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Corta.

-...huh...- observa alrededor aturdido.-No...- la luz confunde sus atrofiados sentidos.
Mira la tabla con los trozos de manzana a medio cortar.

-¡Mohh!- el pecho calido a su espakda lo presiona contra la mesa.-¡Termina ya con eso , llegaras tarde!- le insta metiéndole un pedazo de fruta a la boca.-¡Vamos , te acompañare a la entrada!- lo insta sonriendo.

Mastica suavemente el fruto.
-Creo...que olvide algo.- murmura molesto.

-¡Perfume!- le rocía largamente con un aroma de flores.

-¡Ahhg!- se cubrió la nariz.
Al hacerlo sus ojos se encuentran con el dorso de unos guantes negros.

-¡Vamos!- le toma el brazo.-¡Hasta luego mamá!-

Mira atrás.

La figura delgada se apresura a tomar el cuello del kufuku  , despidiéndose con una sonrisa al arreglar por ultima vez el dobladillo.
-Mucha suerte hijo , Tenko...- su sonrisa se muestra dulce , acariciando su suave mejilla.-Puedes hacerlo , te lo aseguro.-

Hana interrumpió al abrazarlo contra el pecho.
-¡Volvemos después, mamá!-

Su voz no logra salir.
Siendo halado por la mano de Hana fuera de ese pequeño departamento.

Portando ese ridículo uniforme gris sin dudar en llevar su mano cubierta.

Tenko ...

No necesitó más.

Ni un amor.
Una venganza u objetivo.

Sólo dejarse morir con esta ilusión sólo posible por un degenerado capaz de querer darle algo de felicidad a esté villano.

Sentir el calor de su hogar , la mano de Hana y los sueños que destrozó con sus propias manos tomar forma.

La pelea esta perdida pero al menos en esta ilusión...

En esta ilusión Hana y mamá aún están con él.

Conociendo lo que quiso ser[DEKUSHIGA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora