Us (were)

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El apartamento estaba en silencio, oscuro, como si no hubiera vida allí.
Las cortinas color durazno que estaban cerradas se sentían opacas y aunque existían objetos que amueblaban aquel lugar se percibía vacío, falto de esencia y energía, o al menos así lo sentía la persona que estaba en la única habitación, un hombre infeliz arrinconado meciéndose con la cabeza entre las manos en busca de un consuelo que no llegaba.

Su nombre era Auron y siendo sinceros se encontraba en pésimo estado. Habían pasado ¿semanas? ¿meses? de su ruptura no podía calcularlo ya, porque cuando el dolor es tu único acompañante la noción del tiempo deja de tener importancia.
Aún dolía y es por eso que a pesar de tanto tiempo aún se hallaba melancólico y nostálgico, su manera de expresar su dolor había pasado por todas las etapas; ya no sabía si patalear, llorar, lamentarse o que mierda hacer, cada una lo hacía ver y sentirse patético, no tenía opción, de todos modos él la había cagado.

Junto con el lacerante desconsuelo venía siempre la culpa; si tan solo hubiera hecho algo antes de arruinar su vida y con ello su relación, si hubiera tenido el valor de enfrentar a sus padres y presentarse como la persona que era a la par que presentaba a quien lo hacía feliz, si tan solo no hubiera lastimado a esa persona especial en su vida con ese tema, tal vez no estaría hundido en la mierda en la que estaba metido ahora y de la que se sentía inútil tratando de salir.

Recordó que los abrazos reconfortantes se habían acabado, las bromas y los insultos para joder al otro se habían borrado, aquellos que usaban ambos para demostrarse el cariño no volverían; los incontables piques y el tira y afloja que existía incluso si ya eran novios, eran tan naturales entre ellos; así como los besos y susurros íntimos que lo hacían temblar, los besitos en el cuello eran ahora un cosquilleo escalofriante que le traía un frío pavoroso, todo eso se esfumaban lentamente; lo había perdido todo, no existía más, se acabó.

En cuanto se dió cuenta de su error supo que sería difícil, porque el hombre que ahora solo era un hermoso y doloroso recuerdo había marcado un antes y un después en su vida, pero jamás imaginó que tanto; seguía siendo tan especial como cuando lo conoció. Estaba en un pozo sin salida, gélido y sin luz, siendo un reflejo exacto a como se sentía por dentro.

Y en los momentos más difíciles, cuando la agonía lo consumía internamente, recordaba cómo se sentía cuando estaba con él, repetía en su cabeza una y otra vez las pocas pero preciadas palabras cariñosas que alguna vez le dedicó Reborn, los chistes malos se los contaba su cabeza ayudándose de un recuerdo que alguna vez formó con él, no podía hacer nada esta vez.

Él no aprendió a soltarlo, a dejarlo ir, pues pensó que durarían toda la vida, pero no contaba con que aquella equivocación suya lo iba a terminar todo, la confianza....sabía que no fue cien por ciento sincero con el otro, no había sido una infidelidad o algo parecido, simplemente fue un cobarde que no dio la cara por la relación que más afortunado y dichoso lo hizo sentir, por la persona que más amó, o bueno, aún sigue amando.

Siguió hundiéndose, soltó más sollozos de los que pudiera contar, se recostó en la cama agarrando una almohada poniéndose en posición fetal, su pecho ardía y su corazón latía de angustia, si hubiera....no, raúl sabía que no existe un "hubiera", son los hechos los que marcan, es el presente el que cuenta, y lastimosamente ya no puede volver a refugiarse en el pasado y huirle al futuro, así fueron las cosas, sería mejor dejarlo.

Continuaba martirizándose con que no le había dejado en claro que había valido la pena, que era, que es importante aún para él, cuando pelearon y se dijeron mil y un cosas hirientes, lastimándose mutuamente y alejándose el uno del otro, por ser orgullosos; suponía que para ambos aún vagaba el fantasma de lo que fue el amor de cada uno.

Esta vez ningunos brazos vendrían a rodearle para calmarlo, ninguna mano acariciando su espalda desnuda, tampoco las yemas de sus dedos moviéndose en su cabello apoyando su quijada para hacerle compañía, pero esta vez solo le quedaba aferrarse con su alma a aquello que construyeron para que no se lo lleve el viento y quede como una memoria amarga, quería recurrir a ella, hundirse en ese dulce pero angustioso souvenir, sumido en una nostalgia penosa.

Porque su hogar no eran las cuatro paredes que lo sofocaban todas las noches, su hogar lo había construido en torno a él.

Juntos en su cabeza, pues fue solo suyo, sin embargo, aquella apuesta a largo plazo se había convertido en una mentira, su historia se terminó, lo que construyeron se acabó.

A FEW LYRICS FOR YOU # auron, rebornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora