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Dos meses transcurrieron y las cosas habían mejorado.

Jin logró hablar más con su alfa y, desde entonces, su relación se fortaleció, incluso era más fuerte gracias al cachorrito que venía en camino.

Yoongi y Tae lograban llevarse mejor e, inconscientemente, se daban mimos. Claro, solo lograban avergonzarse cuando se daban cuenta de la situación.

Y qué hablar de Jungkook junto a Jimin, quienes estaban en planes después de la confesión de Jimin.

¿Qué pasó?

Pues...

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Ese día, Jungkook había terminado una clase, pero su amigo  tenía otra clase extra ya que anteriormente había reprobado una materia.

Al salir, un alfa se le estaba acercando por detrás. Cuando estuvo lo suficientemente  cerca, tocó su hombro llamando su atención.

—Oh, hola.— saludó Jungkook.

—Hola, verás yo he estado mirándote desde un tiempo y me preguntaba si podríamos intentar algo.

El omega, sorprendido ante la confesión, no sabía que decir, jamás alguien se le había confesado o se había interesado en él. Nervioso y sintiendo empatía por el alfa en frente suyo al escuchar su pregunta, respondió con sinceridad.

—Lo siento, yo ya encontré a mi pareja destinada.

—Pero seguro que él o ella no te hace caso.

—Igualmente lo siento, pero sería imposible.

—No hay nada malo con intentarlo.

—Pero-

Antes de poder responder fue empujado a la pared con brusquedad para luego sentir un agarre en su cara. El alfa se acercó con la intención de besarlo, pero Jungkook fue más rápido al esquivar el beso.

—No quiero esto, déjame.

—Sí quieres, eres un omega y debes obedecer a un alfa.

—Obedéceme esta, imbécil.

Pronto el cuerpo del chico fue tirado al suelo y pasó a sentir golpes en su cara. Jungkook asombrado fue tras Jimin para sacarlo encima del otro, pues estaba sangrando bastante y quizá algún profesor podría verlos.

—Ya basta, Jimin.

—Para tu información, él es mi omega, así que ni se te ocurra volver a tocarlo.

Park molesto agarró al menor de su muñeca y se lo llevó de ahí, para suerte de ambos tocó la hora del receso y pudieron ir al patio trasero.

—¿Q-Qué fue eso?— preguntó el castaño mirándolo.

—¿Qué cosa?

—Lo último que dijiste.— habló avergonzado.

—Oh... yo...

Hubo un silencio incómodo entre ambos pero era momento de decir la verdad, aunque sea muy apresurado. Park ya estaba cansado de que algunos alfas se la pasen mirando a Jungkook. Era muy celoso y posesivo, aunque no lo demostrara.

—Sé que puede ser apresurado, pero mi alfa te escogió a ti, tú eres mi omega y, para serte sincero, quisiera intentar algo contigo, Jungkook.— tomó las manos del menor con nerviosismo.

—Mi omega también te escogió a ti y, como nuestros sentimientos son mutuos, sí quiero.— respondió feliz.

Con sonrisas sinceras se abrazaron y algunas personas que pasaban por ahí pudieron presenciar el momento entre ambos.

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Ahora mismo ambos se encontraban en la casa del menor, pues, como dijeron, quizá todo sea apresurado, pero sus sentimientos era fuertes. Actualmente, Jungkook quería presentarle a su mamá al alfa con quien pasaría el resto de su vida.

—Estoy nervioso.

—No pasa nada, ella es muy buena.

—Pero-

—No te preocupes.— Jungkook besó la mejilla del mayor provocando un sonrojo en él.

—Con eso estoy conforme.

Rieron y se adentraron a la casa, la nana había salido a comprar las cosas que faltaban, mientras que su madre estaba en su recámara.

—Espérame acá.

Park hizo caso y se sentó mirando la decoración. Las paredes eran blancas y estaban muy bien cuidadas, junto a las mayólicas mostaza con decoraciones.

—¿En serio?— escuchó una voz femenina, pronto Park se incorporó en su asiento y miró a las escaleras. En un costado había un pequeño ascensor y de ahí salió la mamá de Jungkook.

Se levantó e hizo una reverencia a la omega en frente suyo, al levantar la cabeza pudo ver de donde Jungkook sacó su belleza. Era casi idéntico a su madre.

—Mamá, él es Park Jimin.— presentó Jungkook —m-mi futuro alfa.— dijo sonrojado.

—Hola, señora Jeon— saludó.

Hubo silencio hasta que vieron cómo lágrimas caían por los ojos de la mujer omega. Ella trató de calmarse y habló.

—Me da gusto conocerte, Jimin. Mi hijo me ha dicho algunas cosas de ti y me alegra poder conocerte por fin. Ambos hemos pasado por tantas cosas juntos, yo sería bastante feliz al ver que un alfa como tú lo ame y cuide como si fuera su propia vida, no me gustaría dejar a mi hijo en manos de alguien que lo único que le haría es lastimarlo.

—Entiendo su razón, señora Jeon. Créame que yo no dejaré a su hijo, realmente lo amo y estoy seguro de que lo protegeré con mi propia vida.

—Espero eso, Jimin.— dijo contenta la señora —y puedes decirme Shin Mi o mamá.

—Está bien.

—Vengan, pasemos a la cocina.

Los tres pasaron al lugar con una sonrisa, realmente esperaban buenos resultados de todo esto.

❝Roses❞ ✧ [Jikook] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora