INSTINTO SALVAJE (PERCABETH)

Capítulo 4

Aquella cita acabó varias horas después, a nadie se encontraba sentado en su carro aburrida, pensaba que debía traer algún libro o algo parecido, pero no, no se le había ocurrido. Piper salía de aquel local con una sonrisa pintada en sus labios mientras que Percy fingía una sonrisa claramente

tal vez la cita no fue buena para él- pensó Annabeth

Ellos se despidieron con un beso en la mejilla, Piper caminó hasta su auto, y el otro chico empezó a caminar parecía sin rumbo fijo, cosa que le pareció un poco extraña

una parte de Annabeth sentía la necesidad de seguirlo para saber que estaba ocultando, pero ya era tarde y aunque fuera en auto no bueno casile parecía conveniente el que su hermana estuviera manejando a estas horas sola, por lo que decidió seguirla

durante todo el recorrido ella no se dio cuenta de que alguien estaba detrás, Annabeth suponía Que el hecho de estar ensimismada o pensando en cierta persona la distraía de la realidad, pero así no comprendía cómo es que un chico podría distraerla de tal forma. pues no es como que estuviera haciendo la mejor conductora esta noche, inclusive pensaba que debía dar gracias de que no había ningún policía cerca para que le diera una multa y así su madre se entera de lo que había hecho.

pronto ambas llegaron a su respectivo hogar

- Piper -la llamó Annabeth, si aparecía en una especie de trance De hecho parecía que podría flotar en las nubes

- Annie- dijo con la sonrisa más boba que jamás habría podido salir de su rostro- que estás haciendo aquí tan tarde, bueno no importa mejor vamos a tu habitación y te contaré todo sobre la maravillosa noche que acabo de pasar- dijo tomándola del brazo para prácticamente arrastrarla a su habitación y tirarse en su cama

- Dioses jamás había salido con un hombre tan sexy, y sus brazos, esa cara, esa nariz, esas pestañotas, esos ojos, esos increíbles ojos verdes- decía mientras suspiraba con cada palabra

- basta Piper o te acabaras el aire de la habitación- Annabeth mientras se cruzaba de brazos

- no puedo evitarlo hermana, creo que me gusta me gusta mucho.- mi hijo mientras levantaba la cabeza para verme a la cara- y ahora que recuerdo Percy tiene un hermano que está igual de bello que él quizá podríamos arreglar una cita doble- dijo con una sonrisa pícara y un brillo en sus ojos que supe reconocer inmediatamente ese brillo estaba en sus ojos cada vez que se metía en problemas y quería meterme a ella en problemas

- no, no, no, no, no y No, ni siquiera te atrevas a pensar en envolverme a mí entonces historias raras Piper, yo no podría desobedecer a mi madre y eso es lo que tú haces siempre- comenta Annabeth

- vamos annie no seas tan aburrida, diviértete. la vida es una y tú siempre haces lo mismo trabajar, trabajar y trabajar por Dios eres joven aprovéchalo

- tal vez lo haga dijo ella dándose media vuelta para que su hermana no viera su rostro- tal vez una persona me haya invitado a salir y puede que acepte

Piper se levantó de la cama de un salto como si le hubiesen dado la peor noticia de este mundo, caminó rápidamente donde su hermano y la tomó de los hombros para mirarla directamente a los ojos

- júrame Annabeth Chase, tú nunca, jamás, de los jamases, pensarías o siquiera considerarías el salir con octavian- dijo ella muy contundentemente

en ese instante una carcajada salió de la boca de su hermana, dándole a entender que solo jugaba con ella

- claro que no saldría con él, bueno no lo haría en plan romántico él es como mi hermano, sería asqueroso pensar en salir con mi hermano de esa forma así que no tienes nada por qué preocuparte- dijo Annabeth dándole un respiro a su hermana menor

- genial, ahora si me disculpas, iré a la cama dormiré y espero soñar con mi Galán

ambos se despidieron con un "descansa" y cada quien fue a su cama, pero algo no dejaba dormir a Annabeth. Por su mente no dejaba de pasar es que el chico de ojos verdes y cabello azabache, no por el hecho de que realmente fuera guapo, que lo era, sino porque se producía una extraña sensación, debía averiguar qué era antes de que su hermana se ilusionara más con él y todo resultara ser un fraude, por qué ella no odiaría a alguien más de una manera tan ferviente y que a él se hiciera daño a su hermana

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Pronto llegó un nuevo amanecer, tanto Annabeth como Piper se arreglaron para tomar su desayuno como era habitual, la primera de las hermanas vestía un característico vaquero, con unas botas y una camisa manga larga y su sombrero, por el contrario, Piper Vestía una falda que le quedaba a la mitad del monstruo con unas botas de tacón y una blusa bastante sencilla y resaltaba su figura

- Buenos días familia Chase- dijo Octavian cuando ya las 3 mujeres de la casa se encontraban sentadas y listas para empezar a desayunar - Esta mañana las 3 se ven muy radiantes

- Gracias por el cumplido Octavian- comento Atenea- Dinos para quien es ese ramo de flores que llevas en la mano- pregunto haciendo la peor actuación de su vida

- pues pensaba regalárselas a una mujer muy especial para mí- dijo mientras veía el ramo con la curiosidad para después mirar a Annabeth- De hecho Sra. Chases, Si a usted no le importa me preguntaba si es posible que Annabeth y yo fuéramos a desayunar a otra parte

Dijo él mientras se acercaba para entregarle el ramo de flores, Ella lo recibió con gusto

- Vaya, pero son flores realmente hermosas, gracias Octavian por tu atención, pero lamento decirte que no podré ir a ningún lado contigo...

-¿Por qué?- Preguntan al unísono Atenea y Octavian

- porqué... pues porque...- Decía Annabeth sin saber qué excusa sacar

- Porque ella tiene un compromiso conmigo- dijo Piper sacando a su hermana de ese puro. los 3 los miraron sin comprender qué estaba sucediendo- si ayer ella y yo hablamos y notamos que no pasamos tanto tiempo como antes como cuando éramos niñas ambas tenemos actividades diferentes y nos quita tiempo, por ello habíamos acordado pasar todo el día juntas, y todo el día es todo el día- dijo mir

-Ruth - llamó a una de las empleadas de su casa- ponlas en agua- dijo ella para después entregarles Ramo luego susurro en su oído- y ahógalas

luego de eso ambas salen de la casa