Narra Raven:
Y aquí me tienen, en frente a mi mejor amigo y amor de la infancia.
No se crean eh, ya lo superé hace años pero se me hace imposible olvidar los recuerdos cuando él fue mi primer beso y sobre todas las cosas, fui feliz.Realmente no sé cómo reaccionar en este momento, pasaron unos ¿Cuántos? ¿5? ¿4 años? realmente perdí la noción del tiempo.
Me encontraba tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta cuando Aarón me hablo.
-¿Disculpa? ¿Qué has dicho? -avergonzada por mi cabeza despistada comienzo a jugar con mis uñas bien pintadas de un verde agua, tirando a un celeste. Me costó demasiado tenerlas tan bonitas pero valió la pena los meses de ajo entre ellas.
-Dije que si no tienes pensado darme uno de tus abrazos de oso -sonríe alegremente Aarón. Wow quiero preguntar que pasó con aquel niño "nerd" con el que compartí pero supongo que él solito me lo contará.
-No puedes vivir sin mis abrazos ¿Verdad? - Digo dándole una sonrisa de superioridad.
Me dirijo más cerca de Aarón y joder, si que ha crecido mucho en estos años mientras que yo sigo en mi maldito metro cincuenta.Soy esa amiga que no tiene absolutamente nada interesante, pelo castaño y largo , ojos marrones oscuros y mi cuerpo, bueno la verdad es que no me quejo. Tengo una buena delantera ¿Si saben a lo que me refiero? y además mi parte trasera esta bastante bien, tengo un pequeño tatuaje que me hice cuando no estaba en todos mis sentidos pero quedó bonito.
Hace algunos años me costaba aceptarme tal cual soy, no les voy a mentir que aún me pasa de vez en cuando, pero puedo controlarlo.-Siempre tan enana tu -Le doy un golpe, jugando, en su brazo y le dedicó una sonrisa.
-Veo que sólo cambio tu envoltura porque sigues siendo igual de tonto -Le saco la lengua a lo cual el pone sus ojos en blanco- Vayamos al Starbucks que está a una cuadra de aquí, hay mucho se que hablar querido amigo.
Nos dirigimos hacia allí entre bromas y risas. Entramos al gran local que realmente me vuelve loca y sé que a Aarón igual, se le siguen iluminando los ojos cada vez que ve café. Al contrario de mi que no me gusta.
-¿Sigue sin gustarte el café? -Como si leyera mis pensamiento y observa mi cara de que no me agrada para nada el olor tan fuerte que se siente -Creí que ya habías superados ese odio hacía el café Ravy, tienes 19 años y no tomas café. ¿Cómo carajos le haces?
Río ante ese apodo que me dice desde que tengo uso de razón, él cree que me molesta porque se lo hacia creer pero la verdad es que me encanta como sale de sus labios.
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Shining Star
JugendliteraturUno jamás sabe cuando será la última vez que volverá a pasar por algo, ni cuando volverás a pasar un momento similar. Incluso cuando volverás a ver a una persona, escuchar su voz, su risa, volver a vivir esos momentos juntos. Raven y Aaron vivieron...