𝐎𝐮𝐫 𝐏𝐚𝐬𝐭𝐬 𝐀𝐬𝐡𝐞𝐬 [𝗕𝗮𝗸𝘂𝗴𝗼̄ 𝗞𝗮𝘁𝘀𝘂𝗸𝗶 -𝗩𝗶𝗹𝗹𝗮𝗶𝗻-]

Capítulo 1

— Ahora, diga lo que sabe.

     El eco de un golpe se hizo presente cuando el agente de Seguridad Pública arrojó un expediente sobre la mesa, justo al frente de la fémina a la que quería interrogar.

     Estando solo el interrogador y la interrogada en la sala, la fémina se vio envuelta en una contienda contra el hombre para no estar a disposición de aquel que quería obtener hasta la más mínima gota de información que ella tuviese.

     El expediente cayó abierto en la mesa, revelando varios papeles, sobres y documentos. Sin embargo, lo que se llevó la atención de la mujer, fueron unas fotos.

     Ella evaluó lo que se le presentaba, que no se limitaba solamente al material al frente de ella, y veló por medir correctamente cada palabra que sería usa en su contra cuando le respondiese a su interrogador.

— Yo no sé nada de lo que está insinuándome —declaró ella, seria y rígida, mirando fijamente al agente para que él no pudiera obtener mucho de su lenguaje corporal.

     El hombre frunció el ceño, observó con maña a la mujer y habló con pesadez.

— ¿No sabe? —soltó con ironía el hombre sin tomar asiento en la silla del otro lado de la mesa— ¿Y qué se supone que le estoy insinuando, si tiene adelante las pruebas? Hable de una vez —demandó el hombre.

     La mujer devolvió sus ojos al nombre que la ficha tenía escrito, pero, pudiera ser por la presión de hablar o por la condensación del frío de la sala de interrogatorios, las letras no fueron acomodadas correctamente en su mente.

     Y, sin embargo, ella sabía exactamente de quién se trataba.

— ¿Qué quiere que le diga con esto? Es absurdo —repudió la fémina sin ánimos de colaborar y dándole larga al encuentro.

     El hombre golpeó la mesa con ambas palmas abiertas, irritado y cansado de tener que sacar con cuchara un par de palabras de la mujer.

     El agente quiso verse amenazante, y lo hizo; solo con su cargo era una persona con la que nadie se quisiera meter. No obstante, para la fémina, fue como miel sobre hojuelas que fuera el que interrogaba quien estuviera perdiendo los estribos y no ella.

— Creo que usted no se ha terminado de dar cuenta de dónde está y en la situación en la que está involucrada —escupió con desagrado el hombre—. Sé muy bien que usted entiende qué es este lugar.

— La Comisión de Seguridad Pública de Héroes —dijo la mujer—. Me convocaron a venir desde Shizuoka para hacer no-sé-qué.

— Entonces, sí sabe entonces dónde está... ¿Tiene buenos recuerdos de su tiempo como activa? —formuló con cinismo venenoso el hombre.

     Metiéndose en territorio peligroso, el agente comenzó a tantear en el pasado de la fémina. Ella había estado siendo investigada desde que se le relacionó con los atentados del país, y el interrogador no tendría algún tipo de escrúpulos en meterle la mano a la herida para descifrar qué tanta verdad había en la participación de ella en los ataques.