Invaluable | ZhuLiuHai

Final

ZanJin era particularmente bueno detectando tierra fértil y siempre se ofrecía a sembrar en solitario. El tierno Kuankuan a menudo quería ayudarlo solo como una excusa para acercarse a él.

Desde un primer instante ambos habían creado un vínculo particular y es que a ZanJin vio en aquel HaiKuan a un ser totalmente diferente al que antes conoció. Esta versión de aquel hombre era mucho más amable y reservada, con diminutos chispazos de sonrisas que lo encantaban. Una versión más varonil de su amado Baobei y logró crear una amistad de la que no tardó en surgir un acercamiento más intenso. Baobei lo sabía y le costó controlar sus celos en cuanto se enteró de los besos que su amado había compartido con su nueva amistad. Luego de un largo periodo de rabia, Baobei aprendió a controlarse y a aceptar que compartir a ZanJin no era necesariamente malo. Sin embargo, sus caprichosas actitudes aún estaban presentes, aunque en menor proporción.

A causa de los celos, Baobei no se despegaba de ZanJin, ni siquiera aquella tarde donde prefirió ir detrás de él y trabajar antes que quedarse divirtiéndose en su rato libre con sus nuevos amigos en otro lado del predio.

Con el pasar de los años, ambos habían desarrollado levemente algunas habilidades sobrehumanas y la de Baobei era una que a veces provocaba dolores de cabeza a ZanJin . El pequeño muchacho había aprendido como leer la mente de su amado y, aunque no lo hacía a la perfección, a menudo lograba conectar sus ideas. ZanJin muchas veces tuvo que explicarle a su amado Baobei por qué la cara de aquel agradable HaiKuan se paseaba en su mente durante las noches.

Hoy en día ambos vivían felices y ansiosos por seguir creciendo y aprendiendo. Los dos tenían muy en claro que querían seguir adelante y mejorar para próximamente convertirse en exploradores y recorrer el mundo en búsqueda de más personas como ellos.

Esta vez en particular, ZanJin tenía más de un pensamiento rondando en su mente, pero a cada segundo era interrumpido cuando su Baobei y HaiKuan intentaban hablarle al mismo tiempo. Cada que HaiKuan se atrevía a tocar a ZanJin, el pequeño cargado de celos redoblaba la apuesta abrazándolo, pues aún no se acostumbraba a la idea de que alguien más estaba por entrar en el corazón de su amado.

Fue en un momento que, de casualidad, hubo un largo silencio entre los tres y ZanJin se tornó pensativo entonces. Hacía días que actuaba un poco extraño y, por más que no decía nada, su Baobei era quien más lo notaba. A causa de estar celoso ante la presencia del nuevo HaiKuan, no podía conectar los pensamientos en su totalidad. Esa vez, le costó dilucidar en qué pensaba su amado realmente, así que se esforzó un poco más. ZanJin divagó tanto que incluso HaiKuan notó que algo no andaba bien.

— ¿Te sientes bien? — Preguntó HaiKuan, con su semblante tranquilo.

— Iba a preguntar lo mismo— Agregó Baobei, abrazando con gran calidez a su chico por la espalda.

ZanJin alzó la cabeza y la movió negativamente. No quiso admitirlo, pero habían sido unos días un poco tensos. Había un aroma que llegaba a él cada vez con más intensidad, un aroma que sabía que volvería a sentir en algún momento. Aquel perfume no se parecía a ninguna flor, a ninguna comida, a ningún otro ser que no fuera aquel primer HaiKuan. Él temió estar alucinando, así que nunca habló de ello, pero sabía que habría un momento donde ya no podría evitar pensar en ello.

— Estás raro, Zanzan— Se quejó Baobei esta vez, sentándose a su lado— ¿En qué has estado pensando?

— En nada más que en ti y no intentes leer mi mente— Amenazó, haciendo al travieso muchacho reír en seguida.

— ¿En qué piensa Zanzan? — Desafió el pequeño, haciendo reír también a HaiKuan.

— Zanzan piensa en ti, es todo.