Mentira.

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Escribí esto, porque amo el Hualian x Wei Ying, nadie podrá detenerme. Me pidieron una historia especial de Save con Luo como pasivo, le entro, pero mientras escribo de estos tres qué son adorables, los amo juntos.

Jiang Fengmian miro a su esposa Yu Ziyuan parlotear sobre como podía él sentir algo por Cangse SanRen ignorando la mirada cansada del líder de secta. Quien ciertamente no había hecho nada más que ignorar su habitual parlotear.
Estaba cansado de la mujer, se había casado con ella por obligación, para darle herederos a su secta. Había tenido hijos con ella, casi a la fuerza, se arrepentía tanto de seguir a su lado.
Tenia que fingir qué no le enojaba cada que se atrevía a gritarle, cada vez que le reclamaba qué él no la amaba como debía. Ella era consciente de eso, se había atrevido a deslizarse en su cama para obligarlo a casarse.

Sus padres solo habían aceptado el absurdo matrimonio, porque no querían decir en voz alta qué él era un doncel, que claramente aunque hubiera tenido sexo con Yu Ziyuan no la podría dejar embarazada porque era infértil. Por eso no quería a los hijos qué ella tanto había deseado darle y le había dado.

Ella no dejaba de hablar de la esposa de su primo, había fingido con gusto el hecho de que Cangse SanRen era la razón de porque no la amaba, su primo no se había enojado, solo se había reído diciendo que era una total tontería de que Yu Ziyuan no pudiera ver la verdadera razón, ni su mejor amiga se enojo, solo le hizo prometer qué cuando fuera necesario él devolvería el favor qué ella le estaba haciendo.

Había aceptado con facilidad, ellos habían hecho tanto por él y no podía morder la mano qué lo sostenía en secreto. No era tan mal agradecido como Yu Ziyuan, no era de esa forma.

—¡Silencio!—grito lo suficientemente alto llevando la sorpresa de todos en el pabellón.

Los ancianos retrocedieron ante el grito enojado de Fengmian, él hombre en raras ocasiones se enojaría y alzará la voz. Jiang Yanli inclino la cabeza y cubrió sus labios con sus mangas. Era una niña lista y sabia que su papá estaba enojado.
Ella miro a Yu Ziyuan sin emociones reales, conocía a esa mujer desde que tenia memoria, pero nada fue tan agradable como verla callada.

—¡A-Xian se quedara con nosotros y es todo!—sentenció con enojo—es el hijo de mi primo.

Los ancianos comenzaron a hablar más rápido, con más fuerza y profundidad. Emocionados de que Wei Ying pudiera llegar a la secta y quedarse. Todos los ancianos habían adorado a Wei Changze, era uno de los mejores discípulos, el más hábil, inteligente y fuerte. Su esposa solo lo hizo más poderoso, hasta que ambos decidieron qué querían irse lejos.

Fengmian no lo detuvo, su primo era de la línea directa de la familia Jiang, no un simple sirviente. Su primo pudo haber tenido el asiento de líder pero había decidido ser libre, y eso estaba bien, era su decisión, ahora solo quedaba cuidar a su familia.

—He hablado—miro a la mujer de cabello violeta enojarse—y sí tienes alguna queja, podemos divorciarnos.

El látigo espiritual, zidian, brillo con potencia mientras tomaba forma en las manos enojadas de Yí Ziyuan. Antes de que alguien pudiera hacer algo, la mujer cargo contra su esposo en furia ciega.
Fengmian quiso retroceder, pero lo único que pudo hacer fue tomar a A-Li entre sus brazos y cubrirla de los ataques desquiciados de su esposa, las manos le temblaron cuando el ajetreo trajo a los dos menores a la sala principal.

La mujer enojada se dio la vuelta con el látigo sin ser desactivado. Su furia ciega solo se encendió más cuando observó al niño de cabello oscuro y ojos plateados parado, tomando la mano de su preciado hijo, ambos niños la miraban.
Como sí Jiang Cheng supiera algo, intento cubrir el cuerpo de Wei Ying con el suyo, pero fue absolutamente tonto el intento. Wei Ying quien era mayor y entendía a la perfección intercambio lugares con su dìdì, el grito de Jiang Yanli lleno el pabellón mientras veía a su dìdì ser azotado hasta que la espalda comenzó a sangrar.

