Freack (parte1)

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Tenía sábanas pegadas a mi cuerpo cuando desperté

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Tenía sábanas pegadas a mi cuerpo cuando desperté. Me cubrían la espalda y las piernas. Sentí mi boca reseca y los labios pegados. Un fuerte latido estalló en mi cabeza. Nublandome la vista.

¡Oh por Dios! Tengo resaca. Pensé

La habitación estaba en penumbras, las cortinas estaban echadas sobre las ventanas, mi vista enfocó una pequeña mesa de noche de madera dónde se encontraba una especie de despertador y varias botellas de cerveza.

Muchas diría yo.

Más a la derecha un gran librero hecho del mismo material con que estaba hecha la mesa de noche colgado en la pared. Me di cuenta enseguida de que no era mi habitación. Si no la de un chico.

¡Oh mierda! No había dormido en casa.
Solo a mi me pasan estas cosas. Ahora no se ni donde estoy ni de quien es esta habitación. Debe ser de los dueños de la fiesta.

¡Oh! No es posible.

No fue hasta que algo se movió en mi espalda que me percaté de que no estaba sola. Me quede inmóvil por un momento. Sin saber que hacer.

Giré mi cara al lado derecho solo para darme cuenta de que un chico que no conocía me abrazaba por la espalda con mucha familiaridad.

Mi primer instinto fue irme a casa

Corriendo.

La idea de haber dormido en la cama de un desconocido no me hacía mucha gracia la verdad.

Pero como la torpeza es uno de mis atractivos terminé por enredarme con la sábana que me tapaba al intentar salir de la cama. Las sábanas me impulsaron hacia abajo.

Pensé en agarrarme de la mesita de noche pensando que detendría el impacto pero las leyes de la física dictaron mi destino.

El suelo.

Y me llevé conmigo todas las botellas que habían encima de la mesa.

Ahí estaba yo hecha un embrollo de cabellos, botellas , y con la cabeza a mil.
Menudo desastre estoy hecha.

Mis lamentos se vieron interrumpidos por una avalancha de recuerdos de ayer en la noche.

Recordé que no quería ir a la fiesta. Estaba claro que más adelante tendría que confiar en mi instinto sin titubear.

También recordé que había fumado por primera vez con Alex y que este intentó darme un beso.

Tendría que hablar de ese tema con el en cuanto lo viera.

Recuerdo después que me emborraché y bailé hasta más no poder con un chico desconocido , que según Laila era el chico nuevo y también había terminado vomitando toda la cerveza que había consumido encima de él.

Al parecer la mala suerte me perseguía a todos lados.

¡Dios qué vergüenza!

_Oh buen Dios que es ese ruido_ La voz provenía del hombre de la cama. Se había despertado al parecer por el ruido que había provocado mi horrible caída.

Soy MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora