-¿Seguro que no falta nada? -preguntó Taehyung, con la caja pesada en sus manos.
La dejó con cuidado sobre la cama del bonito diseñador, y se acercó hasta él.
-Está todo listo. Gracias, amor. -le sonrió Jungkook , dejándole un pico sobre los labios cuando lo tuvo cerquita.
Jeon había regresado de Los Ángeles hace dos días y por fin se encontraba en Corea. Tenía muchos planes y venía con muchas ganas, luego de habérselo pensado por varias horas de sus noches, decidió organizar el desfile que en unas horas comenzaba. Todo fue rápido y por supuesto, lo ayudaron, así que estaba más que feliz.
Sin mencionar que desde que pisó Corea, tenía la compañía de su Taehyung, y eso lo hacía más feliz porque realmente lo extrañó muchísimo.
Entonces estaban juntitos en el departamento del diseñador. Taehyung lo acompañó desde que llegó, y ahora mismo lo ayudaba con algunas cosas necesarias para el desfile, debían llevar todo hacia el lugar donde se realizaría el evento, entonces andaban un poco movilizados.
Sin embargo, eso no les impedía abrazarse y darse besos, como justo ahora, cuando Tae lo tenía de la cintura y Jungkook lo aceptaba gustoso.
-Te amo, amor. -sonrió el cantante, dejando pequeños besos.
Entiendanlos, por favor, pasaron por mucho para que pasara esto que ahora estaban viviendo, entonces se sentían muy felices y con la necesidad de estar juntitos siempre. Porque aprendieron a quererse y ahora no querían soltarse más.
Luego de los muchos besos que compartieron, se unieron en un abrazo tan lindo que incluso cerraron sus ojos. Se sentían bien.
—Eres tan precioso, cariño. —un Tae sonriente decía, mientras se escondía en el cuello de su chico y dejaba caricias allí. —Tengo mucha suerte de tenerte aquí conmigo.
Jungkookie sonrió, enamorado.
—Tú también eres precioso. —llevó sus manos hacia el cabello de Tae para dejar caricias. —Ambos tuvimos suerte. Ahora solo quiero estar contigo, me haces muy feliz. —tímido, y sonriente.
Taehyung lo ponía así.
El último nombrado salió de su escondite para mirarlo, y antes de hablarle dejó un beso rápido. Algo que hizo a Jungkook sonreir, dejando embobado al otro.
—Me encantas tanto, joder.
No necesitaron más palabras, porque no encontraban las adecuadas que definieran lo mucho que se querían, entonces volvían a besarse y ahí lo explicaban un poquito mejor. Lo de ellos fue muy rápido y extraño a la vez, no comenzó como quizás ellos quisieron, pero ahora estaban juntos y era lo único que importaba.
Y sus besos siempre estaban presentes.
Faltaban dos horas para el desfile, así que podían seguir disfrutandose sin ningún problema.
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