Capítulo 6 Hora de dormir

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La tarde había transcurrido tranquila, Zhan también lo había estado. Ya era de noche y había llegado la hora de dormir, el grupo se sentía cansado, tanto que podrían dormir veinte horas seguidas.

Sin embargo, primero debían hacer dormir al omega.

- Zhannie - Hay que dormir bebé, tienes que descansar - Yibo insistía en hacer que el rubio aceptara ir a su cama, pero su plan era frustrado por el omega, quien estaba muy concentrado en las caricaturas que pasaban el la TV. - Mañana veremos más capítulos, pero necesitamos dormir, cariño...

No, era simplemente inútil.

El castaño, rendido, dejó al omega solo en la sala, saliendo de esta dirigiéndose a su habitación, cruzándose con Ayanga en el camino.

- ¿Qué sucede A-Yi? - Preguntó el pelirrojo al notar un leve ceño fruncido en la cara de su menor.

- ¡Estoy cansado GeGe! Zhan hace lo que le da la gana e ignora completamente mis llamados, no puedo llevarlo a su habitación y yo solo quiero dormir. No me ocuparé más de él, es solo un niño mimado y caprichoso, si necesita algo, ¡Qué lo consiga solo! - Exclamaba Yibo con un tono de voz molesto y cansado, el menor planeaba seguir con sus quejas, sin embargo un pequeño sollozo lo distrajo.

Zhan había estado detrás de él en todo momento, escuchando atentamente las quejas del menor, sintiéndose culpable de que su adorado A-Yi se sienta tan mal.

- Zhannie... - Susurró Yibo, preocupado al ver a su GeGe llorando por sus crueles palabras, sabiendo que le afectarían el doble gracias a su estado. - Bebé no.

El chico no terminó de hablar, pues el más bajo salió disparado a su habitación, tratando de remediar su error y así hacer que el enojo del castaño disminuya.

- Te recomiendo hablar con el, no le hará bien estar así. - Dijo Ayanga, quien había presenciado la escena anterior.

Yibo asintió a lo dicho por el mayor, llenado detrás de Zhan, para tratar de aminorar el malestar del omega y así pedirle disculpas por sus palabras.

La puerta de la habitación del omega estaba cerrada, optó por golpearla y preguntar si se le permitía pasar, pero al no recibir respuesta simplemente pasó.

El rubio sollozaba bajito, escondiendo su rostro entre las almohadas tratando de aminorar el ruido de su llanto.

- Bebé... Lamento lo que dije... - Yibo se acercaba despacio para no asustar al cachorro, pero este solo ignoraba las disculpas del menor.

Yibo tomó asiento a un lado del omega, acariciando la espalda baja de este, tratando de relajarlo lo suficiente para que dejara de llorar.

- Escucha... Se que fui brusco, estaba enojado, estoy cansado y alterado, nunca he cuidado de un omega y no tengo nada de experiencia, no sabia que hacer así que simplemente te deje solo... Dije esas estupidas palabras, que no eran verdad, se que solo buscas caricias y cuidados, que nada lo haces con maldad... Me seguiré ocupando de ti, me gusta hacerlo, me gusta mimarte y cuidarte, eres precioso Zhan... Por favor créeme, perdóname cariño... - Se desahogó el castaño con la mirada baja, arrepentido de haber dañado al omega. Al no recibir respuesta levantó su vista, sorprendiendose de un repentino abrazo de parte del mayor.

Zhan abrazaba la cintura de su menor, escondiendo su enrojecido y húmedo rostro - Gracias al llanto - en el cuello del castaño, restregaba su nariz en la unión de su cuello y hombro, feliz por el perfume natural del humano. Yibo solo podía cerrar los ojos y disfrutar  del abrazo de su GeGe.

- ¿Esto significa que me perdonas? - Susurró el castaño, recibiendo un asentimiento de parte de Zhan, quien aún seguía con su rostro escondido -  Gracias dulzura... Prometo que nunca volverá a suceder...

El omega alejó su rostro del cuello del chico, mirándolo fijamente a los ojos, observándolo dulce e inocentemente. Yibo solo podía pensar en lo puro y bello que parecía el chico frente a él y lo idiota que había sido en no notarlo anteriormente.

- Zhannie... ¿Tu me dejarías cuidar de ti siempre?, es decir, no solo en tu época de celo... - Sabia que el chico no entendería realmente a lo que se refería, pero necesitaba decirlo y liberarse de esa opresión en su pecho. - Quiero, no, necesito cuidarte y tenerte conmigo... ¿Me lo permitirías?

Zhan solo sonrió ampliamente y volvió a abrazar al menor. El más alto sabía que eso era un sí, tranquilo, decidió relajarse entre los brazos del omega.

Ambos durmieron juntos y acurrucados, nada podía ser mejor.

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