Just One Day

La primera cena

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La primera cena

Para cuando lograron terminar de limpiar y ordenar todo, la noche ya había caído y los chicos comenzaron a quejarse del hambre.

—¿Qué van a querer hoy? —preguntó Jin, ya listo para ir a la cocina. 

—Jajangmyeon  —pidió Jungkook alzando la mano—. Con cerdo. 

—No, con pollo —se quejó Yoongi.

—Yo también quiero pollo —comentó Taehyung en voz baja. 

Todos continuaron haciendo sus pedidos, hasta que se decidió que esa noche habría jajangmyeon de pollo con kimchi y arroz frito. En cuanto la discusión acabó, Jin se encaminó hasta la cocina y Melani lo siguió. 

—¿Quieres que te ayude? —ofreció con formalidad. 

—¿Oh? —se sorprendió él—. Pues, sí. Seguro.

Ella estuvo a punto de esbozar una sonrisa cuando él asintió, pero enseguida tuvo a las demás encima.

—Nosotras también podemos ayudar —dijo Julieta. 

Pese a que la idea de cocinar con él era emocionante, también lo decía porque tanto ella como Yaci eran buenas en eso y les agradaba la idea de hacer algo para los muchachos.

—Ah, bueno. Entre más mejor, aunque nunca tuve a nadie del personal en la cocina —respondió Jin, confundido ante su entusiasmo.

—Estamos aquí para ayudarlos en todo lo que se pueda, no solo la limpieza —respondió Emilia.

El cantante aceptó, entonces, y Melani acabó decepcionada de no tener tiempo a solas con él, por lo que Yaci se acercó para susurrarle.

—¿Te recuerdo nuestro trato de hace años, Mel? Si llegábamos a acercarnos, no había amistad y todas queremos cocinar con él. 

—Las odio—gruñó ella. 

—Yo también voy —saltó Jimin al ver que todas iban juntas detrás de Jin. No sabía nada de las chicas, pero le gustaba la idea de pasar tiempo con gente nueva.

—No vayas a molestar —pidió Hoseok mientras los veía marcharse, a lo que el rubio le aseguró que no lo haría. 

Julieta sonrió al ver a Jimin siguiéndolas y dio unos pasos atrás para quedar a su lado, aún incrédula ante la posibilidad en entablar una conversación con él. Era incluso más adorable y guapo en persona, y ella no podía desviar su mirada o dejar de sonreír.

—¿Y a ti qué te gusta comer más? —preguntó, atenta a su respuesta en caso de que alguna vez pudiese hacerlo para él.

—A mí también me interesa.

Yaci se entrometió en su conversación y Julieta tuvo que suprimir sus quejas. Aunque todas tuvieran sus preferidos, sabía que ninguna desperdiciaría la oportunidad de conversar con cualquiera de ellos.

Jimin comenzó a contarles sobre sus platillos favoritos y lo poco que sabía de cómo prepararlos. Por su parte, Emilia y Melani no se alejaron de Jin ni un centímetro hasta llegar al lugar, interrogándolo sobre las cosas que necesitarían para la cena.

La cocina del edificio era amplia, con ventanas que, aunque no tan grandes como las de la sala, ya daban una hermosa vista panorámica de la ciudad nocturna. Estando en un hogar edificado sobre una colina, podían observar todas las luces a la lejanía incluso desde el segundo piso.