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Advertencia// Ciberacoso

Clay miró fijamente su techo, su pecho se elevó y cayó tranquilamente. La luz de la luna se filtró a través de sus persianas, arrojando la menor cantidad de luz a su habitación. Al mirar en ese momento, se enteró de que eran las 4:07 a.m.

Un suspiro escapó de sus labios ligeramente separados. Se sintió desesperado.

Pensando. Es todo lo que podría hacer en este momento.

Ese número desconocido le había enviado un video de ocho segundos de él y George besándose borracho.

Un texto estúpido de; Duro, tío.

Clay ya no sabía qué pensar de él. Había pasado las últimas nueve horas llorando por ello, pero ahora se sentía vacío. ¿Arcilla era gay? Él nunca había considerado eso.

Odiaba que ahora tuviera que pensar en ello. Si era gay, bisexual, pansexual, o cualquier cosa. Ahora estaba fuera a la escuela. ¿Tuvo que poner una etiqueta en su sexualidad? Todo esto le dolía el cerebro, lo que se sumaba a su fuerte dolor de cabeza.

Se sentía como si esa noche hubiera arruinado toda su vida. Sabía que su familia iba a enterarse del vídeo de una manera u otra, era un pueblo pequeño. Clay temía lo que su padre diría. Siempre tenía miedo de sus opiniones sobre él, pero esto se sentía más importante que si doblaba o no su ropa de la manera correcta.

Otro golpe.

Georgie

¿Podemos hablar?

4:13 AM

Clay se mordió el labio. ¿Qué está haciendo George despierto? Volvió el pulgar sobre la opción de llamada. Otro ding le impidió dojng así.

Georgie

En persona. Estaré esperando en el parque cerca del tuyo.

Trae algo caliente, hace un poco de frío aquí fuera.

4:14 AM

Clay exhaló y se puso de pie. Era un sábado por la mañana, sus padres no estarían demasiado molestos si no estuviera de vuelta cuando se despertaron. Se puso una sudadera con capucha gris holgada, unos jeans y su conversación, y luego se fue por su ventana.

El aire fresco golpeó las mejillas de Clay mientras caminaba a toda velocidad. Estaba al menos a cinco minutos a pie del parque. El macho alto podía ver su aliento en el aire cada vez que exhalaba, y observaba cómo el aire blanco se desintegraba frente a sus ojos. Las dudas corrieron por su mente, pero él las alejó.

Por supuesto, mientras Clay doblaba la esquina del parque, un George solitario se sentó balanceándose ligeramente en el columpio. Se abrazó en un intento de calentarse. Clay dudó, pero una vez que cerraron los ojos, supo que no podía dar marcha atrás.

"Oye", sonrió George, sus dientes charlando por el frío. Clay murmuró un pequeño "hola" mientras se sentaba en el columpio junto a George.

Ambos se sentaron en silencio, uno cómodo. Ambos se miraron el uno al otro, sonriendo cuando sus ojos se encontraron. Fue agradable.

Pero, ¿por qué estaban aquí?

"¿De qué... quieres hablar?" Clay preguntó, plantando sus pies en las astillas de madera de abajo para evitar balancearse.

"La fiesta", George también dejó de balancearse, "lo siento por hacerte sentir incómodo. No quería darte el mensaje equivocado, y realmente pensé que tú también querías. Me siento como una mierda porque nada de eso fue consensuado, y solo sé que no estaba pensando. Nunca haría eso".

Clay apartó su mirada a cualquier cosa menos a George. Parte de él deseaba que ambos estuvieran sobrios en ese momento. ¿Pero por qué?

"Está bien", Clay sonrió, definitivamente fue forzado. George respondió el gesto.

"Clay", comenzó George, "¿Realmente... vives según las reglas?"

Arcilla rígida. "Uh... sí".

"¿Por qué?"

¿Por qué vivía según las reglas? Sencillo. Hizo las cosas más fáciles. La normalidad de todo hizo que su vida navegara sin problemas, pudo ser feliz sin distracciones. La normalidad se ha arruinado en los últimos días. George se convirtió en la distracción.

"¿Por qué eliges no seguir las reglas?" Clay preguntó, olvidándose de responder a la pregunta de George. George parecía que estaba profundamente pensado por un momento.

"Es divertido. La adrenalina de huir de la policía después de una larga noche de beber mucho, a veces fumar, tener que ocultar los secretos a tus padres", sonrió George con cariño mientras los recuerdos corrían por su cabeza. Clay todavía no lo entendía. ¿Qué tiene de divertido huir de la policía?

"Deberías hacerlo conmigo", se acercó George para empujar contra el hombro de Clay, su sonrisa contagiosa permanece en su cara. La arcilla levantó una frente. "¿Corre de la policía contigo?"

"¡Sí! Vamos a otra fiesta, la policía se estrella y corremos, joder. Tememos la posibilidad de ser atrapados y esposados, hacer que nuestros padres nos recojan, mierda así".

Clay sintió que su boca formaba una pequeña sonrisa. Su corazón se aceleraba en su pecho mientras lo imaginaba. Suena divertido. Su mente cambió al vídeo.

"¿Um, George?" Clay se mordió el labio. Su estómago se sintió muy raro mientras reprobaba el vídeo en su cabeza. "¿Recibiste un mensaje de texto?"

La expresión facial de George se ablandó, su sonrisa se convirtió en un ceño fruncido apologético. "Clay, lo siento mucho..."

"-George, no pasa nada. Yo solo..." El macho más alto miró hacia otro lado y comenzó a balancearse lentamente de nuevo. "Ni siquiera sé si soy gay".

George sonrió un poco antes de responder. "Vamos, al menos tienes que ser bisexual o pansexual. No hay manera de que seas heterosexual con la forma en que me besabas. Ningún "tipo recto" anda dando vueltas apasionadamente besándose con otro tipo".

El corazón de Clay se saltó un latido y su cara se enrojeció. "Estaba borracho".

"Mmm, vale", tarareó George y luego miró hacia la distancia. El cielo apenas se movía hacia un tono azul más claro. "¿Y si empezamos de nuevo?"

Clay amartillaba la cabeza hacia un lado, confusión escrita por toda su cara. George se rió.

"Como amigos. Claramente salí por el camino equivocado, y creo que eres un tipo genial", se rió George mientras agregaba un pequeño "y lindo".

"Ah, qué diablos..." La rubia sucia murmuró tímidamente antes de asentir con la cabeza, "Claro".

Tuvo que ignorar la duda que le roía. No tenía ninguna razón para alejar a George. Necesitaba dejar de protegerse del mundo real, o al menos de lo que era divertido de él. George parecía un gran paso para eso.

Ambos chicos charlaron hasta que el sol salió justo en el horizonte. El frío de la mañana todavía colgaba en el aire, pero era más tolerable a medida que el sol brillaba, su calor en ellos.

"Tengo que irme", murmuró George mientras revisaba su teléfono. Clay sacó su teléfono para comprobar la hora.

7:18 AM.

"Jeez, yo también tengo que irme", jadeó Clay, empujándose fuera de los columpios. "¿Nos vemos el lunes entonces?"

George asintió y se despidió un pequeño antes de caminar hacia su coche. El hombre más alto se aventuró a casa, solo para ser recibido en la puerta principal por su padre furioso.

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Troublemaker en españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora