Verdad.

1.7K 188 46
                                    

Wen Kexing realmente es el gemelo de Wei Ying, ellos dos tienen una conexión. Sí bien Wen Xu es mayor que todos, Jiang Yanli es la segunda y Wen Qing la tercera son mayores que todos, luego iría Wen Chao. Qué sería el cuarto hermano. Wei Ying es el quinto y Wen Kexing el sexto, A-Ying es el gemelo mayor por minutos. Luego tenemos a Jiang Cheng y Wen Ning.
Bien, Jiang Yanli y Wen Qing son realmente mellizos, Jiang Cheng y Wen Ning lo son también, Wen Xu y Wen Chao fueron un embarazo relativamente tranquilo. Debido al tiempo y las edades todo calza a la perfección para el plan de Yinzhu e Jinzhu.

Wei Ying sonrió con todos los dientes mientras miraba a Kexing sonreírle a A-Cheng detrás de su abanico. Su JieJie estaba riéndose, mientras Xu-gege reía un poco mirando con atención a sus hermanos. Xu-gege dijo que estarían de visita mientras terminaba el "funeral" de la dama del muelle de Loto.

Dio un par de brincos, antes de mirar una lindas flores de melocotón siendo colgadas del ala de una linda mariposa plateada qué estaba revoloteando emocionada. Quiso tomarla, era linda, pero en un abrir y cerrar de ojos un par de mariposas plateadas lo rodearon revoloteando entusiasmadas, ignoro la risa de su JieJie y la voz siempre misteriosa de su dìdì qué ocultaba su rostro detrás de su abanico.
Solo se entretuvo escuchando el suave batir de alas pequeñas, mariposas plateadas y resplandecientes qué lo rodeaba emocionadas. Extendió las manos intentando qué alguna se posara en ella, con la risa más encantadora y divertida de todas disfruto de las pequeñas patitas andando encima suyo, la risita se le salio de los labios, mientras qué sus hermanos se quedaron congelados.

Habían escuchado rumores de esas lindas mariposas y muy pocas personas hablarían en voz alta sobre la leyenda de Xue Yǔ Tàn Huā. Muy poco gente se atrevería a tocar sus mariposas de manera tan libre.
Muchos temieron hacer enojar al hombre de rojo, pero Wen Kexing no temió, camino decidido hacia su gemelo, nadie podría decirle sí puede o no acercarse hacia su A-Ying.
Pero estas solo se agitaron enojadas, sin dejar paso listas para atacar a cualquiera que quisiera mirar al niño de apariencia inmortal.

La dulce voz detuvo la guerra horrible qué estaba a punto de tener lugar con su dìdì y las mariposas.

—A-Feng—A-Ying miro con ojos retadores a la principal instigadora de la revuelta—deja a Xing-didi—regaño extendiendo su mano para tomar a la pequeña.

La mariposa parecía extrañamente apenada, el resto solo se alejo obediente y rodeo de nuevo al niño. Llenó su ropa como sí fueran pequeños adornos tejidos, su sonrisa fue cegadora cuando su pequeña amiga se posó en su cabello y fingió ser un adorno.

—¡A-Xing!—grito corriendo hacia el menor luego de discutir con las mariposas sobre no ser groseras con su hermano.

Él menor parpadeo, pero abrió los brazos para recibir a su Gege, ambos tenían diez años, el mismo cumpleaños de manera no oficial, eran gemelos y no tenían el mismo rostro, pero estaba bien. Su gege era mayor por un par de minutos, era fuerte y siempre sonreía. Su gege era el hermano favorito para muchas personas. Pero su gege solo lo tenia a él como favorito.

Entonces que sea lo que intentará llevarse a su gege tendría que pasar por encima de él. Eran gemelos, habían nacido tomados de las manos, habían dormido por mucho tiempo en la misma alcoba, compartieron cuna y cama, terminaron con los mismo padres sustitutos; (hasta que estos los separaron por su seguridad); habían crecido juntos, viviendo día a día bajo la idea de que eran lo único que estaría bien hasta que Baba Jiang pudiera ir a buscarlos o A-Die Wen dijera que era seguro estar en casa.
No había nadie más para Wei Ying, no, ni Xu-Gege o Chao-gege, mucho menos Qing-JieJie o A-Li-jieje.
Tampoco Cheng-dìdì o A-Ning-dìdì. Nadie era más importante para su A-Ying qué él, nadie, eso no lo cambiaría nada en el mundo, menos un tonto rey fantasmas de la nada. Wen Kexing sería y era él próximo amo de la secta Jiang o de la secta Wen, con la que estuviera de humor para tratar, nadie podría retarlo ni llevarse a su gege sin enfrentarlo.

The Black Prince. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora