Capitulo 3

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Llegó la medianoche, no había señales de la chica, no podía dormir, mi cama parecía un bloque de hielo, las cortinas del orfanato se estremecen por una furte rafaga de viento, de un momento a otro una sombra muy larga se postró al pie de la cama, me miraba, sentía su presencia, cerré los ojos, tuve una visión, había mucho fuego, estaba atrapada en un cuarto, no podía salir, las llamas me consumían, sentía un gran calor, el humo se hacía, más y más denso, costaba respirar, caí al suelo inconsciente y desperte en mi cama, la chica de los ojos más verdes que existía en el planeta estaba asustada a mi lado.
-¿Estás bien? Estabas gritando y sudando, ¿te pasa algo?-
-No, nada, solo una pesadilla- dije tratando de convencerme a mí misma de que así era
-Bueno, vámonos tenemos mucho que hacer en mi reino- ordenó la joven saliendo de la habitación por la ventana
La seguí, no entiendo el porque, ella me atraía, posiblemente me hechizo o bebí algún líquido radioactivo como el que le da a su perro lobo, atravesamos el bosque hasta esa puerta de madera que traté de abrir unas noches atrás. La joven se acercó puso una de sus manos en la puerta, se iluminó y esta se abrió por sí sola, al entrar unas velas se encendieron y pude visualizar una gran biblioteca, sus libros en perfecto estado y ordenados, no había rastros de que estuviera abandonada al contrario de la puerta de entrada, sus acabados rojos y dorados en cada estante eran tan magníficos, llegamos al final de la gran biblioteca y la chica tomo un libro negro, no tan asombroso como la mayoria de los que estaban ahi.
-Abrelo- manifestó dándome el libro
-¿Es una broma verdad?- levanté mi ceja
-¿Perdón? Yo no bromeo, abrelo, yo no puedo abrirlo, solo tu-
Quité el polvo de la portada y apareció el título de aquella novela, “Fuego oscuro”. Miré a la pelirroja que estaba esperando a que abriera aquel raro libro, lo hice, aquellas hojas estaban en blanco.
-¿Qué? ¡No! Estaba segura de que tu eras la correcta, lo sentía- trato de quitarme el libro pero cuando lo toco un rayo de luz salió del libro y nos absorbió dentro de él.
-¡¿Qué rayos fue eso?!- me sobresalte al ver un sembradío de trigo y no la biblioteca donde hace unos segundos me encontraba
-Magia- me contesto la pelirroja con sarcasmo y haciendo señas con sus manos -Soy la futura heredera de aquí, o así era, ahora tengo que cumplir una profecía muy tonta, si quiero volver a ver a mi pueblo-
-Si, que bonita historia pero ¿YO QUÉ HAGO AQUÍ?-  dije levantando mis brazos
-Tu eres parte de la profecía, ¿Tu nombre es Lilith?-
-Si, ¿Cómo lo sabes?-
-La profecía dice “La hija perdida de la oscuridad liberará la llama dormida del trono de fuego”, la verdad no se que significa pero tiene que ver contigo- me lanzó una mirada amenazante -Sabes que hacer ¿cierto?-
-¿Yo? Hace algunas horas no sabia que existías y hace unos segundo llegue a este lugar, déjame procesar todo, no entiendo qué quieres decir con “hija perdida de la oscuridad” y por que estas segura de que yo sea esa persona-  exprese dando vueltas en círculos tratando de calmarme
- Tu nombre, significa “de la noche” suena lógico, la noche es oscura y estabas perdida, ¿Que mas pruebas necesitas?-
-Ok, es lo mas loco que había escuchado, y que significa “liberar la llama del fuego de no se que”-
-¡Pon más atención humana! Esto es importante, es importante para mí- gritó con los ojos llorosos
-Claro, lo siento- la abrace y sentí que mis mejillas se enrojecieron, tape mi cara con mis manos, no quería que pensara que soy una rara que se sonroja por una chica que acaba de conocer pero que era maravillosa y muy hermosa
-Bien, JAJAJA- soltó una risita- vamos a mí castillo-
Caminamos por las ruinas de lo que solía ser el reino del fuego, lo que era un gran pueblo lleno de color ahora solo son cenizas y escombros.
-¿Dónde están las personas?- dije intrigada
-Justo ahí- señaló hacia el norte del pueblo donde se encontraban los habitantes transformados en estatuas de hierro, la expresión de terror y dolor de sus rostros penetraba en tu corazón como una astilla.
-La maldición lo hizo, hace muchos años una bruja maldijo a mi familia, decía que el quinto heredero del fuego tenía que liberar el fuego sincero de su corazón para que el pueblo no tomará la dureza de sus emociones, cuando nací yo pensaron que la maldición no funcionaría pues está decía "heredero" pero se equivocaron, un día llegó una nube de humo gris y todos excepto yo sé convirtieron en ésto- tomó delicadamente la mejilla de una estatua de un niño que estaba ahí
-Así que…¿esperas que yo los regresé a la normalidad?-
-Sí, con tu ayuda puedo arreglar todo esto, así que andando-
Entramos al castillo, era totalmente aterrador, no había indicios de vida alguna, la felicidad estaba apagada, era demasiado solitario, en el salón del trono donde se encontraban las profecías podía apreciar los retratos de todos los reyes de la historia de ese reino, todos parecían tristes demasiado fríos para ser herederos de un elemento como el fuego, ahora sabía de dónde venía la cara de amargada de Kenna.
-Bien, ahora muéstrame tus poderes-
-¿Cuáles poderes?- me confundí por su pregunta
-Los que acabarán con la maldición, no se, crea una fogata negra o algo-
-No puedo hacer nada de eso y lo sabes, te lo dije todo el camino-
-Primero necesitas creer en la magia y en todo lo increíble que harás con tus poderes, hazlo por mí...digo ¡por mi pueblo!-
-Claro, ¿te molesto si te pido que me enseñes?-
-No, para nada mira…-
Ella tomó mi mano y sentí un escalofrío por mi cuerpo, no sabía qué hacer, sentía una conexión muy fuerte con ella, ¡No!, Ella es una princesa necesita a su príncipe no a una huérfana, me limito a escuchar sus lecciones. Durante muchas horas estuvimos practicando, no habíamos tenido éxito con la magia pero pude sacar varias sonrisas de aquella princesa, quién lo diría ¿Yo haciendo reír a una reina de fuego? Mi torpeza me ayudó en algo después de todo. A la mañana siguiente vimos como el cielo tomó su tono azul brillante en vez del color gris, ¿había funcionado algún hechizo?

Dándole sentido a la frase "Leer te lleva a otra realidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora