⁰⁹➝ omega de verdad

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— Dios, esto es muy fuerte.

Escupió el alfa delante de él al verlo retorcerse en sus sábanas, con el cuerpo caliente y el pecho subiendo y descendiendo. Él después de reprenderlo sólo se dedicó a tomar paños húmedos y colocárselos en la frente aunque sabía que no serviría de nada.

— Gracias, Yuta —articuló Ni-ki aún tirado, sintiendo su piel sensible ante el frío. Estaba agitado a un paso de estallar, su hermano lo supo porque no era la primera vez que lo atendía en su celo.— ¿A... Qué hora llega p-papá?

— Ya va a llegar, intentará traer supresores —se detiene un minuto sacando el pedazo para colocar otro en su frente.— Nikk, tal vez deberíamos llamar a Sunoo y...

Las feromonas de celo lo estaba hostigando un poco, mientras el alfa rubio empujaba la cabeza negando instantáneamente.

— N-No —jadeó decidido— No necesito a un omega, yo podré p-pasarlo s-solo...

Yuta iba a remitir algo al respecto pero un golpe en la puerta lo sacó de un lado, ambos hermanos giraron su rostro vislumbrando a otro alfa entrar a regañadientes.

Su gran abrigo negro que lo cubría fue estampado por el perchero, cuando lo dejó colgado caminó hasta la mesa que estaba al lado del mayor de sus hijos y desenvolvió el nudo de esta.

— Deberías traer a tu omega para que él te atienda, no puedes hacer lo que él quiere —se acercó a quitarle los paños de su frente perlada.— tú eres el alfa de la relación y él el omega, debe hacer lo que tú pidas.

— Papá no empieces. —rogó él a un hilo de voz.

El hombre mayor suspiró.

— Solo te faltan unas diecisiete horas, campeón tú puedes —alentó con una voz paternal entonces y el alfa agradeció en su interior— Yuta, llama a tu tío Wang, hoy pasaremos la noche ahí otra vez.

Si bien sabía, a él si le interesaba como estaba su cachorro pese a que el alcohol a veces le juegue en contra y lo destape como un hombre avaro y alfista con su familia. Sin embargo, Nishimura los quería, aunque sus demostraciones exactas no lo ayudaban. Para Ni-ki él era un mal padre por ello y no era como si no lo aceptara.

Lo era.

— ¿T-Trajiste los supresores? —susurró de repente su hijo y Kenji se sintió miserable.

Él no los pudo robar en esta ocasión.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Hoy Ni-ki había faltado a clases un día después de ver la película y Sunoo estaba alicaído.

Sus amigos lo presenciaron de un comportamiento bajoneado, los hombros del omega no se sacudían y sus saltos hiperactivos no daban efecto. Era como si su amigo los hubiera estafado con su personalidad todos estos años y ahora resultaría ser otro.

Soobin y Jungwon eran más cercanos al pequeño, y se hallaban preocupados por obvias razones. Contaban con la suerte de compartir muchas clases con él así que solo era cuestión de hablarle en el receso y hacerle compañía, hasta tal vez distraerlo. Y eso hicieron tal cual.

Ahora se hallaban en la cafetería del instituto, lo rodearon en un circulo de tres, las feromonas tristes del omega afectando un poco su sentido del olfato. Soobin fue el primero en atisbarlo con un degradado de inquietud en sus orbes, el omega intentaba comer pero le salía de forma desganada, y hacía como si la presencia de sus amigos no existieran.— Hey, Sun —le habló luego de un silencio y Sunoo levantó un poco la mirada hasta insinuar que obtenía atención de su parte.— ¿en serio te afecta lo de Ni-ki?

El omega menor, al escuchar el nombre de su alfa no dudo en abultar sus labios mientras una capa lagrimal bañaba sus ojos gatunos.

— Extraño mucho a Nini —gimoteó lloroso sobando sus párpados con la manga— ¿Y si le pasó algo y no me dijo? ¿Y si rompió su promesa y ya no soy bonito para él?

Cada vez que Ni-ki no daba indicio de presencia su estado era deplorable. Pensaba con terror las cosas y podía llegar a crearse un fanfic angst en la cabeza. Pero era Sunoo, su naturaleza iba en dramatizar la mayor parte de su tiempo. Solo que ahora lo sentía diferente.