—Baba haz algo—sollozo tirando de la ropa del hombre que apenas podía ponerse de pie—A-Ying y A-Cheng.

Eso impulso a Fengmian a levantarse y tomar su espada. La desenfundó con la maestría de un espadachín, había aguantado tanto a la mujer, que en enojo profundo desvío el látigo y sin pensarlo la amenazó.

—No toques a mis hijos—gruño desde lo profundo desde su pecho.

—¿Admites qué es tu hijo?—grito la mujer colérica.

—Lo es—grito—lo es, A-Xian es mi hijo—sintió el dolor recorrer su cuerpo—él sí es mío.

Yu Ziyuan dio un grito indignado, pero los murmullos de los ancianos Jiang se detuvieron. Uno de ellos recordó, de manera vivida las cosas y dio un grito enojado, era una de las pocas mujeres que recordaban la condición de su líder de secta, la mayoría de ancianos lo habían olvidado luego del nacimiento de Jiang Yanli.

—¡Esa mujer ha engañado al joven maestro!—siseo una vieja mujer con los ojos oscuros reluciendo llenos de ira—¡Es una vil mentirosa y promiscua!

Algunos ancianos (relativamente jóvenes), no entendieron las palabras de la mujer, hasta que algunas cuantas mujeres murmuraron el secreto qué no había salido nunca de la secta. Entonces un coro de sorpresa lleno el salón principal.
Jiang Fengmian bufo enojado, pensó que los ancianos se darían cuenta del engaño desde que Yu Ziyuan quedo embarazada la primera vez.

—¿Con qué descaro te atreves a llamarme puta?—grito más que enojada, la lengua peligrosamente venenosa de la mujer lleno el pabellón—Tú maldito cerdo infiel.

Jiang Fengmian sonrió con burla, y sin temer tomo la espada apuntando al cuello de Yu Ziyuan.

—Soy un doncel, maldita perra—siseo cumpliendo la amenaza, con los ojos de la mujer sumamente abiertos.

Tomo a Jiang Cheng entre sus brazos y cubrió los ojos de Wei Ying, Jiang Yanli había sido cubierta por su vieja abuela, los gritos de la niña llenaron el salón principal, los sollozos de ambos niños rompieron el aire. Las doncellas de compañía de Yu Ziyuan habían aparecido entre las sombras mirando a su antigua Madam muerta, solo suspiraron en rendición.

—Limpiaremos—la voz Jinzhu y Yinzhu qué sonó al unísono sorprendió a todos los presentes.

Todos esperaban qué ambas atacarán enojadas intentando vengar a su dama, pero solo se inclinaron con un arco respetuoso, Jiang Fengmian se quedo con el suspiro de alivio atorado en los labios. Todos los ancianos se quedaron sin comprender, mientras qué Jinzhu y Yinzhu sabían mejor que nadie todo lo que ocurría.
Ambas apoyaron fielmente a su señora, hasta que se enteraron de la verdad del líder de secta. Era siempre amable y nunca intento hacer menos a su ama, pero Yu Ziyuan no podía quedarse contenta con haber atado al hombre que quería.

Ellas eran leales, nunca morderan la mano qué las alimenta. Pero, Yu Ziyuan había dejado de quererlas, las había pateado como lo hace un amo con su perro, ¿por qué no tendrían derecho ellas a conseguir un nuevo amo?, ellas habían sido las más leales, aunque murieran de hambre y vivieran en la sombra de una señora que las golpeaba cuando nada salía como ella quería.
Pero se habían cansado cuando ella se atrevió a usar a Zidian contra ellas, eran fieles, la querían y apoyaban sobre todas las cosas, ¿por qué tratarlas como perros callejeros?

—Jinzhu—Jiang Fengmian llamo con calma—Yinzhu, hagan qué parezca un accidente de cacería nocturna—declaró sin miramientos.

—A su orden líder—ambas hablaron al unísono.

—Gracias—sonrió con un suspiro tranquilo—luego tomen un descanso, y compren las cosas que quieran.

Los ancianos asintieron, llamando a los médicos. Todos tendrían una larga noche.

The Black Prince. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora