𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 8

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—Llegas tarde— me reclamó Irene.

—Son las siete diez— le informé —tú me dijiste que estuviera aquí a las siete quince ¿no? -

—Rápido ve y alístate— me ordenó.

—Ya lo estoy— sonreí.

—Tu cabello sigue suelto - reiteró.

—Si lo sé— le sonreí nuevamente, eso la hacía enojar más.

—Claramente te dije que nada de cabello suelto, átalo -

— ¿Y por qué tú y esas gemelas si lo pueden traer suelto?— Yeri y Wendy tampoco traían coleta.

—Porque yo soy la líder, así que átalo. — me entregó un par de listones blancos y celeste.

—Ya verás que algunas cosas van a cambiar aquí— le dije amenazantemente, tomando de mala gana los listones. No podía hacer nada, llevaba las de perder. Ella era la líder.

Me dirigí lo más rápido que pude al baño, hasta que logré encontrarlo. Entré y me encontré con Chaeyoung, no puede evitar reír al verla tratar de hacer una coleta en su cabello corto. Volteó a verme, sonrió tímidamente y regresó su mirada al espejo.

—A ver.. — le dije acercándome, solo me miraba con cara de '¿Y esta bipolar?'.

Tendí mi mano para que me entregara la liga con los listones, hice la coleta en su cabello y de mi bolso saqué un enorme paquete de incaibles. Con los cuales ayudé a sujetar los cortos mechones de cabello que se escapaban, acomodé los listones.

—Listo— le dije y me sonrió.

—Gracias— dijo aliviada —me estaba volviendo loca -

—No es nada— le dije seriamente, más no llegando a lo frió, digamos con mi tono natural de hablar. Salió del baño y yo comencé con mi cabello previamente alisado, rápidamente lo até en una coleta alta, puse los listones y acomodé mi coleta dejando caer ligeros cabellos.
Entre chiflidos y vulgares halagos llegué al campo.

—Tardaste demasiado. — Exageró Irene —Acomódate en tu lugar— me indicó y acaté la orden —No. espera— me detuvo —Tú — Apuntó a una de las chicas de la segunda fila —Vete al lugar de Sana — esta abrió los ojos como platos, digamos que no le agradaba mucho la idea de estar al final — Wendy, toma el lugar de ella— al igual que la 'Tú' Yeri y Wendy formaron una 'o' con la boca.

—Pero Irene— dijo con una voz aguda. La líder puso los ojos en blanco.

—Solo será por esta vez— dijo con fastidio —Ahora cámbiate— ordenó.

—Irene— volvió a hablar.

— ¡Ya Wendy!— le gritó de mala manera —Ahí te quedaras, mejora tus saltos si quieres volver a estar al frente— Wow, creo que me trata mejor a mí que soy su 'enemiga' que a sus amigas. No logro entender porque siguen detrás de ella. —Acomódate ahí— me dijo a mí que solo me dedicaba a ver la escena divertida.

Caminé hacia el frente y me coloqué en el antiguo lugar de Wendy.

El partido comenzó, los gritos no se hicieron esperar al momento que los equipos comenzaban a entrar al campo.

—Eres una A NI MA DO RA— me dijo en silabas Irene — ¡Así que ÁNIMA!— me gritó ya que yo no me movía. Ni gritaba nada. Rodé los ojos y me interné en el papel de 'animadora'.

No habían pasado más de veinte minutos del partido, cuando comenzó a llover, al inicio eran pequeñas gotas, pero en cuestión de segundos era una lluvia torrencial. Bueno no tanto como torrencial, pero si era fuerte.

—No te quejes Yeri— le gritó Camila —Solo es agua— tenía razón, solo era agua. No había motivo para quejarse como lo hacía Yeri.

—Mi cabello se arruinará — dijo con desespero, solté una carcajada. Ahora si agradecía que Bae me hubiera obligado a atarme el cabello.

