Hasta la Raíz || Karl Jacobs ☆

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POV KARL.

Mi día empezó muy loco o más bien yo estoy loco.
Los chicos tuvieron que despertarme de un sueño bastante largo, muy extraño.
Conocía a una chica tan linda en un hospital de la ciudad entrando a su habitación sin querer lo cual, por suerte pude ayudarla.
Le ayudaba a salir del hospital después de su alta y poco a poco entré todos los sueños que uno tiene me atraía más y más a ella.

Más tarde.

Me encuentro en el dichoso hospital ¿irónico cierto? En un video en el que estábamos trabajando con jimmy sin querer mi mano fue lastimada y chris decidió acompañarme y traerme acá.

Buscando la bendita habitación que me indicaron pero que realmente no preste atención, entre a una equivocada.

Si.

La encontré a ella.

Yo te llevo dentro...hasta la raiz.

-Narración-

Para ambos todo era muy extraño, ¿que había en ellos que los había conectado incluso en sus sueños?
Tanto los dos prefirieron seguir sus instintos, cada orden de esos sueños.

Los días pasaban hasta llegar a a que lugar de la montaña, donde después de las ya anteriormente soñadas palabras poco a poco estos se acercaban hasta hacer choque de respiraciones.

—Te aseguro que esto no lo había soñado...pero aun así quiero hacerlo..—Susurro aquel chico lindo en un casi beso.
—Hazlo entonces..—Susurraste admitiendo ese ligero choque de labios, uniéndose en un beso dulce.

Los chicos festejaban detrás de ustede orgulloso de su querido y loco amigo Karl.

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Tomados de la mano pero aun no oficialmente juntos como relación había caminado hasta decidir ir a comer aun lindo lugar.
Te detuviste al mirar ese edificio blanco en el que ya estuviste antes, sin despertar y soñando con el chico a tu lado.

¿Que pasa...si esto también no es real?

Karl noto como te detuviste y miraste aquel edificio y trago en seco, si el también sabía lo que pasaba después.

—Yo...te aseguro que esta vez no pasará nada, princesa estoy aquí realmente..—Pronunció con seguridad tomándote de la mano.

Insegura caminaste a su lado y bajaste la mirada, ningun cambio.

¿El destino ya quiere que lo hagamos por nuestra cuenta?

Pensaste.