𝐈

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Oscuridad, niebla y frío... Eso era lo único que le rodeaba. Luchando contra el ambiente, siguió corriendo lo más rápido que podía, con cuidado de no tropezarse. Cualquier error que cometa ahora convertirá su vida en un infierno.

- Marthy...~ - se le heló la sangre ante ese apodo. Eso solo le dio impulso para seguir corriendo. Por su mente llegó el recuerdo de como pasó de estar con sus amigos a una carrera por su vida.

(Flashback)

A pesar de que aquella entidad de luz había capturado a todos los luchadores, aún había esperanza, pues llegaron nuevos luchadores. El más reciente, era un ex-mercenario, cuya espada podía convertirse en un látigo.

Se agachó a tocar una huella en el suelo de aquel bosque. - La huella es reciente. Hay que tener cuidado.

Marth, un espadachín de pelo azul medio celeste, reconoció la huella. Le entró una profunda nostalgia al recordar a su dueño. Fuerte, alto, blandiendo una espada dorada y... atractivo. Se sonrojó ante eso.

-¿Marth? ¿Estás bien? Te noto nervioso.- su amigo Link se preocupó por la reacción ante el descubrimiento.

- Sí... Tranquilo no es nada. - siguieron su camino hasta las cercanías de un bosque. Ya era de noche, por lo que decidieron acampar ahí.

Con una hoguera encendida, todos se durmieron alrededor. Menos Marth. Estaba en las orillas de un lago cercano.

- ¿No puedes dormir?- escuchó una voz a su lado. Era Joker.

- No. No puedo dejar de pensar en alguien especial para mí.

- Oh, ya veo ~. Dime, ¿quién es la afortunada?- el príncipe agachó la cabeza sonrojado. Su compañero captó la indirecta. No era una chica, sino un chico.

- Entiendo. Bueno yo no veo ningún problema. Y dime, ¿cómo es él?

Marth levantó la cabeza y con una ligera sonrisa se lo contó. - B-bueno... Es algo...bruto. Y es muy lindo cuando sonríe. Es también muy fuerte...-

Marth se ponía más rojo conforme iba describiendo a su chico. Por supuesto, ese chico era Ike. Empezó siento admiración, luego amistad y antes de darse cuenta, se enamoró locamente de él.

"No debió separarse de sus amigos aquella noche..."

(Fin del flashback)

Se escondió detrás de unos arbustos para recuperar el aliento. Una lágrima resbaló por su rostro al recordar aquello. Se tapó los ojos con su mano.

- Soy un idiota.- se lamentó. Ahora se había adentrado mucho en el bosque y no sabía dónde estaba.

- Mar-mar, ¿dónde estás?~

Sus ojos se abrieron y rápidamente se tapó la boca y la nariz. Sabía que Ike tenía una buena orientación y buenos reflejos. Cualquier movimiento podría condenarlo.

- Oh, Marth, ¿qué pasa? Sabes que no me gusta que me ignoren.~

El corazón le iba a reventar. ¿Cómo llegó tan rápido a dónde él estaba? Si se quedaba quieto, lo encontraría tarde o temprano, pero si salía corriendo revelaría en donde estaba.

Hubo silencio. Un silencio inquietante que era interrumpido por el viento meciendo las hojas de los árboles. Fue cuando Marth se retiró las manos del rostro y pudo respirar tranquilo, soltando un suspiro de alivio. O eso pensó.

Sintió una sombra encima suya. No pudo hacer nada más que temblar del miedo que le recorrió el cuerpo.

- Al fin te encuentro, princesa.~

Estaba muerto. Vio toda su vida pasar frente a él en segundos. Sus primeros pasos, cuando conoció a su amiga Ceada, su primer torneo... ¿De verdad todo acabaría así?

Completamente aterrado, intentó correr, pero no pudo. Miró hacia atrás y se quedó petrificado. La Ragnell clavada en el suelo, sobre su capa. Nervioso intentó sacarla pero no podía.

- ¡Mierda, vamos!- seguía tirando pero no cedía.

- ¿Sabes? Me duele mucho que te escondas de mí. Eres malo Marthy.~

Con cada palabra se acercaba al aterrorizado príncipe. Fue cuando Marth dio con la clave. Se quitó el broche y pudo liberarse pero por poco tiempo. Ike fue más rápido y le agarró el brazo.

- ¿Por qué huyes Marth? ¿Me tienes miedo princesa?~

- ¡Suéltame!

El mercenario no escuchó. Le excitaba verle retorcerse por liberarse. Marth intentó darle un puñetazo, pero Ike fue más rápido y le agarró el otro brazo. Y lo empujó contra un árbol cercano. Marth cerró los ojos.

Ike le soltó los brazos. Con una mano le sujetó el mentón al más bajo.

- Suave...~

El príncipe se puso como un tomate. No paraba de temblar y tenía el corazón muy acelerado. De repente sintió el aliento del otro cada vez más cerca.

- ¿Has salido con alguien antes princesa?

Marth abrió un poco los ojos. Los ojos del mercenario no eran azules, cambiaron a un ámbar intenso y emitía un aura inquietante. Por alguna razón, le respondió, aún temblando y con un poco de miedo.

- N-no...nunca...

- Mejor para mí.~

Con la otra mano en la cintura del más bajo, lo besó. Marth ya no lo soportaba más. Eran demasiadas emociones y sin poder controlarse, agarró fuertemente la ropa del contrario. Durante unos momentos, el príncipe se olvidó de su entorno. Su mente estaba completamente nublada. Se separaron cuando necesitaron aire.

Marth seguía sonrojado. No paraba de jadear debido al tiempo que fue privado de aire. Fue incapaz de aguantar más emociones y se desmayó.

Ike sonrió ante eso. Marth se veía muy lindo durmiendo. Lo cargó al estilo nupcial y le acarició la mejilla. No tenía intenciones de hacerle daño.

- Sabes muy dulce.~

Y ambos desaparecieron en las profundidades del bosque. Joker, quien salió a buscar a Marth, lo único que encontró, fue una espada clavada en el suelo junto con una capa azul.

𝐇𝐚𝐦𝐛𝐫𝐮𝐧𝐚 [𝐈𝐤𝐞 𝐱 𝐌𝐚𝐫𝐭𝐡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora