Me removí incomoda al sentir un peso en mi estomago. Abrí los ojos y me encontré acostada en el... ¿SUELO?
Mire el peso en mi estomago. Un pie, grande, muy grande y oloroso estaba en el. Gire mi cabeza y me encontré a Julian, Martin, Liv, Caroline y Joseph acostados unos encima de otros. El pie... ¿De quien era? De Joseph.
— Quita tu pie de mierda de mi bello cuerpo — Grite. Despertando a todos
— Me la chupa Farah — Murmuro entre sueños a Joseph.
Estalle en carcajadas y me senté. Aunque algo blando estaba debajo de mi trasero.... Christopher?! Tenía mi trasero encima del estomago de Chris.
— !¿COMO CARAJOS LLEGUE AQUI?! — Grite y sentí como Chris me empujaba cayendo en Julian.
— Quitate Caroline — Me lanzo Julian y cai en Martin
— No mandes a tu novia hacia mi! — Me tiro y cai en Liv
— Quitate maldita obesa — Me lanzo Liv y recai en Martin.
— Lanzame hijo de puta y te aplico la ley del hielo — Grite.
Martin y todos abrieron sus ojos. Estaba en las piernas de Martin y el acostado.
— Hola — Sonrío
— Hola mi trasero Gerard! — Bufé y me levante
— Problemas en el paraíso — Hablo Julian
— Callate! — Gritamos todos.
Estallamos en carcajadas inmediatamente. Aunque tenía varios puntos dudativos.
1 ¿Como llegue aquí?
2 ¿Que se supone que hacíamos?
3 ¿El ultra de África del sur no es en unas horas?
Patrick entró gritando a la habitación.
— Martin, Julian, Joseph y Liv tienen que tocar en el Ultra. Estamos en Canada! Todos se alistan. En veinte minutos en la jodida recepción y o se quedan. TODOS! — Grito
Corrí al baño de la habitación seguida de Martin y entre.
— Garrutas. Sabes que te amo verdad? — Bese su mejilla y cerré la puerta
— Samantha Stevens! — Grito
Reí y entre a la ducha.
Salí del baño y estaba vacía la habitación.
Abrí el closet y saque unas bailarinas negras, un vestido blanco con rayas negras y un lazo en la cintura blanco. Puse unas Ners glasses y peine mi cabello. Cogí la maleta y salí de hay.
— ¿Porque llevas vestido Sam? — Río burlona Caroline
— Caro. Es África, esta el desierto del Sahara. Hace calor! — Guiñe el ojo y camine a Martin
— Eres sensual — Hablo con su acento holandés
— Lo se — Rei y bese sus labios.
Patrick nos indico que subieramos a nuestros autos. Los cuales nos llevarían al aeropuerto. Subimos a los Audis y suspire.
Se suponía que Martin y yo pasaríamos las tres semanas en Holanda. Aunque las pasamos en Canadá.
El jet de Martin estaba en la pista. Subimos y Martin se sentó al frente mio.
— El vuelo no es tan largo, solo ocho horas — Hablo Mark
— ¿Ocho horas? — Gritamos
— Son las ocho de la mañana. Llegaremos a África en la tarde, exactamente a las cuatro de la tarde
— Argh — Bufé y el jet despegó.
Todo el viaje. La mayoría de nosotros estaba dormido, excepto yo.
Abrí twitter y estaba completamente lleno de menciones.
@SamanthaStevens: New Projects soon Babies! (Nuevos proyectos muy pronto bebes)
@SamanthaStevens: Hier gaan we Afrika. Mijn baby is gaan spelen in de ultra. Ik hou van je @MartinGarrix (Aquí vamos África, mi bebe va a tocar en el ultra. Te amo)
El móvil de Martin sonó. Haciendo que se levantara y lo mirara. Supongo que leyó lo que twittee porque sonrio y escribió algo.
Segundos después. Mi móvil vibro entre mis manos.
@MartinGarrix: Ja, ik hou van je, maar mijn prinses. @SamanthaStevens
Reí y me levante para sentarme en sus piernas.
— ¿Sabes que te amo? — Sonrío
— Si. Garrotas — Reí y bese sus labios
— Te amo y eres mía — Mordió mi labio inferior
— Te amo y tu eres mio — Ronronee
— Todo tuyo — Río y me abrazo.
Sin duda alguna. Mi vida junto a el, era la felicidad completa.
Bajamos del avión y el calor de el sur de África se empezaba a sentir.
Camine de la mano junto a Martin. Tan solo iríamos al hotel para cambiarnos e ir al estadio.
— Señor y Señora Garritsen disfruten su estadía en África Resort — Sonrío el chico al entregar nuestras llaves.
Sentí mis mejillas rojas por el apellido dicho. Camine de la mano con Martin y subimos al elevador.
— No suena mal. Señorita Garritsen — Beso mi mejilla
— Jo. Tenemos dieciocho querido novio — Reí y entre a la habitación
— Mala — Tiro su mochila.
Negué y me agache para buscar ropa entre la maleta. Cuando me levante sentí la presencia de Martin a mis espaldas.
— Ese vestido te queda sexy — Susurro en mi oído para morder el lóbulo
— Martin quieto — Jadee al sentir su torso en mi espalda.
— No — Me dio vuelta y puso sus manos en mi cintura y yo en su cuello.
Llevó su cara a mi cuello e hizo un chupón en el. Inconscientemente pase mis manos por su espalda.
Bajo sus manos a mi trasero y desato el nudo del lazo blanco del vestido.
Pase mis manos por su pecho y metí las manos debajo de la camisa. Martin no tenia el abdomen perfecto, pera era sensual. Enrede mis piernas en su cadera y pego a la pared.
— No sabes las ganas que tengo de que grites mi nombre — Gruño en cuello para acariciar mis muslos
— jmm — Murmuré.
Martin podía tener su cara de ángel, pero era un completo pervertido.
Estaba por quitar la camisa a Martin cuando la puerta se abrió. Maldita sea.
— Oigan chicos... Estoy traumado! — Grito Julian
Reímos y acomode mi vestido para entrar corriendo al baño.
Martin y yo, podíamos tener dieciocho años pero teniamos las hormonas, muy, muy alborotadas.
