❝Roses❞ ✧ [Jikook] [Adaptación]

❀ Capítulo Final

Las mañanas eran repetitivas para Jungkook, pero una vez se encontraba en la universidad todo se volvía divertido y lento por el simple hecho de que estaba junto a Jimin, su alfa.

Bajó las escaleras emocionado y fue a la habitación de su madre.

—Mamá, ya me voy.— le avisó pero esta no le respondió, se acercó con una sonrisa para asustarla —¡Bu!— la tocó.

—¿J-Jungkook?— su voz salió en un susurro.

El omega asustado la volteó y pudo ver como ella respiraba agitadamente y con el cuerpo sudado, rápidamente llamó a su nana para llamar a la ambulancia. Después de unos minutos, se encontraban fuera de su casa poniendo a la señora Jeon en una camilla para llevarla.

—Jungkook, tú ve a estudiar, yo me encargo de ella.— habló su nana alistando ropa para la señora Jeon.

—Pero necesito verla.

—No te preocupes, Jungkook, ella es fuerte y jamás te abandonará.— sujetó sus hombros.

El castaño no tuvo más remedio que asentir e ir hacia la parada de autobús, solo y preocupado. Sabía que su madre era fuerte por él y, aunque sonara egoísta, no la quería muerta, a pesar de su condición, aún la quería a su lado porque era su familia.

Apenas llegó se adentró al lugar para ir al salón sin ánimos, cuando ubicó su lugar se sentó y se recostó en ella ignorando por completo a Tae y Yoongi quienes hablaban.

—¿Pasó algo, Jungkook?— preguntó su amigo preocupado, no obtuvo respuesta y vio los ojos de su pareja sin decir nada.

—Quizá esté cansado.

Pero pasaron minutos y horas donde Jungkook seguía con la misma actitud, preocupando de más al beta. Este, ya molesto, se fue en la hora del receso dejando solo al menor. Ya sabía qué hacer.

Una vez llegó pudo ver a los alfas sentados mientras conversaban, se acercó para quedar al lado de Park.

—¿Y Jungkook?— preguntó —no lo he visto esta mañana.

—Él está mal, te necesita, Jimin.— lo dijo tan serio que preocupó al pelinegro.

Solo vio que él se levantó de una para irse.

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Al llegar al salón del omega se detuvo para verlo a través de la ventana, Jungkook estaba escondiendo su rostro entre sus brazos como si estuviera protegiéndose de algo. Mordió su labio inferior para ir y sentarse a su lado.

—Jungkook.

Apenas dijo esa palabra sintió como el menor se lanzó sus brazos y sintió su hombro mojarse, lo único que pudo hacer fue abrazarlo y acariciarlo para tranquilizarlo. Después de minutos, lo alejó y sintió como su corazón se rompía en pedazos al verlo en ese estado.

—¿Pasó algo, bebé? ¿Qué te tiene así?— preguntó limpiando sus ojitos casi hinchados.

—M-mi mamá, hoy estaba mal y se la llevaron al hospital p-pero no me dejaron ir con ella.— hablaba entrecortado.

—Bien, ¿te parece si al salir vamos al hospital?— preguntó y Jungkook lo miró con los ojos brillosos.

— ¿En serio?

—Sí, te acompañaré si no lloras más.— habló mientras acunaba el rostro del menor y besaba sus labios —Tu carita se ve fea cuando lloras.

—N-no.— se limpió sus lágrimas y se calmó —Está bien, ahora me acompañarás.

—Bien.— una vez más lo abrazó mientras besaba su frente y le daba el amor necesario para hacerle saber que estaba con él.