Virgin at 21 [Jay x Heeseung] JaySeung

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Para cuando el mayor regresó junto al australiano, Sunoo ya había terminado de bañarse, por lo que no dudó ni tres segundos en meterse al dichoso baño.

Aunque sin darse cuenta se olvidó de llevarse consigo su ropa de dormir.

Para su suerte su compañero de cuarto fue más astuto, lo notó y no tardó en ir a llevársela.

Tocó la puerta y escuchó la voz de Heeseung.

— ¡Estoy yo! —canturreó y Jay rió.

— Ya lo sé, Heessie. Es sólo que olvidaste tu cambio de ropa —dijo y pronto sintió como la puerta se abría a medias por un mojado pelinegro.

Parecía un ciervito. Qué lindo.

— Gracias por traérmela —agradeció tomando esta.

— Por cierto, bonito bóxer rosa —halagó y provocó un sonrojo en el rostro del contrario, quien le cerró la puerta en las narices.

— ¡Vete a la mierda, Park! —le maldijo y el norteamericano rió nuevamente para luego ir rumbo a la planta baja.

Una vez comieron y cepillaron sus dientes algunos tomaron rumbo a hacer diferentes cosas.

Jungwon veía la tele, quién tenía arrecostado en su pecho a Jake y no paraba de darle mimos en el pelo.

Sunghoon y Sunoo hablaban animadamente en el borde de la piscina de la casa.

Y Jay se preparaba para ir a dormir ya... Estaba algo cansado, por lo que se metió a la cama, del lado izquierdo.

Heeseung estaba en el baño aplicándose sus cremas para cuidar su bello rostro, y luego al regresar a la habitación se encontró al menor bajó las sábanas.

¿En serio ya se iba a dormir?

— Jay —le llamó.

—¿Uhm? ─

— ¿Ya estás a punto de dormirte? —le preguntó algo cohíbido.

— Casi... ¿Por qué? ¿Sucede algo? ─

— Es que quería que habláramos antes de irnos a dormir. La verdad es algo que me gusta hacer —confesó y el castaño le regaló una sonrisa para luego palmear el lado derecho de la cama.

Levantó las sábanas y dejó que Lee se colara bajo estas.

Cuando finalmente estuvieron acomodados lo atrajo a su cuerpo agarrándolo del dorso y bostezó un poquito.

— Pero si tienes sueño vete a dormir —dijo inconforme.

— Shawty —lo interrumpió.— No te preocupes, sólo es la costumbre. Podemos hablar —lo calmó y finalmente Hee colocó sus manitas sobre el fornido brazo del estadounidense.

Lee comenzó con una charla de tema random y Jay no tardó en corresponderle la plática. La verdad amaba ver cómo un dudoso Heeseung le hacía preguntas.