Nueva vida, Nuevo destino (Remake)

Capítulo 9

-Zack, perdimos el rastro- Me dijo un Mightyena a mi lado.

Ese grupo... ¿Porque se desviaron del camino principal? Iban bien hasta este punto.

-Pero hay otro olor en la zona. Parece un grupo de algunos pokemon tipo planta, acompañados de un humano-

Alzó mi oreja, interesado en aquello- ¿Cuántos son?- Los tipo planta son buenos en las emboscadas, tenia una cicatriz en mi espalda que evidenciaba ese hecho.

-Encontré el olor de maso menos veinte, ¿los seguimos?-

Ante esto, asiento rápidamente y él se pone a trotar en dirección opuesta a nuestro hogar. Chasqueo la lengua y lo sigo de cerca -¿Encuentras olor a sangre por aquí?-

Aquel pokemon disminuye un poco la velocidad y levanta la cabeza, tratando de captar mejor el aire. Luego de un par de segundos niega con la cabeza y yo suspiro, aliviado- No hay olor a sangre todavía... -.

-Espero que no sea tarde. Seria muy problemático que lo hayan capturado los entrenadores. O peor, los traficantes-

Los traficantes de pokemon son, como dice su nombre, traficantes. Capturan a los pokemon en contra de su voluntad y luego los venden al mejor postor. No es algo común, principalmente por las leyes que hay en este mundo sobre las leyes pokemon, pero obviamente hay quienes les importa un comino las leyes.

El problema son los compradores. Hay quienes averiguaron la forma de inutilizar muestras habilidades y usan a sus pokemon de formas... Que no valen la pena mencionar. Sólo e escuchado que algunos terminan en parrilladas de políticos corruptos... O siendo parte de un experimento de hibridación.

Solo se que son basura, lo peor de lo peor. Pero espero que ese grupo no haya terminado en sus manos.

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Antes de que diga una palabra más Carlos abrió la boca y lanzó un Rayo hielo hacia su arma, haciendo que está se congelará con sus manos en ella, imposibilitado usarla.

El cazador grito de dolor mientras retrocedía rápidamente y con furia en su voz, grito- ¡Matenlos!-.

El Serperior que estaba junto a él fue de inmediato hacia Carlos, pero con las pocas fuerzas que tenía, lanzó su último rayo de hielo, congelando la boca de la serpiente. Pero para nuestra desgracia, más serpientes empezaron a salir del bosque, acercándose a nosotros.

Maldicion. Apenas si puedo mover mi  cuerpo, Zuku estaba igual que yo. Mis ojos se centraron en la cola que me empezó a rodear. Apretó mi cuerpo y me levanto en el aire.

Carlos mostraba enojo y impotencia mientras el reptil se acercaba a su rostro. Levanto una pata y trato de patear su rostro, sin resultado alguno.

Entonces su gélida expresión paso a sorpresa... Y luego lentamente su expresión fue apagándose. Los colmillos de la serpiente se clavaron en su cuello.

Apreto los ojos, con rabia y miedo. Entonces sentí una respiración en mi espalda y la mirada del Serperior clavándose en mi nuca. Soltó una pequeña risa burlona, para luego susurrarme.

-Gran esssspectaculo, ¿no lo creesss?-

Aprete los dientes ahora y con la poca movilidad que logre conseguir, moví mi mata hacia atrás tratando de golpearlo, para solo ver que apenas si fue un toque en su mejilla.

Con miedo, contemple como abrió su boca de par en par y metió mi mano dentro de su boca... Y luego trago, empezando a tirarme hacia dentro.

En un parpadeo mi  cabeza ya había sido engullida y mi cuerpo estaba siendo aprisionado. Tenia ganas de vomitar ante este olor, esta sensación, esta... Situación.