Descubriendo la verdad

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Capítulo Número 2…

Es impresionante como la vida de la familia Manhcini dio un giro tan drástico en tan poco tiempo.
Pero en todo esto la verdadera incógnita era ¿Donde estaba Lecxandro?…….
Claramente el rizado nunca se imagino que su en ese entonces "mano derecha, hermano del alma", tuviera algo que ver con la muerte de su amada esposa, pero ya sabemos que las apariciencias engañan.
Fabricio ordeno que lo buscaran, pero al recibir las noticias de Leonardo, lo que le dijo lo dejo helado.

-Sr. Fabricio las noticias que le tengo no son buenas y dudo que sean de su agrado.

-Dime lo que tienes. Contestó el rizado mientras bebía un trago en su oficina.

-El culpable de la muerte de su esposa es…… Lecxandro, encontré sus huellas en todo el cuerpo de su esposa señor, y tengo testigos que presenciaron el hecho. Pero la mayor testigo que tenemos es su hija señor.

-A mi hija la dejas fuera de esto, dijo el rizado mientras golpeaba el escritorio con irá. -Ese desgraciado me las va pagar aunque me lleve toda mi put# vida. Muchas gracias por la información Leonardo ya te puedes retirar y ya sabes donde pedir tu pago. Le dijo al castaño mientras se sentaba nuevamente en su escritorio.

Esta vida del peligro se trata de pérdidas, pero esta era la peor perdida que un hombre podría tener….. El amor de su vida. 

Desde los 15 años el padre de Fabricio lo había ingresado en este mundo de la mafia, y desde esa edad empezó a entrenar con los grandes, ya sabia manejar armas y no le temblaba la mano para asesinar, pero tengamos en cuenta que la familia Manhcini estaba regida por una ley:
" solo matas cuando es necesario, no pierdas los estribos". 

Después de que Yuli naciera a el rizado nunca le gusto la idea de que su pequeña entrara a este mundo de mierd# donde si no eres el cazador eres la presa esperando a ser cazada, así que sin poder hacer nada respecto al futuro de su hija, solo le quedo instruirla y forjarla de valores.
Fabricio sin saber que decirle a su pequeña lo único que se le ocurrió fue decirle que su madre se había ido de viaje por un largo tiempo y que no sabia si regresaría. Claramente Yuli en su inocencia se creyó esa historia y solo se puso triste al saber que su madre no se había despedido.
Desde ese día algo cambio dentro del rizado, ya no era el mismo de siempre, se convirtió en alguien más frío que de costumbre. 
La pequeña Yuli empezó a tener pesadillas y ya que el día de la tragedia había sido un día de tormenta su miedo a los truenos empezó a aparecer.
Una noche como cualquier otra la pequeña entro al cuarto de su padre aterrorizada porque era una noche de tormenta.

-Papi, puedo dormir contigo esta noche?. Exclamo la pequña.

-Claro princesa. Dijo el rizado.

El sentir el calor de su pequeña le ayudo a dormir cosa que desde la tragedia no había sucedido.
Los años pasaron y pasaron y Fabricio nunca tuvo rastro de Lecxandro, la vida empezó a girar entorno a eso y haría hasta lo último con tal de encontrarlo.
Cierto día cuando Yuli  estaba en su cuarto y escucho por equivocación una conversación de su padre.

-Algo de él? Exclamo el rizado mientras hablaba tras su móvil.

-No señor, aún no tenemos nada, el bastardo se sabe esconder bien, y la cosa es que no tenemos ni la más mínima prueba para encontrarlo. Exclamó el castaño.

O al menos eso creían, nunca involucraron a Yuli en ese caso y ese fue su gran error.

-Lo se eso lo se joder!! Dijo el rizado, -Pero debemos encontrarlo, en algún lugar debe estar ese bastardo y yo juro que lo encontraré y gozare hasta lo último cuando lo haga. Dijo en un tono serio, para después tirar su teléfono.

La verdadera pregunta que carcomía el rizado era: ¿Porque lo hizo? ¿Porque asesino a mi jenny?, y la única que tenia esa respuesta era…. Su pequeña, aunque él no lo supiera.

El diablo espera por mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora