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El tiempo puede pasar con extremada rapidez, tal vez hoy estás llegando a un lugar nuevo y cuando te das cuenta ya de han pasado cinco años. Cinto años en los que todos crecen, Jungkook estaba cumpliendo quince años, Jimin tenía diecisiete y Jiwon dieciséis.

Cinco años que habían servido para reforzar la amistad del trío de chicos, Jiwon había empezado a aceptar y querer al híbrido con el pasar de los años. Por su parte Jimin había desarrollado una especie de afecto romántico hacía Jiwon, apenas no sabía describirlo. Por otro lado estaba Jungkook quien cada año era más enojon y posesivo con el híbrido a quien en casos terminaba descontando le sus rabietas.

Pero al final del día los tres terminaban hablando y jugando por más extraño que pareciera aquella relación.

Hoy no sería la excepción, el trio de chicos estaba en la habitación del híbrido armando un enorme rompe cabezas mientras hablaban.

— Y si jugamos preguntas y respuestas? O puede ser verdad o reto  — pregunto Jiwon.

— Si!

— Como sea — respondió el pelinegro colocando una pieza.

— Bueno, comienzo yo.. Jungkook verdad o reto?

— Verdad.

— Cual es tu color favorito? — pregunto el híbrido.

— Azul.

—  Por qué?

Jungkook miro fijamente los ojos del híbrido recordando porqué  el azul brillante de aquellas enormes esferas era su color favorito. — No lo sé, sigamos el juego! Jiwon verdad o reto?

— Reto.

— Te reto a que vayas por la merienda.

— Jungkook no quiero caminar hasta la cocina, las empleadas lo traerán — se quejó.

— Anda! Es un reto.

El castaño rodó lo ojos y sin más remedio fue corriendo a buscar la merienda.

—  Por qué le dijiste eso? — pregunto con una sonrisita el híbrido.

— Para poder decirte porque el azul es mi color favorito.

— Si? Por qué? — pregunto mirándole atento.

— Porque tus ojos son azules y yo amo tus hermosos luceros — respondió acariciando la mejilla del híbrido.

Jimin sintió sus mejillas arder, debía estar pareciendo un tomate ahora. — G-gracias.

— Por?

— Esas palabras tan bonitas?

— Por qué mejor no me das un abrazo en forma de agradecimiento?

—  Quieres un abrazo?

— Sip.

— Entonces ven aqui.

Y sin más el híbrido le abrazo con fuerza como era normal en un híbrido de oso. Era frágil, si, pero eso no quitaba la fuerza que sus delgados brazos podían llegar a ejercer.

Jungkook se aferró al híbrido de oso, tomando la confianza de poner su nariz en el cuello del híbrido deleitándose con su olor y provocando cosquillas en este gracias a su respiración.

— Jungkookie me haces cosquillas — se quejó entre risitas suaves.

Jungkook seguía haciendo reír más al chico hasta que esté sintió un pequeño mordisco en su delicada piel cerca de la clavícula lo cual le hizo soltar un pequeño jadeo y alejar al humano para poner la palma de su mano en la zona afectada y acariciar un poco.

— Y eso porque fue? — preguntó sonrojado, su corazón latía a mil y sentía un poco de dolor.

— Hace poco mordiste mi mano — respondió sonriente — La venganza es un plato que se sirve frio.

— No dejabas de acariciar mi cabello! Me estaba irritando — reprochó.

— Jimin te recuerdo que te compre, puedo acariciar tu cabello cuando quiera.

El híbrido le miró con tristeza, la señora Jeon siempre le decía que no hiciera caso a los comentarios posesivos o fuera de lugar de su hijo pero su pequeña cabeza ya venía con la mentalidad de ser sumiso ante su comprador, en momentos así su mente no procesaba bien como debía ser su comportamiento ante tales palabras.

Jungkook al notar la confusión en el rostro del oso quien pensaba que responde o hacer simplemente lo abrazo y beso su mejilla. — Tranquilo, aunque seas caprichoso eres mi pequeño híbrido perfecto — susurró sobre su oído antes de alejarse.

En ese momento llegó Jiwon, con su llegada comenzaron a comer la merienda y seguir su juego ignorando todo lo anterior cosa que incomodo un poco al híbrido pero aún así se dispuso a jugar.

𝚆𝚒𝚗𝚝𝚎𝚛 𝙱𝚎𝚊𝚛 ♡︎ 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗 || 𝙵𝚒𝚗𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚍𝚊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora