Capítulo 1.2:
JungKook's pov: Mi vida es un desastre… pero ahora con falda.
—¡Corre JungKook! —me animo.
Muy chico rebelde podré ser, pero siempre intento ser puntual en los horarios. Ahora, ¿por qué se me ocurrió dormir en la biblioteca justo a las 3:30? Claramente no pensaba que iba a terminar en una carrera hasta la cancha... a las 4:15.
¡Joder! JiMin se durmió a mi lado, pésima alarma, y literalmente Jin hyung se fue cuando terminó de estudiar para su examen.
Ah, ¿por qué pusieron ese espacio con cojines tan acolchaditos y cortinas oscuras en la biblioteca?
La jueza esa ¿tomará en consideración mis excusas?
Supongo que si este es el castigo de mi tío, no.
Aish, mejor corro.
El aire se respira levemente más tranquilo hoy. Después de abandonar el comedor, por las brutales inferencias que estaban haciendo mis "mejores amigos" —pfff—, me dediqué a leer todo lo que restaba de clases. Tenía literatura, pero vamos, ¿tópicos literarios? ¿Tenemos cinco años? Y bueno, no es como que matemática sea mi materia favorita, aunque sea estadística, no sufrí mucho al perderla.
El sol pega como nunca —aunque YoonGi me bañó en bloqueador antes de poder decir algo al respecto— y por eso los chicos me enviaron bastantes botellas de agua para prevenir alguna deshidratación o posible insolación, incluso me enviaron en la mochila una gorra con estampado de zanahorias... ¡que no usaré! Todavía tengo una imagen que mantener.
He escuchado que las porristas son algo sádicas. Lo dicen las chicas que fallan las pruebas —como la hermana de YoonGi, WheeIn noona—, lo dicen los chicos que intentan salir con alguna de ellas —JuNo realmente pensaba que con su cara conseguiría todo—... y lo dice el profesor de educación física, que tiene que ver sus ensayos e incontables rutinas.
Pero... tengo este jodido cuerpo. Esto debería ser pan comido. Aunque... al divisar la formación solo de chicas, con el equipo de fútbol de fondo... se me hace bastante intimidante, he de admitir.
Y oh. Esa morena de pelo azabache, que acaba de escanearme de pies a cabeza, realmente hace que mis pies se claven al suelo.
Qué mirada más intensa, joder. Nunca más llego tarde… ¿o nunca más llego? Lo bueno de ser joven, existe un mundo de posibilidades.
—¿Jeon? —cuestiona con un movimiento de barbilla, y unas veinte cabezas se giran al mismo tiempo, con ritmo y todo, a contemplarme.
Vamos Kook, disimula.
—Bien ¿y tú?
… Bueno. Lo intenté.
Un coro de risas diversas, y un tanto chillonas, dominan el lugar por un momento, pero tan solo una mirada de soslayo —de la chica intimidante esa— basta para formar de nuevo un silencio contemplativo.
Supongo que a esto me enfrentaré cuando me enliste al ejército. O bueno, mi superior puede ser un poco más sereno, por favor.
—Estaría mejor si hubieras llegado a tiempo —suelta, abanicando su rostro levemente con un portafolios negro, que mantiene en su mano.
—Oh, sí... eso no volverá a suceder, lo siento —le doy una rápida reverencia a ella y a todas, antes de acercarme un poco más.
La disculpa parece aminorar un tanto su enfado. Por lo menos ahora no parece querer romper mi cuello con sus manos. ¿Algo es algo?
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Entre pompones y pelotas || TaeKook
Fanfiction--El club de porristas. JungKook la ha jodido en grande, a pesar de no ser un chico problema. En su repertorio está rayar un par de mesas, elegir arte abstracto con miembros masculinos, saltarse un par de clases... ¡Ah! Y quemar todo un jodido labor...