ESCLAVO Y AMO [PAUSADA]

~ 7 ~

[Lucía]

Todo salió como lo deseaba. Lo único que olvidé fue dejar lista mi cámara para grabar la cara DE ESTÚPIDA de Viviana, ojalá el mundo entero la hubiera visto. Quizás a la mayoría de las personas puede engañar, pero no a mi. Es sólo una interesada, se le nota y con mi papá no se va a meter.

Le pregunté a papá lo que quería de comer y me pareció ver en su mirada ¿deseo?... ¿será acaso que estamos sintonizados en la misma frecuencia? De ser así, hoy voy a medir eso con mi 'oscilador'.
Tenía en mente preparar unos ñoquis en salsa boloñesa -que no es por alabanciosa pero- me quedan muy deliciosos, antes de sacar todos los ingredientes me puse el delantal para evitar manchar mi ropa.

Luego de una hora ya tenía listo todo, sólo faltaba servir y llamarlo al comedor. Cuando estaba en camino al estudio de papá, entra una llamada a mi móvil. Era Patricia. Una acelerada Patricia que quería saber como iba mi plan para fastidiar a Viviana.
Le conté todo y ella se reía a carcajadas, pero me reprochó que no hubiera grabado la reacción de Viviana.

Vi el reloj que estaba en la cocina y habían pasado cinco minutos. Le dije que estábamos por cenar y cuando se estaba despidiendo, antes de colgar me dijo: "Lucía piensa bien cada cosa que vayas a realizar. Ya sabes que me puedes llamar cuando quieras... TE AMO BOLUDA".
Al colgar me quedaron resonando sus palabras. Pero yo estaba segura de algo; si tenía que pasar algo entre los dos, por mi parte pasaría.

Fui hasta el estudio y abrí la puerta lentamente; él estaba recostado en su sillón revisando unos papeles. Me quedé observando su rostro con detenimiento y mi mirada se quedó fija en sus labios. Como deseaba sentirlos en todo mi cuerpo, estoy segura que deben ser maravillosas las sensaciones que ellos producen.

Ojalá sean como en el sueño que tuve.
Antes de derretirme ahí mismo, calmé a mis hormonas para luego ingresar y hacer que note mi presencia. Dando un pequeño carraspeo, él alza su mirada hacia mi y deja los papeles encima del escritorio:

-Joaquín: ¡Oh, ahí estás mi preciosa! ¿Sucede algo?

-Lucía: Sólo venía a informarte que ya está lista la cena para ser servida pero si estás muy ocupado.. esperaría a que finalices lo que tengas pendiente.

-Joaquín: No, no es algo que sea de urgencia -Dijo mirando a los papeles- sólo los estaba leyendo para saber que debo decidir. Así que vamos a cenar -Se levantó del sillón hacia donde estaba yo-

-Lucía: Entonces ¿eres sólo mío? -Mientras tomaba su mano-

-Joaquín: Completamente -Y otra vez estaba ahí esa mirada que me derretía-

Durante la cena, estuvimos conversando sobre que era lo que quería hacer luego de finalizar el colegio. No lo había pensado a profundidad, realmente en este tiempo que él ha estado aquí, he cambiado mi opinión sobre tomarme un año sabático. Le dije que estaba aún viendo opciones; mientras que él me habló sobre lo que fue su viaje en esas dos ciudades. Luego me hizo unas preguntas que lejos de incomodarme, me dieron una luz de esperanza.

Me serví la cuarta copa de vino, mientras él lavaba lo que había usado para preparar todo. Dijo que si yo había cocinado, ahora le tocaba a él lavarlo. Mientras lo esperaba, decidí poner música en el reproductor controlado desde mi móvil.
Recuerdo haber pasado con mamá mucho tiempo -desde muy pequeña- escuchando boleros. Quizás por eso me encanta ese estilo de música, por encima de los demás estilos.

Luego de haber escuchado: Sabor a Mí, Piel Canela, Solamente Una Vez. Estaba terminando esta última y me quedé gustosa al reconocer las primeras notas de la siguiente, que se trataba de la canción de Armando Manzanero: Adoro. Justo cuando iniciaba la tercera estrofa, sentí sus manos en mi cintura, haciéndome girar para dejarme frente a él. De manera automática mis manos se quedaron cruzadas en su cuello y empezamos a bailar.