Y llegamos al quinto asesino serial, gracias por llegar hasta acá. Si no han leído los demás, deberían, son casos interesantes y cada uno cuenta con rasgos distintos al anterior.
No todos son ese clase de asesinos que buscan personas jóvenes o rivales de pandilla o narcotráfico, hay otros que eligen a sus víctimas únicamente por el odio que sienten en su interior. No es sencillo controlarse psicológicamente para estas personas, actúan en base a impulsos por lo que en su interior late y atacan con violencia, volviéndose integrantes de los "Asesinos Seriales", esa exclusiva lista conformada por "monstruos" según muchos.
En los años 90' las cosas se tornaban un poco difíciles ante el alza asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, por lo que los ojos del mundo se encontraban sobre tierras mexicanas, asesinatos que hoy en día siguen sin esclarecerse, como en la mayoría de los países en Latinoamérica. En esos años comenzó a suceder algo que a cualquiera le daría rabia, al ser personas que no pueden ni siquiera correr muchos de ellos, esconderse o gritar con libertad como alguien más joven que estas personas, muchas de ellas ya enfermas... si, ancianos. En la Ciudad de México comenzaron a aparecer cuerpos de mujeres de la tercera edad en sus hogares, y nuevamente, las autoridades mexicanas actuaron de una forma ineficiente. La presión mediática y una población enfurecida fueron su mayor enemigo y delator de las deficiencias que el sistema judicial poseía.
En el año 2003 se encontraron un total de nueve cuerpos que presentaban: golpes, cortadas e incluso sodomizadas, muchas de ellas fueron estranguladas hasta las muerte. Las autoridades iban realizando sus investigaciones, descubriendo que hacían falta distintos artículos de valor, pero la forma en como eran asesinadas no era normal para tratarse de un simple robo. Según algunos reportes, la ultima visita que recibieron estas ancianas era de una trabajadora social ya que en esos años se les daba una asistencia personalizada por parte del gobierno a las personas de la tercera edad —triste que esa iniciativa hubiese sido manchada por este caso—; el hecho de una mujer siendo la asesina no concordaba con lo antes visto por las autoridades, ya que no se tenían registros de un modus operandi como este que se le adjudicara a una mujer, claramente ya se sabia que se trataba de un asesino serial, pero no podían creer que fuese una mujer así que la máxima figura era que un hombre fue quien realizo tales hechos. Se tenían pruebas de mujeres asesinando por venganza, por escaparse con alguien o un arreglo simple de cuentas, pero por un caso así no.
—Mientras tanto, la población se les volcaba encima, les atacaba y necesitaban respuestas.
En el año 2004 tras el feminicidio de María Socorro Martínez Pajares fue que se hizo más latente el hecho de la existencia de un asesino serial y que atacaba ancianas; fue localizada en el interior de su domicilio, ubicado en Doctor Atl 164, colonia Santa María la Ribera. El cuerpo fue encontrado con una media sujeta al cuello, para este momento ya se contabilizaban 12 asesinatos y la presión seguía en aumento.
Fue hasta el año 2005 cuando se dio la noticia oficializando al asesino serial, y la cantidad ya había aumentado considerablemente. La policía arresto a dos sospechosos, con retratos hablados que fueron presentados por la procuraduría, siendo el titular de la dependencia: Bernardo Bátiz; dijo que ya habían resuelto nueve casos y que el resto se trataba de imitadores que adoptaron el modus operandi ante el poco actuar de las autoridades o la confusión que estos mismos tenían. Se tenían declaraciones que el asesino serial media 1.70 metros de estatura y aunque era de complexión robusta, aun no determinaban el sexo.
En enero de 2006 cuando parecía que el asesino se saldría con la suya, tras tantas detenciones y los asesinatos no disminuían, atraparon por fin gracias a la denuncia de un hombre que vivía con quien sería la última víctima, Ana María de los Reyes de 82 años edad —¿te imaginas asesinando a alguien de esta edad? Da cosilla pensarlo ¿verdad? —; la anciana había sido estrangulada hasta la muerte con un estetoscopio y apuñalada con un cuchillo militar dijeron las autoridades. El hombre se encontró con el cuerpo de la anciana y puso de inmediato la denuncia. El asesino serial fue perseguido, comportándose de forma violenta en contra de las autoridades hasta ser detenido. La detenida tenía el nombre de Juana Barraza Samperio de 49 años.
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Esta mujer nació en Epazoyucan, estado de Hidalgo un 27 de diciembre de 1957 y en su crecimiento sufrió con el alcoholismo de su madre que le causaba una infancia complicada, sufriendo abusos físicos y psicológicos constantemente sin la posibilidad de tener amigos, ir a la escuela y el dinero que llegaba a sus manos se lo gastaba su madre en más alcohol. Juana Barraza Samperio fue vendida por un par de botellas de alcohol por su madre a los 11 años. El hombre de 26 años a quien fue vendida abusó de ella sexualmente, teniendo su primer hijo a los 13 años teniendo finalmente una totalidad de 4 hijos y uno de ellos falleció en una riña callejera. Acerca de esto, en una entrevista realizada por Yolanda Andrade, dijo:
"Cuando él abusó de mí me tuvo que amarrar en la cama para poderme tocar (...) así que por dos cervezas mi madre me regaló con un hombre."
A lo largo de su vida aprendió diferentes cosas, una de ellas fue el aprender acerca de enfermería y comercializaba palomitas en las peleas de boxeo entre los asientos, fue allí donde uno de los managers del evento le convenció de que luchara, que aprovechase su complexión robusta, y fue así como se dedicó a ese ambiente con el seudónimo de "La Dama del Silencio" —y vaya que se convirtió en una dama del silencio. Así fue como se hizo conocida y logró salir adelante.
Un tiempo antes de ser encontrada culpable del asesinato de Ana María de los Reyes estuvo presente como luchadora en una entrevista, nadie pensaría que seria ella la asesina de estas ancianas, y así fue, muy poca gente creía que ella fuese la verdadera "Mataviejitas", incluso, tuvieron que presentarla en televisión abierta para que la nación conociere a la culpable de esos actos, presentando pruebas y justificando su detención —las autoridades ya no eran de fiar, habían perdido credibilidad y mucho más al haber detenido a dos personas como "autoras" de los asesinatos, incluso se dice que uno de ellos fue sentenciado a más de 50 años de prisión por esto.
Tras varios juicios en el año 2008 fue sentenciada a cadena perpetua tras comprobarle 16 asesinatos y 12 robos, pero se especula que pudieron ser hasta 48.
Juana Barraza Samperio no se adjudica los asesinatos, dice ser victima del sistema y que era inocente de todo, únicamente se adjudica la muerte de Ana María de los Reyes a quien dijo haberle estado exigiendo su pago y que la anciana le dio una cachetada, posteriormente sucedieron algunos cosas y la señora se golpeo la frente con la mesa de la cocina. La sentencia fue apelada por Samperio, más no hubo resolución favorable y actualmente guarda prisión por sus hechos. Algunos dicen que Samperio adjudico su odio hacia las ancianas a su madre, por el odio que le hizo sentir por todos los maltratos que padeció.
Existen algunos libros acerca de este personaje como: Me dicen la Mataviejitas de Edecancia Seudónimo —me suena familiar, muuuuy familiar.
Bien, este es nuestro asesino serial de esta semana y también el último que tiene que ver con México, puede haber más, pero ya van como cuatro y también hay más asesinos al sur como el caso del Monstruo de los Andes.
Hasta la próxima semana, no olviden comentar, compartir o dejar su estrella si les ha gustado el caso de esta semana.