Cerdas húmedas

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Desconcertante en todos los aspectos, el empaque estaba cerrado, perfectamente sellado, ¿Cómo pudo humedecerse?
La joven mujer sostuvo el cepillo mojado entre sus dedos, lograba humedecer su piel, formando tímidas gotas de aquella sustancia incolora pero lo suficientemente espesa como para no tratarse de agua.
Acercó el cepillo hasta su nariz y olfateo.
-Ese olor..
Volvió a inhalar su aroma.
-Es tan familiar..
Claro que era un olor familiar, ese olor a marisco mezclado con azufre.. ¿Dónde lo había percibido antes?

El cepillo fue lavado sin mucho misterio, después de todo accidentes de este tipo suceden seguido en los supermercados, podía tratarse del líquido de cualquier producto de limpieza.
El nuevo amigo fue colocado en un bonito vaso de vidrio adornado con flores, olía delicioso y todo estaba perfectamente limpio, un baño amplio y blanquiciento, perfecto para el esbelto y presumido Colgate.
Se humedeció una vez más al sentir su tacto por última vez, al menos por unas horas.
Soñaba con ese momento, dónde su cavidad bucal y las cerdas puedan conocerse y juntas formar el más rítmico y sexy baile, mezclando fluidos entre si.

No habían más objetos con vida propia, todo estaba tan silencioso, comenzaba a pensar que lo suyo era una maldición, cómo el sapo que se convertía en principe, ¿Era él una especie de sapo?. Tambaleaba inquieto en el estrecho cristal, deseoso ya de cepillar esos blancos y enormes dientes, diseñados para él, sabía que aquello era obra del destino.
-¿Qué hora es? llevó horas aquí metido..

La chica entró como un torbellino y bajó sus prendas interiores frente a un extraño gordinflón de blancos tonos, redondo cómo un hilo dental y con un agujero enorme en medio, ¿Su boca quizás?. Ella bajó su ropa, hasta los tobillos, y se sentó encima de él, mientras sostenía su teléfono en la mano y descansaba su angelical rostro sobre su mano derecha, se veía tan bella que Colgate humedeció de nuevo.
La mujer levantó su trasero del chico gordinflón y le ofreció al cepillo una vista en primera fila de sus cachetes, no, no los cachetes de su rostro.
El vaso, que ya contaba con una superficie de agua al menos de 3 milímetros, comenzó a chillar.

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2021 ⏰

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