Cómo... Cómo un presentimiento.

— Tal vez enfermó. —no demoró en proponer Jungwon a su lado, que también se hallaba triste. Sunoo era el que pintaba de rosa su pequeño grupo, y verlo apagado también le afectaba.

Inmediatamente Soobin asintió de acuerdo con él.

— Me hubiera avisado...

— Tal vez también se le haya caído el teléfono de sus manos luego de dar un gran estornudo. Ya sabes como estornuda él, la otra vez casi me saca volando. —intenta armar el omega mayor. Sunoo solo niega la cabeza y la hunde entre sus brazos, dejando en claro que paren con las irrisorias suposiciones.

Sintió dos manos colarse en su espalda sobando de ésta con delicadeza, el castaño sabía que sus amigos estaban para él en ese momento y que tal vez debería dejar de ser tan paranoico.

Pero si Ni-ki hubiera enfermado ¿Por qué no le había avisado? ¿Acaso él no era totalmente consciente del como se ponía cuando su adorado alfa faltaba?

— Hoy es su celo. —una voz desconocida se cuelga en la conversación y los tres amigos levantaron la cabeza para divisarla con claridad. Era Jeon Yoonji, la presidenta del consejo estudiantil y gemela del novio de su hermano Mingyu. Sunoo arruga el ceño, aquella omega no le agradaba, antes de que Ni-ki y él fueran pareja decían que Jeon pretendía al rubio.

— ¿Y tú como sabes eso, Jeon? —Soobin como el mayor de los tres habló primero. Presenció amenaza ni bien Sunoo hizo una mueca.

La pálida de al frente solo tiró una risita mostrando las encías rosadas y Sunoo juró quererse cambiar de sonrisa.

— ¿No recuerdas la lista de los celos? —preguntó, claramente divertida—. Los profesores tienen uno para saber cuando van a faltar sus alumnos, asi no podrían colocar faltas injustificadas.

Jungwon y Soobin la miraban dandole la razón mientras Sunoo caía encuenta de un detalle; su alfa jamás le había dicho cuando cae su celo.

Y si Ni-ki se hallaba en ese estado eso solo significaba una cosa.

— Por lo que se debería hacer drama es que tú estés aquí —volvió a hablar la pelinegra, caminando hasta él— Ni-ki es tu alfa y tú su omega. Y supongo que eres algo mayorcito para no atenderlo en su celo.

Yoonji quería llegar a algo, el castaño lo supo cuando vió el tinte de sus ojos oscuros combinarse con rabia.

— ¿Acaso éste es el tipo de omega por el cual él no me aceptó? ¿por un omega que le pide de todo pero que ni puede hacerle el favor más básico como ayudarle en su celo? —se burló arqueando una ceja y cruzando de brazos.— ¿Qué omega eres, Kim? ¿Un omega falso, infantil y abusivo?

— ¡Cierra la boca, Yoonji! —le gritó cuanto antes Jungwon, verdaderamente se hallaba molesto al darse cuenta que a su mejor amigo le estaban llegando las palabras a su punto sensible.

La pálida se sorprendió un poco, ella juraba que Yang era un omega callado y sumiso incapaz de levantarle la voz a alguien. No buscaba más en ese lugar de todas formas, solo se peinó un poco el flequillo y a paso de fémina candente se retiró de su mesa para ir a la suya.

Ni bien ya no sintieron su olor ambos amigos se dedicaron a abrazar a Sunoo intentando reconfortarlo.

Él aceptó todo acto para tranquilizarlo, y dejar su aroma deambular en su alrededor.

Al momento que tocó el timbre ellos se pararon dejando las bandejas a un costado para recurrir a la próxima clase, limpiaron un poco acomodando las sillas y esperaron a que el castaño salga del baño para irse juntos a donde el horario les indicaba. Después de cinco minutos éste salió y caminaron juntos entre los pasillos intentando sacar plática de por medio a su menor.

Pero Sunoo estaba pensando muy profundamente las palabras de Yoonji.

Soft sex. ‹𝟹 SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora