Virgin at 21 [Jay x Heeseung] JaySeung

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Un rato después, las cosas se habían descontrolado. Todos se encontraban bailando y cantando.

Sunoo era el más alcoholizado y se encontraba ya en la playa, siendo perseguido por Sunghoon, quien apenas lo agarro de la cintura le dio un besito de piquito, y así comenzaron una sección de besos algo picantes.

Pero bueno... ¿Qué se podía esperar de un Sunwoo alcoholizado y su novio aprovechándose de su condición?

Jake, Jay y Jungwon andaban bailando de manera sexy, aunque graciosa también... Y pues, Heeseung sólo les silbaba, mientras saltaba emocionado y cada un segundo le daba un trago a su vaso grande desechable color rojo, repleto de alcohol.

— ¡Last dance! —gritó el trío todo poderoso y luego siguieron con su locura.

El pelinegro estaba a nada de darle otro trago a su vaso y Jay lo detuvo tomándolo de la cintura.

— Despacio, Heessie, esto no es agua —recordó.

— Estoy bien, Jongseong —el otro asintió y luego lo dejó continuar.

Jungwon rió cuando vio a Sunghoon quien recién venía caminando con un medio loco Sunoo, al cual nalgueó.

— Estos dos... —dijo Jungwon una vez la pareja desapareció y Heeseung se sonrojó.— Tú sabes, hyung... ¡Ay, qué lindo te ves sonrojado! —lo abrazó con ternura y Hee rió, todos lo trataban como niño.

Jake y Jay continuaron bailando, hasta que llegaron las canciones de Nicky Minaj, y se pusieron a rapear como tontos.

— No sé de dónde sacan tanta energía —dijo el líder y el mayor los miró, aunque se sintió un poco mareado, por lo que él mismo decidió no beber más...

No quería terminar como Sunoo.

Cuando los que aún seguían gastando energías se cansaron Jake se sentó al lado de Jungwon para hablar mientras bebían.

Jay por su lado entró a la casa para buscar una polera que lo cubriese más, la brisa marina nocturna estaba soplando ya.

Heeseung caminó hacia la playa y se quedó parado a las orillas de esta, respirando profundamente. Sí que estaba mareado.

Minutos después Jay se acercó a él.

— ¿Por qué estás solito aquí, Heessie? ─

Preguntó y el otro comenzó a jugar con sus pies en la arena.

— Sólo vine, no tengo una razón ─