Capítulo 18

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-(^-^)-

Se giraba de un lado al otro de la cama, su respiración se entrecortaba y pequeñas gotas de sudor pasaban por todo su cuerpo, en especial su frente; el sudor llegaba a rozarse hasta los ojos del chico, logrando crear una falsa ilusión de estar llorando o bueno en el caso de un tercero lo llegará a confundir fácilmente con lágrimas, aunque esto no duró mucho.

Ya que nuestro rubio no pudo soportarlo más y se levantó exaltado de su cama, debido a que sin querer activó su quirk y creo una pequeña explosión en sus manos, provocando que estas le doliera bastante, debido a las ampollas que anteriormente se había hecho, y que lamentablemente aún no se terminaban de curar, en su rostro se podía reflejar el dolor, enojo y miedo que sentía hacia si mismo y por culpa de sus constantes sueños.

-Mierda, otra puta pesadilla, pero ¿que horas son?- dijo mientras encendía su celular y entrecerraba los ojos, ya que la luz de su propio celular era muy fuerte en ese momento, tanto que podría jurar que lo dejaría ciego, hasta que esperó unos minutos hasta adaptarse al nuevo cambio de luz.

-¡PERO QUÉ MIER...!¡YA SON LAS 2:26 pm! - gritó sorprendido y algo preocupado ya que le había prometido a los idiotas de su grupo que los ayudaría con las tareas.
Así que levantó de un salto, pero se arrepintió de aquella acción ya que se sintió un poco mareado, por esa razón se sentó en la cama para calmarse.

Ya cuando logró estabilizarse se dio cuenta que la casa estaba muy tranquila, demasiado...

Así que decidió darse un baño para quitarse el sudor, ya que no quería explotar algo accidentalmente.

Pero mientras se iba sacando la ropa, se dio cuenta del dolor y ardor que sentía en sus manos, viendo así lo que le pasaba, sus vendas estaban ensangrentadas.

Katsuki intentó sacarse las vendas de manera cuidadosa y cambiarlas rápidamente, antes de que se infecten, pero ardían como el mismo infierno.

Pero aún se tenía que bañar, así que se quitó tanto las vendas como la ropa y entró a la ducha.

Tal vez no fue la mejor decisión que tomó en ese momento ya que las heridas de sus manos le dolían mucho más al tocar el agua, pero aún así lo aguantaría ya que había pasado por cosas peores y unas estúpidas ampollas reventadas no deberían afectarle o eso pensaba él.

Aún así cuando salió de la ducha, le costó un poco más desinfectar aquellas heridas, soltando una que otra maldición junto a un quejido del notorio dolor.

Aún así cuando salió de la ducha, le costó un poco más desinfectar aquellas heridas, soltando una que otra maldición junto a un quejido del notorio dolor

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Después de unos minutos ya estaba listo, estaba vestido y ya tenía sus manos curadas, vendadas y sobretodo ocultas bajo una chamarra.

Solo le faltaba bajar y comer algo ya que no había almorzado después de haber limpiado la casa como le ordenó la vieja bruja.

El SECRETO DE KATSUKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora