamos aquí. Y es tanto que probablemente que Dolores ya haya tenido cinco bebés.

-¡Mirabel! ¡Camilo!-dijo Isabela desde afuera asomándose.-¿Mirabel?¿Camilo? ¿Se puede saber qué hacen? El juego de las escondidas es en la noche.

-¡Isabela!-dijo feliz Mirabel.- No lo sé, dile a Camilo, estoy aquí gracias a él.

-Bueno, sí,... en parte.

-No te ves nada bien, hermanita, suban...-les lanzó una liana.- Deben darles muchas respuestas a la Abuela después, porque todos ya se fueron y la ceremonia de las velas ya va a comenzar.

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Mirabel se dirigió hacia la plaza junto a su primo Camilo, a pesar de que él había sido quien le malogró el cabello y casi rompió el tobillo. Pero aún así, era su familiar, no le importaba lo que hiciera, porque aún así lo quería. Ya habría momento de pedirle a su mamá que le preparé arepas o arreglar correctamente su cabello.

-No pude pedir que lo siento, Mira.- dijo Camilo apenado.- Sé que arruiné tu día, y que te sientas bien en la noche de las velitas...

-Oye, no importa eso...- sonrió su prima.- Somos familia.

-Sí, pero ahora estamos en problemas.

-Bueno, eso tiene solución.

-Tú si sabes.- rio Camilo.

Encendieron sus velas y caminaron juntos hacia la plaza.

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Hola de nuevo! 

Así termina la primera historia y para esta, me quería centrar más en la relación que tienen Camilo y Mirabel (aunque me salió algo cursi xd), porque veía un gran potencial emotivo que lamentablemente no lo presentaron en la película. Espero que les haya gustado, y agradezco por el apoyo!

Cuídense, y nos leemos luego!