12:00 pm – 17 de octubre de 2015
Una casa ha quedado vacía, hay personas allí, muebles e incluso viejos cuadros en las paredes, los tres están en el comedor, con sus respectivos utensilios, pero hay un plato extra. Ese plato pertenece a alguien que jamás volverá, pero todo lo que alguna vez fue suyo sigue ahí. La casa ha quedado vacía porque no está completa, porque la hermana mayor de la familia ha sido asesinada el 17 de octubre de 2014 a las 21:00 horas.
– ¿Hasta cuándo? – Interroga el hombre viendo el lugar en la mesa que su hija debería ocupar. – Ella, ella está muerta, entonces, ¿Por qué sigues haciendo esto?
– Cariño, ¿te sirvo un poco más? – Le pregunta la mujer a la nada misma, colocando con una radiante sonrisa comida en el plato vacío.
Él golpea la mesa con impotencia, causando que el cuerpo de su hija viva se tense.
– No hagas una escena delante de las niñas. – Le pide su esposa.
Una nueva discusión ha comenzado. Kaysa se levanta de la mesa y va a su habitación, quiere llorar, pero las lágrimas no salen.
Ella se sienta en su cama, en su velador se encuentra una foto junto a Astrid, al verla recuerda la graduación de su hermana, ella iba a estudiar para ser veterinaria, parecía entusiasmada con ello, era el orgullo de sus padres, pero un grupo de Cydgos se la ha torturado hasta la muerte, se la han arrebato a ella y a su familia.
La pelirroja avanza hasta la cocina, donde vio a su madre tomar unas pastillas, a sus dieciséis años no es tan inocente como para desconocer el hecho de que su madre está tomando antidepresivos. Se acercó a abrazarla, su madre le respondió, rodeándola entre sus brazos.
Su madre ha comenzado a llorar, por segunda vez en el día.
– Astrid sigue aquí, yo lo sé, pero tu padre no lo entiende. – Insiste la mujer.
Kaysa quiere decirle que no, que se ha ido pero que ella sigue estando, pero no se anima a pronunciarlo, solo se mantiene en sus brazos.
No sabe si es mejor decirle que una de sus hijas ha muerto, o si lo que más la ayudaría es seguirle la corriente, por lo que solo se calla.
– Tu padre y yo vamos a separarnos. – Confiesa en voz baja, pero logra escucharla.
Quiere decirle que lo piense más, que solo es un mal momento, un mal año, pero no lo hace.
– Esta bien mamá. – Responde.
18:29 pm - 12 de diciembre de 2015
Toca el timbre, en lo que espera se queda observando su celular, relee una y otra vez su correo electrónico, casi sin poder creerlo. Quiere que su padre sea el primero en saber que la han aceptado en la triple C.
Por lo general las personas entran a partir de los 18 años, pero los promedios que destaquen pueden aspirar a una vacante.
Desde niña se le dieron bien los deportes, hace dos años atrás practicaba básquet, iba al gimnasio y mantenía buenas notas, todo con el fin de seguir los pasos de su hermana y sentir que tiene un lugar dentro de la familia. Por lo que de antes de querer entrar a la armada ya contaba con parte del trabajo hecho. Pero, desde que Astrid fue asesinada remplazo el baloncesto por artes marciales, un promedio estable por uno excelente, todo con el fin de cumplir su nueva meta.
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Garm
Paranormal¿Un jaguar es malo por matar un conejo? Algunos argumentaran que no, porque lo usa para alimentarse, otros dirán que depende la perspectiva, si se trata de los conejos, la respuesta es más que clara y si los cachorros del jaguar pudieran hablar dirí...