ESCLAVO Y AMO [PAUSADA]

~ 4 ~

Lucía bajó al comedor y se encontró con la amena conversación que sostenían su papá y la institutriz. Esa mujer con la que se había quedado a cargo desde lo acontencido.

No simpatizaron desde el primer día. ¡Sí! el sentimiento era más que compartido. Ya que Viviana sólo hablaba maravillas de ella, cuando él llamaba y una vez que finalizaba la llamada, era una arrogante de campeonato.

-Lucía: -Fingiendo un carraspeo- Hola papá, ya llegué. Ya podemos cenar los DOS -Le sonríe-

-Joaquín: Viviana, por favor informe a Sandra para que ya nos sirvan la cena y puede retirarse a descansar.

-Viviana: Pero puede necesitar algo más -Sonriendo hacia Joaquín-

-Lucía: No creo que necesitemos algo más y de ser así yo puedo hacerlo. No en vano desde hace cinco años me lleva usted enseñando a hacer mis obligaciones ¿No?

-Viviana: Tiene razón Señorita Lucía. Tengan buen provecho y una excelente noche. Permiso -Retirándose sin decir una sola palabra-

-Joaquín: Me parece que fuiste algo grosera con Viviana, hija.

-Lucía: Para nada papá, simplemente quería nuestro espacio. Hemos pasado tanto tiempo sin vernos, es obvio que quiera tenerte para mi sola o no?

Joaquín al escuchar la última frase, sintió que su cuerpo se estremeció ligeramente. No sabía porqué tenía esas reacciones con su hija. Trató de disipar los malos pensamientos con la llegada de Sandra que les traía la cena.

-Sandra: -Trayendo el último plato- ¿Necesitan algo más?

-Joaquín: No Sandra, muchas gracias. Puede ir a descansar.

-Sandra: Señor, lo haré cuando finalice de lavar los platos.

-Lucía: Sandrita ve a descansar -Le da un beso en la mejilla- Yo lo hago por ti, además que no son muchos.

-Sandrita: De acuerdo mi niña preciosa. Hasta mañana, que tengan una excelente noche -Se retira del comedor-

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[Joaquín]

Estoy seguro de que la relación entre mi hija y Viviana no es la que yo creía. Por lo que vi en su trato a ella y en el que le dio a Sandra, pude notarlo. No entiendo por qué si Viviana lo único que ha hecho es cuidarla mientras yo estaba en Miami.

-Lucía: -Terminando de comer su primer bocado- Y bueno papi, cuéntame sobre cómo es la vida en Miami y de como va la empresa.

-Joaquín: Nuestra empresa está dentro del top ten a nivel de Latinoamérica. Espero que dentro de unos siete años, seas la próxima CEO -La miré seriamente-

-Lucía: -Tose haciendo ruido- No, no. Yo no quiero saber nada de negocios. Lo mío es la ayuda social y... -Se queda en silencio-

-Joaquín: ¿Y... que más? -La miro expectante-

-Lucía: N..no nada más -Baja la mirada hacia su plato-

-Joaquín: Cariño -Le tomo la mano- necesito conocerte más... vamos dime.

-Lucía: -Suspira lentamente y sube la mirada hacia la mía- ...Y la docen..cia.

-Joaquín: Ohhh... n..no pensé que tendrías su misma v..vocación -Fijé mi mirada hacia un punto fijo en la pared-

-Lucía: Lo siento papi. No era mi intención hacerte recordar a...

-Joaquín: ¿A Ethel.. tu madre?... Tranquila, hasta hace dos años, quizás me dolería que hicieras esa referencia. Pero ya pasé por la etapa de la negación, donde el dolor me calaba fuerte en el alma. Ahora ya estoy consciente de que partió y aunque duele es más llevadero.