Olor a Manzanilla

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Sinópsis:
En un mundo donde tu predestinado es lo más importante, Bruno no puede escapar de su destino. Pero es difícil aceptarlo cuando esa alma gemela resulta ser su sobrino, a quien además, le triplica la edad.

Indicadores:
Los sucesos ocurren luego del "regreso" de Bruno.

Datos adicionales:
Al conocerse o en un recuentro después de mucho tiempo los ojos de los predestinados brillan al contacto entre pieles.

Después del primer toque es posible sentir las emociones
de tu predestinado en un segundo plano.

Después del primer toque es posible sentir las emocionesde tu predestinado en un segundo plano

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...

Se supone que solo le pasaría el salero, no que terminaría por exponerse.

El leve roce basta para que los ojos de ambos brillen, tan intenso como cuando Bruno predecía. Prueba suficiente para una cosa:

Bruno y Camilo son almas gemelas.

—No es cierto...Tú no puedes serlo...

—Camilo...

Bruno se levanta, por instinto, de golpe. Su mano se extiende en busca de contacto con el menor.

—Aléjate —Bruno obedece y retrocede un paso, sintiendo las piernas demasiado pesadas como para mantener su propio peso. Camilo en cambio reacciona teniendo el remordimiento de haber usado la voz de comando —. Tengo que retirarme —con la mirada igual de perdida se levanta y camina fuera del comedor para correr a su habitación.

Bruno hubiera agradecido por la cena y tal vez disculparse por la escena antes de retirarse, mas, el nudo en su garganta supera toda cordialidad.

Su sobrino tiene que procesarlo, lo entiende más que nadie; aún así no puede evitar sentir dolor por el rechazo de su predestinado.

Espera segundos hasta que sus extremidades dejan de temblar lo suficiente y también se marcha.

Nadie dice nada el resto de la velada, aunque los ojos repetidas veces se posan en los asientos vacíos.

Tampoco hace falta decir que la ausencia de dos integrantes en el único momento familiar, las comidas, se repitió algunas veces más.

...

No culpa a Camilo, se culpa a él, por ser él. Consciente de su autoestima deplorable no hace más que enredar los rizos entre sus dedos.

Las lozas comienzan a sonar, alguien se acerca. No es necesario girar para saber de quién se trataba, el olor a arándanos lo hace encogerse.  Piensa entonces, que subir al techo no fue buena idea después de todo.

—¿Q-qué haces aquí? —no evita el nerviosismo en su voz.

—La abuela dijo que viniera a verte.

Dolores Escuchó [Camilo x Bruno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora