Amistades peligrosas

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4 am

Cuando todos duermen es cuando los bajos fondos de la sociedad suelen moverse y aquellos que suelen tener poco manejo suelen ver, observar y otros ignorar.

En la casa de los jóvenes extranjeros el joven George se levantaba como habitualmente lo hacía. Siempre al lado de su compañera de habitación sin decir una palabra caminó a tomar algo de ropa y cambiarse para iniciar su día.

"Ya está todo listo para hoy, descansa" dijo a la durmiente Stace cuando tomó su ropa y salió del cuarto hacia el corredor del departamento.

Rápidamente se vistió con ropa deportiva negra, se describía asimismo como una persona saludable en muchos aspectos y sus rutinas asimismo hablaban por él cuando salió del mismo departamento a la calle. Vivía en un departamento que en palabras del joven hubiera sido descrito como una torre si no fuera por la falta almenas y ese tipo de cosas medievales.

Rápidamente salió a correr por las calles de la ciudad. Observando la ciudad en la que estaban, era un corredor habitual y veía con curiosidad el estilo de vida japonés, sentía las cosas en mayor orden al que solía conocer lo cual parecía bastante extraño.

Observó todo lo que pudo en dirección a la preparatoria Itan. Aprovechó en correr en búsqueda de centrales de transporte terrestre, encontrándose con 2 en su camino

Al terminar su recorrido por la ciudad rápidamente regresó a casa. No había personas despiertas en su recorrido, suerte para él que pudo observar detenidamente la ciudad dentro de lo que le era posible.

Habiendo regresado e interiorizado las centrales de transporte terrestre pensó en su simpleza sobre rutas de salida de la ciudad o simplemente de alejarse del área residencial de donde vivía. No vivía plenamente como hubiera deseado, pero nada que una idea clara y algo de ingenio no lograra solucionar. Eran las 5:30 de la mañana tiempo era lo que le sobraba cuando una llamada entró a su telefono ubicado en el comedor de la casa.

"Aló. ¿Quién es?" Nadie sabía lo que había del otro lado de la llamada tras el celular antiguo que llevaba de aquellos que a día de hoy se conocerían como desechables

"Hijo mío, que bien que te encuentro, ¿como estás?" Al parecer era algun familiar cercano, había revisado el número y recordando los mismos además de su voz era un conjetura obvia.

"Bien, aunque no deberías llamarme, mamá. No estoy de humor para dejarme encontrar sin dar pelea. Adiós" cortó la llamada tan pronto terminar de hablar, sin esperar a que pasara de los 30 segundos una conversación realmente efímera.

"Debí tirar este teléfono hace días" Caminó a su mochila de la escuela donde estaba todo extremadamente organizado en la perfección del color, tamaño, necesidad entre otros. Buscando su lugar para lo que debía botar había gastado unos 15 minutos incluso alineando lo que se movía con el pasar de sus manos.

Ubicó el desechable en el compartimiento mas exterior de su mochila escolar en una bolsa de nombre en idioma Ingles: "tirar a la basura lejos de casa"

Habiendo terminado su trabajo de organización caminó hacia la cocina preparar su desayuno y el de Stace. Preparando un omelette y jugo de naranja para ambos en cantidades simétricamente iguales en forma y peso, con definitiva precisión mecánica.

"El olor te delata cerebrito. Hoy es día de omelette" estando con un pijama poco creativo al entender masculino aquella fémina de nombre Stace caminaba hacia él mientras ponía la mesa para desayunar.

"El desayuno está servido. Come para irnos que tenemos trabajo que hacer" George se ubicó en la mesa junto a la nevera de la casa en su lugar al igual que ella del otro lado de la mesa con vista a la calle.

Aislamiento vocalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora