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Ocho meses puede parecer mucho pero realmente pasan bastante rápido, ocho meses de una linda amistad con la pequeña Sunny, al menos para Jimin era así.

Para Jungkook era molesto, estaba celoso y deseoso por la atención de Jimin cosa que la pequeña mocosa le robaba; a decir verdad estaba harto de tener casi todos los dias a esa pequeña corriendo de lado a lado o montada sobre Jimin mientras ambos se mantenian en su propio mundo.

Hoy era uno de esos días, Jimin estaba sentado sobre una alfombra y Sunny había salido de la habitación para ir en busca de algo de comer en la cocina, si la niña ya tenía la confianza de pedirle comida a las cocineras de la mansión.

— Ella vendrá mañana? — cuestióno desde la cama.

— Creo que si — respondió el híbrido quien observaba una de las muñecas que había traído la niña ¿ Era una nueva?

— Esa niña acaso no puede quedarse con su madre por un puto día?

— Jungkook ella no te está incomodando — dijo sin mirarle comenzado a sentirse un poco molesto por el comentario.

— Jimin todos los malditos días está aquí ¿ Que acaso su madre no la puede cuidar?

— Y bien sabes que esa mujer no se preocupa por Sunny! — refutó enojado, odiaba que se metiera con su pequeña mejor amiga de esa forma — Si tanto te molesta, vete de mi habitación, no eres obligado a estar aquí.

Jungkook le miró sin ninguna expresión levantando se la cama para luego caminar hasta estar cerca de él y desde arriba mirarle aún con su semblante neutro.

— Que dijiste? — cuestionó mirándole directamente a los ojos.

— Dije que si te molesta tanto puedes irt-

Sus palabras fueron calladas ante el enorme ardor en su mejilla, Jungkook le había abofeteado.
Colocando la mano en la zona afectada sintió su labio inferior temblar levemente antes de ver a Jungkook flexionar sus rodilla para quedar a su altura; seguido sintió los finos dedos del chico enredarse en su cabellera blanca para jalar de esta.

— Termina de decir lo que ibas a decir, anda — alentó en forma de demanda a lo que Jimin solo jadeo por la presión ejercida — No hablaras?! — cuestionó sintiendo su sangre arder, nuevamente había propinado un golpe en la mejilla antes afetada haciendo al híbrido morder su labio para no gritar.

— Jungkook duele — jadeo bajito tomando el brazo del menor con sus manos frías — Basta, Sunny puede entrar.

— Una mierda con esa niña! — volvió a tirar de su cabello hasta colocar el rostro del palido cerca del suyo — Como demonios se te ocurre sacarme de esta habitación? De MI HABITACIÓN pues te recuerdo que estas en MI maldita mansión, nada aquí es tuyo Jimin ¿ Como demonios te tomas el derecho de gritarme y decirme que me vaya por una estúpida mocosa? Esa niña solo está aquí porqué su mamá prefiere salir con su novio que estar con ella, ok? Creeme que de no ser por eso ella ni supiera tu nombre y no podrías importarle menos!

— Callate! Deja de decir eso.

— Te duele escuchar la verdad? Te duele escuchar que no eres importante en su vida? — cuestionó viendo las primeras lágrimas bajar por las mejillas coloradas en tonos carmesí del híbrido — Te recuerdo que la única persona a la que realmente le importas es a mi, los demás no te aprecian Jimin.

— Es mentira! Es mentira! — grito negando antes de darle un empujón a Jungkook haciendole caer sentando.

En seguida hipo aterrado al ver al pelinegro con el entre cejo fruncido y una sonrisa ¿ Acaso este seria su fin?

— Eres un maldito desagradecido! — grito antes de subirse encima de el y darle otra bofetada en la mejilla que no estaba hinchada, más lágrimas bañaban el bello y ahora hinchado rostro del híbrido — Podría verte llorar todo el maldito día, eres tan hermoso — volvió abofetear le — Pero tan jodidamente desagradecido y respondón — volvió a golpearle sintiendo el cuerpo bajo de si temblar levemente mientras lloraba, no podía parar de estampar la palma de su mano contra aquellas hinchadas mejillas.

— Basta Jungkook! — se escuchó una tercera voz mientras se abría la puerta y Sunny junto a dos hombre entraban en la habitación.

Estos dos hombre alejaron a Jungkook quien seguía golpeando tal y como si fuera su mecanismo, Sunny solo corrió para abrazar a Jimin mientras lo revisaba.

Rápidamente el híbrido se incorporó sentando para recibirle entre sus brazos.

— Y-yo escuché los gritos ¿ Estas bien? — sollozo la niña mientras lo miraba con detalle.

— Estoy bien, solo fue un pequeño juego.

— No, no lo estás — sollozo más fuerte antes de pasar sus pequeños y gorditos dedos por el rostros del mayor viéndole hacer una mueca de dolor al instante — Jungkook te hizo esto! El es alguien malo Jimin — sollozo volviendo a aferrarse al cuerpo del menor.

— Ya no le dices "Jenkook"? — cuestionó soltando una suave risita mientras le daba palmaditas en la espalda a la pequeña.

No mentiría, le dolía como el infierno sonreír o hablar pero sabía que la vida de esa niña no era tan buena como para que vea este ambiente tan malo.

Por su parte los hombres ya habían sacado a Jungkook quien furioso les advirtió que si alguno le decía algo a sus padres el mismo se encargaría de asesinarlo a cada uno a lo que ambos hombres asintieron disculpándose y explicando que solo lo hicieron a petición entre sollozos de la pequeña. Jungkook solo asintió y sintiéndose furioso e impotente se fue a su habitación.

Suficientes juegos por hoy.


𝚆𝚒𝚗𝚝𝚎𝚛 𝙱𝚎𝚊𝚛 ♡︎ 𝙺𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗 || 𝙵𝚒𝚗𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚍𝚊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora