White - Paredes Blancas

Capitulo 25: Informante

(Presente. Punto de vista normal)

Uryu observó cómo la chica bajaba la espada con practicada facilidad. Rompió la máscara del monstruo cuando dejó escapar un chillido ensordecedor. Luego, en un destello, el monstruo que tenía delante pareció desintegrarse literalmente en el aire frío del otoño. La pequeña mujer vestida de negro aterrizó suavemente sobre sus pies y enfundó su larga espada.

¿Qué fue eso? ¿Quien era ese? ¿Era eso lo que había mencionado Yoruichi? ¿Era esta persona un Shinigami? Uryu se apartó de la pared de ladrillos y se tambaleó un poco. Tenía que llamar su atención antes de que ella desapareciera. Respiró hondo, tratando de pensar en qué decir. Tenía que actuar rápido. Puede que no haya otra oportunidad.

"E-hey," fue todo lo que se le ocurrió, acercándose a ella.

Ella se volvió lentamente para mirarlo por encima del hombro. Sus grandes ojos azul / violeta se entrecerraron mientras él se movía lentamente hacia ella. No había nadie más en la calle, lo que significa que este borracho la estaba llamando. Perfecto. Metió la mano en su haori y sacó un artículo pequeño, ahuecándolo en su mano. Los humanos no necesitaban saber sobre esas cosas. Tenían una tendencia a estorbar y complicar las cosas. Tenía que lidiar con esto ahora.

"Espera, por favor, necesito…------necesito hablar contigo- dijo Uryu, resoplando un poco, aún manteniendo la distancia un poco. "Por favor, espere."

"Está bien", dijo lentamente, volviéndose hacia él directamente. El pequeño objeto todavía ocultaba su mano. "Entonces, ¿qué quieres?"

"Necesito tu ayuda", dijo mientras ella resoplaba.

"Lo que necesitas es llegar a casa y dormir", respondió ella mientras él negaba con la cabeza.

"N-no, escúchame", dijo, usando un quiosco de periódicos para mantener el equilibrio. "Te deshaces de esas cosas, ¿verdad?"

"Sí. Eso es bastante evidente", dijo, acercándose un par de pasos a él. "Pero ya no tienes que preocuparte por eso. Se ha ido ahora. Se ha ido, adiós".

"Sí, lo vi, pero escucha ... E-escucha ... Solo escucha ..." Dijo, finalmente notando que algo estaba en su mano. "¡No me lastimes! ¡Necesito contarte algo! ¡Por favor no me lastimes!"

"No voy a hacerte daño", dijo, sosteniendo el dispositivo que parecía un palito con una cabeza de conejo en el extremo. "Solo necesito que te olvides de esto. Así que buenas noches."

"¡NO! ¡Por favor! ¡Demonios!" se atragantó.

"Eso no era un demonio. Ahora", dijo con una sonrisa, armando el dispositivo y acercándolo a él. "Buenas noches."

"¡NOOOO! ¡Escúchame! ¡E-hay un vórtice demoníaco donde trabajo!" Uryu le gritó, tratando de retroceder. "¡D-abajo en el sótano del Hospital Mental Karakura!"

"Chico, estás enyesado, ¿no?" ella medio se rió de él. "¿O simplemente estás loco?"

"¡No lo estoy inventando! Hay un vórtice en el sótano", insistió Uryu, levantando la mano. "E-hay pabellones por todo el hospital. ¡Dejaron entrar al esp-espíritu, no salir! E-mira, recientemente fui atacado por personas de la sombra. Dos de ellos ... Y ... Y ..."

Retiró el dispositivo de memoria y miró al hombre de arriba abajo. Aparte de estar borracho, nada parecía fuera de lugar. Pero sus ojos leían que estaba asustado. Aterrado de hecho. Parecía cansado y un poco enfermo. Ahora que ella realmente lo miraba, había algo. Algo que apenas era visible a su alrededor. Era una especie de aura extraña. Se centró principalmente en sus manos. Quizás debería escucharlo. Estaba un poco fuera de lugar para ser humano.