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Cuando Lisa abrió sus ojitos, pudo ver que Jennie estaba muy pendiente de si ella despertaba o no. También notó que tenía un algodón en su nariz y una herida pequeña en su labio inferior.

─Jennie...─Intentó levantarse para chequear el estado de la coreana pero sólo sintió dolor en su bracito al intentar apoyarse de él. Estaba roto y tenía un yeso en el cual estaba la firma de Jennie.─ Auch... Jen ¿estás bien? ¿Te hicieron mucha pupa?

Jennie soltó una risita. Le da ternura la manera de expresarse de Lisa, además de que siempre se preocupaba por ella.─ Tranquila Lisa, estoy bien, comparada contigo...─ Le acercó un espejo donde la tailandesa pudo ver que tenía un ojo morado, una cicatriz en la ceja, un moretón en la mejilla y un corte pequeño en la barbilla. También tenía un golpe en la cabeza, el cual Jennie estaba aliviando con una bolsa de hielo.

─Jennie, l-lo siento...

─Fuiste muy valiente, Lili.─ Sonrió levemente Jennie, entrelazando sus deditos con los de la menor.

─Tenía mucho miedo. Eso no es ser valiente...─Dijo la pequeña, bajando la mirada. Se sentía mal por no poder defenderla.

─Ser valiente no es no tener miedo a nada. Ser valiente es que, a pesar de estar muriendo de miedo, los enfrentarías por alguien que quieres.─ Lisa sonrió con brillos en los ojos. Jennie se acercó y le dio un besito en la mejilla. Eso hizo que Lisa se sienta mejor instantáneamente.

─Bien, Jennie. Ya llamé a sus padres y dijeron que pronto vendrán a recogerlas...─La enfermera entró a la habitación con su hija a su lado.─ Oh, Lisa. Me alegra que hayas despertado.

─Sí, Lis. Eres fuerte.─ Jiu se acercó a su amiga y le dio una palmadita en el hombro.─ Una heroína.

─P-pero ¿Qué pasó cuando me golpearon? no recuerdo nada.─ Cuestionó la tailandesa, confundida.

─Bien, lo que pasó fue...─La coreana comenzó a relatar.

«Luego de que quedaras inconsciente, yo me levanté para buscar ayuda pero me detuvieron. Jeong me agarró del brazo mientras Nayeon seguía golpeándote.

─No irás a ningún lado.─ Me dijo Jeongyeon y yo le escupí en la cara. Eso la hizo enojar aún más y me golpeó en la nariz.

Vi que una niña pasó por el pasillo con el director, así que grité para llamar su atención. Jeongyeon volvió a golpearme pero esta vez en la boca. Ahí llegaron el director y esa niña que resultó ser su hija.»

─Vaya...─ Es lo único que Lisa pudo decir. Estaba en shock ¿Cómo podrían unas niñas ser tan crueles?

─¡Esa niña era mi hermanastra! ─Exclamó Jiu con emoción.─ Se llama seulgi. Gracias a ella, Im y Yoo serán suspendidas.─ Dijo orgullosa.

─¡¿Seulgi?! ¡Ella es mi nueva compañerita!─ Lisa estaba completamente sorprendida por ese hecho. Intentó aplaudir por la emoción pero el dolor en su brazo la hizo recordar lo que pasó.─ Auchie.

─Jennie, ya llegué, mi niña ¿Estás bien?─ Entró preocupada la madre de Jennie, quien automáticamente corrió a abrazarla.─ Dios mío, pobre niña...─ Dijo al ver el estado de Lisa, quien estaba recostada en una camilla.

─¿Lisa? ¿Mi bebé? ─Llegó la señora manoban, preocupada. Al ver a su hija, corrió hacia ella y la miró, completamente destrozada.─ ¿Quién te dejó así, mi cielito? ¿Te estuviste peleando con algún niño?

─No, mami. Fueron J-Jeong y su amiga.─ La tailandesa hizo un pequeño puchero.

─Ay, cielo santo. Hablaré con su mamá, si no es que lo hizo ya el director.─ Acarició los cabellos castaños de su hija.

─Mami, mami...─ Jennie trató de llamar la atención de su mamá tirando de su blusa.─ ¿Puedo quedarme a dormir en la casa de Lisa? Así la puedo cuidar.

─No lo sé, querida. Deberías preguntarle a la mamá de tu amiga.─ Dijo sonriendo y mirando a la señora manoban, quien le dedicó una sonrisa.

─Está bien, puede ir, no hay problema.─ Soltó una risita al ver que su hija se llenaba de emoción. ─Vamos, niñas. Al auto.

Con ayuda de su mami y Jennie, la pequeña heroína fue al auto para tener la mejor pijamada del mundo mundial. Este sería un día genial.

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