TEAM || Luz POV

Capítulo 1. We live in cities you'll never see on-screen.

—Mija, pásame la última caja. —Camila gritó desde dentro del apartamento.

Luz estaba mirando la vista de la nueva ciudad desde el barandal al aire libre del edificio; giró rápidamente obedeciendo las indicaciones de su madre. En el momento en que alzó la caja con tazas, no resistió y pronto el sonido de varios objetos rompiéndose anunciaron el desastre.

—Carajo.

Camila salió corriendo del departamento —¿¡Qué pasó!? —Al ver los pedazos rotos esparcidos en el suelo, relajó los hombros.

—Perdóname mamá.

Camila hizo un largo suspiro, pero no parecía molesta. Se acomodó los lentes, inclinándose para juntar los pedazos rotos. —Hey, no pasa nada, solo ayúdame a juntarlas.

Con cuidado, recogieron los pequeños pedazos de cerámica del suelo. Afortunadamente se salvaron 3 de las 6 tazas. Camila puso un poco de cinta en la caja esta vez, entrando al departamento de nuevo. Luz la siguió.

¿Por qué teníamos tantas tazas de cualquier forma?

Mudarse nunca es un proceso fácil. Menos cuando tienes que dejar el lugar donde has vivido casi toda tu vida y además cuando estás por cumplir 15 años.

Se sentía como amnesia.

—Mamá, ¿crees que pueda explorar el edificio?

Camila la miró con cariño, se acercó a ella para despeinar su cabello y pellizcarle la mejilla. Luz soltó una risita.

—Por supuesto, cuéntame lo que encuentres. Tomaré un pequeño descanso.

—¡Gracias mamá!

—Con cuidado, mija ¡Te amo!

La mayoría de los pasillos lucían exactamente igual. Luz vestía unos leggins negros con shorts de mezclilla, el Hoodie verde militar cubriendo desde su cuello a cadera. Era agosto, el verano estaba desvaneciéndose poco a poco.

¿Por qué se habían mudado en primer lugar? Resulta que la mamá de Luz tuvo la oportunidad de montar su propia clínica veterinaria fuera de la ciudad por una herencia familiar de un pariente que Luz nunca conoció. No era algo común, pero fue lo que pasó. Luz piensa que fue un golpe de suerte, Camila le dijo que fue resultado de ser siempre amable con las personas que lo necesitan en su momento. La verdad no fue difícil tomar la decisión en ese momento, había pasado un año desde la muerte de su papá así que, a decir verdad, ambas mujeres se sentían más dentro de un recuerdo que en una vida.

Luz siempre fue una niña bastante alegre, pero el afrontar la mudanza era cansado. No es como si extrañara su antiguo hogar, para ser honestos, tal vez siempre había esperado irse, pero ahora que lo tenía parecía... como si estuviera fuera de lugar. Era raro, 'últimamente sentía que no pertenecía a su antiguo hogar, donde estuvo tanto tiempo, y a pesar de que este podría ser un nuevo comienzo no parecía convencerle por completo.

Luz bajó por las escaleras del tercer piso hasta la recepción. Había un comedor público y una pequeña sala común en la planta baja. Más al fondo estaba la lavandería. Bien. Después de ahí, eran 50 departamentos. Luz pensó entonces en usar el elevador para subir a la azotea. En total, el edificio completo tenía 10 pisos con 50 departamentos iguales. Estaba bien, era acogedor. Pensaba lo mismo del departamento: dos habitaciones, un baño completo, un estudio, sala de estar y cocina integral con comedor. No mucho pero lo necesario. Perfecto para solo dos personas. Además las habitaciones eran grandes.

Estaba bien ¿Qué otra cosa debería pedir?

—¿Señorita? ¿A qué piso va?

La persona a su lado en el elevador hizo una cara preocupada. Luz estaba demasiado ocupada dentro de sus pensamientos para darse cuenta que ya había subido al elevador junto con alguien más. Estudió un poco su apariencia. Usaba un abrigo café en conjunto con un traje rojo oscuro sin corbata y un elegante arete azul en su oreja derecha. Ojos verdes protegidos por grandes lentes circulares. Aparentaba estar alrededor de sus 40 años. Luz pensó que estaba frente a una estrella de rock, porque tenía el cabello pintado de un azul celeste muy bonito.