"Solamente queríamos conocerlos. Solo queríamos un día".
Cuando un grupo de locas consigue infiltrarse a la casa de Bangtan, no es fácil engañar a los miembros para que crean que son del personal y así entablar una relación con todos sus bias... bue...
Todos en la casa tenían planes ese día, actividades para disfrutar de la ciudad y el aire libre. Era un día que tenían tantos deseos por divertirse, que las chicas se despertaron temprano.
Bueno, en verdad, Julieta se levantó primera y esta vez sí se encargó de avisarles a las otras.
Mientras se despertaban, seguían oyendo un ruido constante que venía de afuera. Cuando Melani abrió las cortinas para ver de qué se trataba, develó que una fuerte lluvia estaba cayendo sobre la ciudad, pronto acompañada de ruidosos truenos.
—Esto no se ve bien —comentó ella.
Las demás pensaron lo mismo al comienzo, hasta que Yaci dijo—: Bah, pero esto no es Resistencia, es Seúl. Seguro que los chicos van a salir igual.
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—Lo siento —se lamentó Taehyung—. Creo que la lluvia es muy fuerte para salir ahora.
—Y al parecer va a estar así todo el día —añadió Namjoon, viendo el reporte meteorológico en su celular.
Las chicas bajaron a desayunar y se encontraron con la mayoría de los muchachos ya en la cocina, sirviéndose distintas cosas. El único que faltaba era Yoongi, quien se había levantado antes y llevado su desayuno a su cuarto. Para decepción de ellas, todos estaban de acuerdo en que el clima no les permitiría hacer ninguna actividad fuera del edificio.
—No se desanimen —alentó Hoseok—. Hay mucho que se puede hacer en la casa también. Seguro encontraremos algo para entretenernos.
Ellas seguían frustradas de no poder disfrutar más de la ciudad en compañía de los chicos, pero también pensaban en que no era tan malo quedarse todos en la casa. El mayor problema era el hecho de que no tendrían la misma privacidad.
Todos continuaron con sus conversaciones mientras comían los postres que quedaron del día anterior, cuando Emilia alzó la cabeza de golpe y se quedó mirando la nada. Luego, se volteó dramáticamente hacia Hoseok para ponerle una mano sobre el brazo.
—Hobi-ssi, tenemos que hablar.
Él la miró curioso al comienzo, aunque después sonrió— ¿Ohh? ¿Ya tuviste una idea nueva?
—Tengo varias, pero necesito tu ayuda. Urgente.
Ella lo sujetó de la mano para llevárselo y él la siguió, ya emocionado sobre lo que pudiese ocurrir. Las chicas se miraron entre ellas con tanto miedo que les costó volver a sus desayunos. Al final, los que quedaron en la cocina se distrajeron con sus comidas y charlas, hasta que el último de ellos estaba lleno y listo para hacer otra cosa.
—¿Cuánto tiempo pasó? —le preguntó Julieta en español a sus amigas, dándose cuenta de que no habían vuelto a ver a Emilia ni Hoseok.
—Son las once —respondió Melani mirando su celular, antes de ver a su amiga con una cara de espanto—. ¿A qué hora nos habíamos levantado?