Ya me dolía la garganta, tenía frió y estaba cansada. Jamás había gritado y bailado tanto y mucho menos bajo la lluvia. Y aún no había hecho entrar en acción mi plan.

Cinco minutos restaban para finalizar el partido, ambos equipos estaban empatados, el campo ya estaba hecho un desastre, el verde césped se había transformado en un enorme charco de lodo. Los uniformes de las chicas ya no eran celeste y blanco, ahora eran café obscuro al igual que mis tenis que de tanto salto ya estaban para irse directo al basurero.

Quedaban menos de dos minutos, Chou se apoderó del balón, corría esquivando a todas las que se le ponían enfrente, Joy más adelante seguía corriendo, acercándose a la zona de anotación para esperar el pase de Tzuyu. Justo cuando Tzuyu levantó el brazo para lanzar el balón, era ahí donde entraba mi plan.

— ¡Tú puedes Chou!— grite lo más fuerte que pude, seguido de mi grito, se escucharon los gritos y aplausos de todos los espectadores.

—Ya vas aprendiendo— me habló Irene, Pero mi mirada estaba fija en alguien, Joy. Que al escuchar mi reconocible grito volteó inmediatamente hacia donde estábamos. Rodé mis ojos para posarlos sobre Tzuyu, quien en vez de hacerle el pase a la ahora distraída de Joy, siguió corriendo.

Todo el público comenzó a gritar más y más, al ver a Tzuyu a solo metros de la zona de anotación, tres segundos para finalizar y Chou se lanzó llegando justo un segundo antes de la finalización del juego.

Todas corrieron hacia Tzuyu eufóricas, chocando sus cascos y con fuertes gritos celebraban su victoria, esto aunado a los gritos y nuestros cantos, era increíble.

— ¿Qué rayos pasa contigo?— me gritó Joy, mi plan había funcionado.

— ¿Conmigo?— pregunté fingiendo no entender.

—Por tu culpa perdí el pase— me reclamó, obviamente no era el mejor lugar para hacerlo. No si su novia actual estaba a escasos centímetros.

— ¿Por mi culpa?— pregunté enojada.

— ¿Por qué por su culpa?— intervino Irene.

—Yo.. Yo— tartamudeo como estúpida. —Por nada Ire — la tomó de la muñeca haciéndola caminar detrás de ella. Ambas me aniquilaron con la mirada y salieron de mi vista.

—Eres perversa chica— escuché la voz de Mina y no pude evitar reír.

— ¿Viste eso?— le dije victoriosa.

—Todos lo vieron— dijo mientras se carcajeaba.

 —Se pudría de celos— reiteré mi información —Ahora solo falta el tercer pájaro— sonreí pícaramente.

—Shana, yo estoy segura de que ese se te escapará — cantó burlonamente.

— ¿Por qué? -

—Mírala.. — señaló con la cabeza a Tzuyu, quien caminaba hacia la salida rápidamente y con cara de pocos amigos.

— ¡Demonios!— grité furiosa mientras corría por mi bolsa y solo escuchaba las carcajadas de Mina —Te quiero— le dije y besé su mejilla —  Si fuera tú, iniciaría con los trabajos— le grité mientras corría a la salida.

-Perfecto Minatozaki- pensé molesta –Jodiste tu perfecto plan- no lograba ver a Tzuyu,  seguramente ya se había ido.

Resignada caminé hacia mi auto, caminaba entre los autos tratando de llegar al mío. –Al menos Irene y Joy no pasaran una linda noche- reí en mi interior.

Seguía caminando entre la obscuridad del enorme estacionamiento. Hasta que logré visualizar mi auto. Pero antes de llegar me sujetaron de la muñeca tirándome fuertemente y tan rápidamente que no pude ni gritar.

𝗠𝗲, 𝗠𝘆𝘀𝗲𝗹𝗳 𝗮𝗻𝗱 𝗜  • 𝚂𝚊𝚝𝚣𝚞 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora