Aislamiento vocal

Una escuela muy particular

Era el primer día de clases de la preparatoria Itan, todos los estudiantes caminan a sus respectivas clases para iniciar la jornada académica.

Hiroito Tadano, es un alumno promedio, nadie especial aparentemente. Despreocupado camina a la preparatoria para empezar las clases pensando cómo había conseguido entrar a esta preparatoria. En fin, fuera como fuera, él estaba allí y no podía quejarse, ni de lo que le esperaba en tal preparatoria, de variadas personas en su apariencia al entrar.

Un caminar despreocupado mientras llegaba a su casillero lo caracterizaban. Dejando como dicta la costumbre japonesa sus zapatos para estar en la calle por los de la escuela, cuando una chica, de particular y hermoso aspecto estaba haciendo el mismo acto. Tadano, quedó asombrado con la belleza de la chica, no quería resaltar en aquella preparatoria, sin embargo, aquello no le restaban la necesidad natural de saludar, después de observarla un par de segundos.

Justo cuando él iba a hacer algo, aquella delgada chica, de un largo cabello y de finas facciones faciales atípicas para una japonesa promedio. Aquella chica, volteó su cabeza y observó a Tadano, buscando hablarle, su cuerpo no hizo más que temblar, Tadano se extrañó por el asunto y era visible la timidez de aquella chica para hablar. Tadano, intentó levantarse; sin embargo, al más mínimo movimiento, aquella chica, empezó a huir a paso ligero por un pasillo.

Algo sorprendido, no pudo decir demasiado, por lo que prosiguió a asegurarse de tener lo necesario para el día escolar y emprendió marcha a su salón de clase, pensando en aquella extraña chica y su particular comportamiento.

Caminaba por los pasillos de la escuela, notando personas extrañas en una escuela cualquiera. Tadano solo podía observar a quienes estudiaban y entró a su salón de clases, sentándose en el primer lugar que encontró literalmente.

"Recuerda Tadano, perfil bajo" se dijo para sus adentros cuando volteó la cabeza, encontrándose de nuevo con aquella chica. El cuerpo de Tadano se empezó mientras internamente se gritaba su "mala" suerte

Dejando de lado aquel detalle empezó a observar a su alrededor como se llenaba el aula, habían personas la mar de curiosas en aquel lugar, en particular, cuando miró detrás de él había 2 curiosas personas que no eran para nada japonesas, tenían rasgos extranjeros. Uno de los extranjeros era pelinegro, rasgo típico por lo general, piel pálida, ojos verdes, una estatura superior a la de sus compañeros de clase, una postura bastante recta y firme intimidaba en cierta forma, a pesar de sus rasgos juveniles. Por otra parte, había una chica peliroja con cola de caballo en el cabello, ojos azules, un cabello tan largo que le llegaba a la cadera y una estatura promedio superior, definitivamente en palabras del pensar de Tadano, ella era la segunda más alta dentro de esta clase, por otra parte, en los ojos azules de aquella chica, se podía notar que sus pupilas estaban enrojecidas, tal vez sería que ella tuviese sueño o se quedó frente a un computador, fuera lo que fuera, no era problema suyo, sino de ella.

Tadano simplemente prefirió evitar darle mayor atención al asunto y se volteó debido al sonido de la campana que indicaba que el día escolar iniciaba para los estudiantes. Los últimos estudiantes llegaban a sus asientos, antes de que la profesora entrara en el salón.

Tadano seguía dándose a sí mismo la idea de un día tranquilo. Lo cual en definitiva sería su error, empezando por las personas a su alrededor y terminando en las 2 personas detrás de él.

Con tales observaciones, la profesora del aula se presentaba, era fácil para alguien con buen ojo, que había algunas personas de ese salón de clases observando a la joven al lado de Tadano, sin importarles realmente lo que dijera la profesora. Tadano los observó por un momento mientras escuchaba a la maestra presentarse.