Cinco Cosas Que No Sucedieron (AKA Usagi Puede Ser Sexy)

04.

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Fandom: Sailor Moon.

Capítulos: 4 de 5.

Resumen: En este enorme universo, las posibilidades son infinitas.

Parejas: ¡Claro que tenía que escribir sobreestapareja!

Rating/Advertencia: R/Mature. El más ligero de los Lemons. Yuri.

Categoría: AU. Romance.

Nota: Para que puedan comprender el candente juego que se presentará adelante: Consiste en hacer a alguien sonrojar antes de que un cierto límite de tiempo se cumpla. Puedes tocar (no partes privadas), o decir algo, para provocar la reacción deseada pero, sin ofender de cualquier manera a la persona... No recuerdo donde vi tal juego o si lo leí, como sea, yo no lo inventé, ¿ok? ;)

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4.

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Haruka, nunca en su vida, imaginó que su día terminaría de esta manera. Sus brazos contra el suelo, sujetados por manos que la habían engañado todo este tiempo, con su fingida delicadeza... Pero, esa no había sido la única mentira que había recibido de este supuesto ángel, al cual tenía la obligación de proteger con su vida. Oh, no. Usagi sabía manipular, con su acto de inocencia. Y Haruka no podía culparla... Todas sus amigas solían sobre-estimarla.

Una mordida en su lóbulo interrumpió sus meditaciones, dulces risas vibrando por su cuello desnudo. "Me gusta este juego..."

Ah, sí, todo había comenzado con un juego, el aburrimiento de una solitaria tarde de verano provocándole a Usagi llamarla, con sus infantiles y tiernas súplicas de sufrir este calor infernal a su lado, ya que, todas sus demás amigas estaban fuera de la ciudad, por diferentes razones.

Incluida Michiru.

Incluido Mamoru.

BING! BING! BING!

Usagi soltó sus brazos, una presumida sonrisa brillando sus facciones. Sus piernas todavía invadían el regazo de la Diosa del Viento, el cual Haruka necesitaba desesperadamente. "¡Gané!"

"Eh, no creo, Koneko—"

"¡Por favor, mírate!" Y Haruka lo hizo, el espejo que habían escogido para el juego casi burlándose de ella. "¡Estás tan roja como un tomate!" Haruka gruñó, aventando el objeto. Las risas de Usagi solamente aumentaron de volumen. "¡Fue más fácil de lo imaginé!" Su gatita le guiñó el ojo y Haruka miró rojo. "¡AH!"

Los papeles cambiaron, el repentino ataque de Haruka tomando por sorpresa—hasta a la misma Haruka. Algo fue despertado dentro de ella y no sabía cómo apagarlo. Lo que sí sabía era como programar la alarma de su reloj portátil, con el límite de tiempo de 60 minutos, acordado como principal regla de este maldito juego, que Haruka se estaba arrepintiendo haber sugerido.

"¿Lista?" Fue susurrado en su oído de nuevo, la voz de Usagi robada de aliento. Sus narices casi se rozaban, aunque todavía respetaban una línea que Haruka hubiera cruzado ya, si no se tratara de Usagi, su Princesa... Una princesa que se encontraba comprometida con alguien, que en su opinión, nunca la merecería en verdad.

Nadie la merecerá.

Ni siquiera ése Seiya-baka.

"Nací lista, Koneko." Sujetó sus muñecas, justo como Usagi lo había hecho con ella, pero su táctica siendo planeada con diferente ángulo. Usagi, obviamente, ya no podía sonrojarse con cualquier caricia o beso, su experiencia con Mamoru respaldándola un gran porcentaje; pero Haruka aún tenían muchos trucos bajo la manga, trucos que ni siquiera con Michiru había utilizado.